Trucos legales para pagar menos impuestos: optimiza tu fiscalidad como inversor
Si inviertes en bolsa, fondos, criptomonedas o inmuebles, saber cómo reducir la factura fiscal de forma legal puede marcar una gran diferencia en tu rentabilidad final. No se trata de evadir impuestos, sino de aprovechar las herramientas que la ley pone a tu disposición para pagar lo justo, ni un euro más. Aquí te dejo una tabla con los principales trucos fiscales que puedes utilizar de forma legal en España, pensados especialmente para inversores. En las siguientes secciones los explicaremos uno a uno con todo detalle.
Trucos legales para pagar menos impuestos | Breve descripción |
---|---|
Compensación de pérdidas y ganancias patrimoniales | Resta pérdidas a tus beneficios para reducir el IRPF. |
Aportaciones a planes de pensiones | Reduces tu base imponible hasta 1.500 € al año. |
Inversión a largo plazo (más de un año) | Benefíciate de los tipos más bajos en ganancias patrimoniales. |
Deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación | Puedes deducirte hasta un 50 % de lo aportado. |
Traspasos entre fondos de inversión | No tributas hasta que retires el dinero. |
Venta de vivienda habitual con reinversión | Exención total si reinviertes en otra vivienda habitual. |
Donaciones en vida bien planificadas | Pueden pagar menos impuestos que una herencia. |
Optimización del mínimo personal y familiar | Ajusta tu IRPF según tu situación familiar. |
Aprovechar reducciones por rendimientos del capital mobiliario | En ciertos productos como seguros o depósitos estructurados. |
Elección de la comunidad autónoma para tributar | Algunas tienen ventajas fiscales específicas. |
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Compensación de pérdidas y ganancias patrimoniales
Este es, sin duda, uno de los trucos fiscales más potentes y sencillos que puedes aplicar como inversor. Si alguna vez has vendido acciones, criptomonedas o fondos con pérdidas, es importante que sepas que esas pérdidas no se pierden para Hacienda, sino que puedes usarlas para pagar menos impuestos.
¿Cómo funciona?
Cuando vendes un activo (acciones, fondos, ETFs, criptos, inmuebles…) y obtienes una ganancia, esa plusvalía tributa en tu IRPF. Pero si también has tenido ventas con pérdidas en ese mismo año o en los cuatro anteriores, puedes restar esas minusvalías a tus beneficios, lo que reduce directamente la cantidad sobre la que vas a pagar impuestos.
Por ejemplo:
- Ganas 3.000 € vendiendo unas acciones.
- Pierdes 1.000 € vendiendo criptomonedas.
- Solo tributas por 2.000 € de ganancia neta.
¿Y si tengo más pérdidas que ganancias?
Si tus pérdidas superan a tus ganancias, puedes compensar el resto hasta un 25 % del rendimiento del capital mobiliario (por ejemplo, intereses de cuentas, dividendos o cupones de bonos). Y si aún así te sobra, puedes arrastrar ese saldo negativo durante los siguientes cuatro años.
Consejo clave
Muchas veces, cuando un activo está en pérdidas, venderlo antes de final de año te puede interesar solo por motivos fiscales, aunque luego vuelvas a entrar. Este movimiento se conoce como “venta fiscal” o “tax loss harvesting”, y se utiliza mucho en carteras de inversión.
Aprovechar esta regla puede hacerte ahorrar cientos o miles de euros en tu declaración, simplemente siendo estratégico con el momento en que vendes tus activos.
Aportaciones a planes de pensiones
Después de ver cómo las pérdidas pueden ayudarte a pagar menos impuestos, pasamos ahora a uno de los métodos más conocidos para reducir la base imponible del IRPF: las aportaciones a planes de pensiones. Aunque han perdido parte del atractivo fiscal en los últimos años, siguen siendo una herramienta muy útil para quienes buscan ventajas a largo plazo.
¿Qué ahorro fiscal permite?
Cada euro que aportas a tu plan de pensiones reduce directamente tu base imponible del IRPF. El límite máximo anual de aportación con derecho a deducción es de 1.500 €. Eso sí, si tu cónyuge no tiene ingresos, puedes aportar hasta 1.000 € a su plan y también deducírtelo tú.
Este ahorro se nota especialmente si estás en tramos altos del IRPF, ya que puedes ahorrarte entre un 19 % y un 47 % de lo aportado en tu declaración. Es decir, si metes 1.500 €, podrías recuperar hasta 705 € en la renta, dependiendo de tu tipo marginal.
Ideal para quienes tienen altos ingresos
Este truco funciona mejor cuando tienes ingresos elevados y ya sabes que vas a tributar por un tipo alto. Así, el ahorro fiscal es mayor hoy, y diferirás el pago de impuestos al momento del rescate, normalmente en la jubilación, cuando probablemente tengas menos ingresos y tributes menos.
¿Y cuándo se rescata?
Cuando llegue la jubilación (o alguna situación que lo permita antes), podrás rescatar el dinero como renta o capital, pero tributarás por ello como rendimiento del trabajo. Por eso es importante planificar bien cómo y cuándo rescatarlo.
Este truco tiene un enfoque más a largo plazo, pero puede ser clave en una estrategia fiscal completa
Inversión a largo plazo (más de un año)
Ya hemos visto trucos que afectan directamente a la declaración del IRPF cada año, pero ahora toca hablar de un enfoque estratégico que puede marcar la diferencia a medio y largo plazo: mantener tus inversiones durante más de un año.
¿Por qué mantener a largo plazo?
En España, las ganancias patrimoniales tributan por tramos. No se hace distinción fiscal entre ganancias a corto o largo plazo (como ocurre en otros países), pero mantener tus inversiones más de un año te ayuda a controlar el momento del pago de impuestos y a optimizar el uso de otros beneficios fiscales.
¿Qué ventajas tiene?
- Diferes el pago de impuestos: No pagas nada hasta que vendes. Esto te permite reinvertir todo tu capital, incluidas las ganancias no realizadas, generando lo que se conoce como interés compuesto sin erosión fiscal.
- Te da margen para planificar cuándo vender: Puedes esperar a un año en el que tengas menos ingresos y, por tanto, un tipo impositivo menor.
- Puedes jugar con las pérdidas y ganancias de otros activos ese año, para compensar y pagar lo mínimo.
Ideal para fondos, acciones y ETFs
Si inviertes en productos como fondos indexados, ETFs o acciones de empresas que reparten poco dividendo, una estrategia buy & hold (comprar y mantener) puede ayudarte a minimizar la carga fiscal y maximizar tu rentabilidad.
Evitar ventas impulsivas y tener una visión a largo plazo no solo es una buena estrategia de inversión, también es una excelente herramienta fiscal.
Deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación
Si además de invertir en mercados financieros te interesa apoyar proyectos emprendedores, este truco fiscal puede ser muy interesante para ti. Invertir en startups o empresas jóvenes no solo tiene potencial de rentabilidad, también te permite acceder a una deducción muy potente en el IRPF.
¿En qué consiste?
Cuando inviertes en una empresa de nueva o reciente creación, puedes beneficiarte de una deducción en la cuota estatal del IRPF de hasta el 50 % de lo que inviertas. Eso sí, con un máximo de 100.000 € de inversión anual deducible, lo que se traduce en un ahorro de hasta 50.000 € en tu declaración.
Requisitos que debes cumplir
Para poder aplicar esta deducción, se deben cumplir algunas condiciones:
- La empresa debe tener menos de 5 años (7 si es tecnológica).
- No puede cotizar en bolsa.
- Debe tener medios propios y desarrollar actividad económica real.
- No puedes tener más del 40 % del capital de la empresa ni trabajar en ella.
La inversión debe mantenerse durante al menos 3 años y no más de 12.
Una oportunidad con doble beneficio
Además del potencial de crecimiento de una startup, estás ganando una ventaja fiscal clara desde el primer año. Este incentivo busca atraer capital privado hacia el emprendimiento nacional y puede ser una opción ideal para diversificar tu cartera de inversión.
Este truco es menos conocido, pero muy potente.
Traspasos entre fondos de inversión
Después de ver cómo puedes deducirte parte de tu inversión en startups, ahora vamos con una herramienta que los inversores más experimentados utilizan para ajustar su cartera sin pasar por Hacienda: los traspasos entre fondos de inversión. Este truco es 100 % legal y está especialmente pensado para ti si inviertes a medio y largo plazo.
¿Qué es un traspaso de fondos?
Un traspaso consiste en mover tu dinero de un fondo de inversión a otro sin vender realmente, es decir, sin que se produzca una ganancia o pérdida patrimonial a efectos fiscales. Es como si pasaras ficha de una casilla a otra sin que Hacienda te cobre por el camino.
¿Cuál es la ventaja fiscal?
La gran ventaja es que no tributas por las plusvalías acumuladas hasta que decidas finalmente retirar el dinero. Esto te permite:
- Reorganizar tu cartera según el mercado sin impacto fiscal.
- Aprovechar oportunidades de inversión sin penalización.
- Seguir generando rentabilidad con el 100 % del capital invertido, sin erosión por impuestos.
Condiciones para beneficiarte
Este beneficio solo está disponible para:
- Personas físicas residentes en España.
- Fondos domiciliados en España o en otros países de la UE con normativa armonizada (como los UCITS).
Ojo: no aplica a ETFs cotizados, ya que su venta se realiza en mercado secundario y genera tributación inmediata.
Ideal para gestión activa o adaptativa
Si te gusta ir ajustando tu exposición a sectores, geografías o tipos de activos según el ciclo económico, los traspasos te dan total flexibilidad fiscal. Y todo sin tener que pagar peajes a Hacienda cada vez que haces cambios.
Venta de vivienda habitual con reinversión
Si los traspasos entre fondos permiten diferir impuestos en inversiones financieras, este truco está pensado para quienes venden su casa habitual. Reinvertir el dinero en otra vivienda habitual puede darte una exención total de impuestos por la ganancia obtenida, siempre que cumplas ciertos requisitos.
¿Cómo funciona esta exención?
Cuando vendes tu vivienda habitual con beneficio, esa ganancia tributa como una ganancia patrimonial. Pero si en un plazo de dos años antes o después reinviertes todo lo obtenido en la compra o rehabilitación de otra vivienda habitual, no tendrás que pagar nada a Hacienda por esa plusvalía.
Esto significa que puedes cambiar de casa, incluso ganando cientos de miles de euros en el proceso, sin pagar un solo euro en impuestos, siempre que la reinversión sea total.
Requisitos clave
- Debes haber vivido en esa vivienda como residencia habitual al menos tres años.
- La reinversión debe ser en otra vivienda que también será tu residencia habitual.
- Si reinviertes solo parte del importe, la exención se aplicará de forma proporcional.
Ideal para quienes quieren mejorar de vivienda
Si estás pensando en mudarte a una casa más grande o en otra zona, esta exención puede suponer un ahorro fiscal muy importante. Y si lo haces bien, incluso puedes usar parte de los beneficios para financiar parte de la nueva vivienda sin pagar impuestos.
Planificar bien el momento de venta y reinversión es clave para no perder esta ventaja. Así que si estás en ese proceso, este truco puede ser una auténtica joya fiscal.
Donaciones en vida bien planificadas
Tras ver cómo reinvertir en vivienda habitual puede ahorrarte impuestos, ahora toca hablar de un enfoque más patrimonial, especialmente útil si estás pensando en transmitir parte de tu patrimonio a hijos o familiares. Las donaciones en vida, si se hacen bien, pueden salir mucho más económicas fiscalmente que esperar al momento de la herencia.
¿Por qué puede ser más barato donar en vida?
La clave está en que cada comunidad autónoma tiene su propia normativa sobre el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, y muchas ofrecen bonificaciones muy generosas para las donaciones entre padres e hijos, especialmente cuando se formalizan correctamente y se destina el dinero a finalidades específicas (como compra de vivienda, inversión en negocio, etc.).
Por ejemplo, comunidades como Madrid, Andalucía o Murcia ofrecen bonificaciones de hasta el 99 % del impuesto si se cumplen los requisitos.
¿Qué tener en cuenta para hacerlo bien?
- La donación debe documentarse en escritura pública (notario).
- En muchas CCAA es necesario justificar el origen del dinero y el destino de la donación.
- Puedes planificar donaciones periódicas, en lugar de una sola operación grande, para ajustar los tramos y beneficiarte más de las bonificaciones.
Ventajas frente a la herencia
- Puedes anticipar la transmisión del patrimonio con más control y planificación.
- En muchas ocasiones, el coste fiscal es mucho menor en donación que en herencia.
- Evitas posibles conflictos o cargas impositivas inesperadas para los herederos.
Hacer una donación en vida no es solo un gesto generoso, también puede ser una jugada fiscal inteligente, si se hace con cabeza y asesoramiento.
Optimización del mínimo personal y familiar
Después de analizar cómo una donación bien estructurada puede reducir drásticamente los impuestos, ahora entramos en un terreno que afecta directamente al IRPF de cualquier contribuyente: el mínimo personal y familiar. Este es un aspecto que muchas veces pasa desapercibido, pero que puede ayudarte a pagar menos impuestos sin necesidad de hacer ninguna inversión.
¿Qué es el mínimo personal y familiar?
El mínimo personal y familiar es la parte de tus ingresos que Hacienda considera necesaria para vivir y, por tanto, no está sujeta a tributación. Cuanto mayor sea este mínimo aplicable en tu caso, menos impuestos pagarás en tu declaración de la renta.
Este mínimo depende de factores como:
- Tu edad.
- Si tienes hijos o personas a tu cargo.
- Si alguno de tus familiares tiene discapacidad.
- Si convives con mayores de 65 o 75 años.
¿Cómo optimizarlo?
- Declara correctamente tu situación familiar: muchas veces no se incluyen correctamente los hijos o mayores dependientes, perdiendo deducciones importantes.
- En casos de custodia compartida o separación, es clave acordar quién aplica el mínimo por descendientes.
- Si compartes vivienda con tus padres, puedes aplicar el mínimo por ascendientes, siempre que vivan contigo y dependan económicamente.
Una ventaja fiscal sin mover tu dinero
Este truco no requiere invertir ni vender activos. Simplemente implica conocer bien tus derechos como contribuyente y aplicarlos correctamente en tu declaración. Es especialmente útil para familias, personas con personas dependientes a su cargo o quienes tienen ascendientes mayores en casa.
Revisar bien este punto puede suponer varios cientos o incluso miles de euros de ahorro en la renta. Algo tan simple como marcar correctamente una casilla puede hacer que no pagues más de lo que te corresponde.
Aprovechar reducciones por rendimientos del capital mobiliario
Una vez revisado cómo optimizar tu mínimo personal y familiar para reducir el IRPF, pasamos ahora a otro de los pilares clave para cualquier inversor: los rendimientos del capital mobiliario. Aquí hablamos de dividendos, intereses, cupones de bonos o incluso rentas vitalicias. Lo importante es saber que en algunos casos, estos rendimientos pueden beneficiarse de reducciones fiscales si se cumplen ciertos requisitos.
¿Qué se considera rendimiento del capital mobiliario?
Se trata de los ingresos que obtienes por poner tu dinero a trabajar, sin necesidad de vender un activo. Algunos ejemplos típicos:
- Dividendos de acciones.
- Intereses de depósitos o cuentas remuneradas.
- Rendimientos de seguros de vida.
- Cupones de bonos o letras del Tesoro.
¿Dónde están las reducciones?
Aunque la mayoría tributan entre el 19 % y el 28 %, existen situaciones específicas donde puedes reducir la base imponible:
- Si conviertes un capital en renta vitalicia, y tienes más de 65 años, solo tributas por una parte muy pequeña de esa renta (desde un 8 % según edad).
- Algunos productos de seguro de vida tienen tratamiento fiscal más favorable si se mantienen más de 5 años y cumplen ciertos requisitos.
- Las cuentas ahorro 5 permiten rendimientos exentos hasta 5.000 €, si mantienes la inversión 5 años y cumples con las condiciones del producto.
Clave: elegir el producto adecuado
El truco está en seleccionar productos que se adapten a tu perfil y situación fiscal. A veces, aceptar una rentabilidad algo menor puede compensar si eso significa pagar mucho menos en impuestos.
Conocer qué tipo de rentas generas y cómo tributan es esencial para no pagar de más al fisco. Y sobre todo, para que el rendimiento que ves “en bruto” no se quede en nada después de Hacienda.
Elección de la comunidad autónoma para tributar
Después de ver cómo puedes reducir impuestos según el tipo de rentas que generes, cerramos este recorrido fiscal con un truco que muchas veces se pasa por alto: la elección de la comunidad autónoma donde tributas. En España, la fiscalidad no es igual en todo el territorio, y en función de dónde tengas tu residencia fiscal, puedes pagar bastante más… o bastante menos.
¿Por qué importa dónde tributas?
Aunque el IRPF tiene una parte estatal, las comunidades autónomas gestionan una parte importante del impuesto. Y eso incluye:
- Tramos autonómicos del IRPF.
- Bonificaciones y deducciones específicas.
- Impuesto sobre el Patrimonio.
- Sucesiones y Donaciones.
Esto significa que un mismo perfil de inversor puede pagar mucho menos si reside en una comunidad con ventajas fiscales.
Ejemplos claros
- En Madrid, el Impuesto sobre el Patrimonio está bonificado al 100 %, mientras que en otras comunidades se paga íntegro.
- En sucesiones y donaciones, comunidades como Andalucía o Murcia ofrecen bonificaciones del 99 % entre familiares directos, mientras que en otras como Asturias o Castilla y León, el coste puede ser muy superior.
- En deducciones autonómicas del IRPF, hay comunidades que premian el alquiler, la inversión en vivienda habitual o las aportaciones a determinados instrumentos financieros.
¿Se puede elegir libremente?
Tu residencia fiscal se determina por:
- Donde pasas más de 183 días al año.
- Donde tienes tu núcleo principal de actividades o intereses económicos.
No puedes elegir “a dedo”, pero si estás en un momento de cambio (mudanza, jubilación, cambio de trabajo o venta de inmuebles), valorar el impacto fiscal de residir en una u otra comunidad puede ser clave.
Una buena planificación territorial puede significar un ahorro fiscal sustancial a lo largo de los años. Por eso, si tienes flexibilidad, vale la pena estudiarlo.