El proceso es bastante sencillo. Una cuenta de margen te da la oportunidad de comprar más acciones de las que puedes permitirte en un momento dado. Para ello, el broker pide prestado el dinero para comprar las acciones y lo retiene como garantía.
Para operar con una cuenta de margen, primero debes pedir a tu broker que abra una cuenta de margen. Para ello, tienes que pagar una determinada cantidad al broker, denominada margen mínimo. Esto ayuda al broker a recuperar parte del dinero si el broker pierde la apuesta y no recupera el dinero.
Una vez abierta la cuenta, tienes que pagar un margen inicial (MI), que es un determinado porcentaje del valor total negociado y lo fija el broker. Antes de empezar a operar, debes recordar tres pasos importantes. En primer lugar, tienes que mantener el margen mínimo (MI) durante toda la sesión de negociación, porque en un día muy volátil, el precio de la acción puede caer más de lo esperado.
Por ejemplo, si el precio de una acción de Tata Steel de 400 euros cae un 4,25% y el MI y el MM son el 8% y el 4% respectivamente del valor total de las acciones compradas, la operación es un 8%-4,25%=3,75% inferior al MM. En este caso, o bien tienes que dar más dinero al broker para mantener el margen, o bien la operación será cuadrada automáticamente por el broker.
En segundo lugar, tienes que equilibrar tu posición al final de cada sesión de negociación. Si compraste acciones, tienes que venderlas. Y si vendiste acciones, tienes que volver a comprarlas al final de la sesión de negociación.
En tercer lugar, la conviertes en una orden de entrega después de la operación. Así que tienes que tener dinero en efectivo preparado para comprar todas las acciones que compraste durante la sesión y pagar el corretaje y cualquier comisión adicional.
Si te saltas alguno de estos pasos, el broker borrará automáticamente la posición de mercado.
Entendiendo el Funcionamiento del Margin Trading
Para participar en el margin trading, primero se necesita abrir una cuenta de margen con un corredor. A diferencia de una cuenta de efectivo, donde se opera únicamente con el capital propio, una cuenta de margen permite operar con capital prestado. El corredor exige un depósito inicial, conocido como «margen inicial», que generalmente es un porcentaje del valor total de la inversión deseada. Este porcentaje varía según el corredor y el mercado, pero suele estar en el rango del 50%.
Una vez establecida la cuenta y realizado el depósito, los inversores pueden comenzar a comprar acciones con un valor hasta el doble (en algunos casos más, dependiendo de las regulaciones y los límites establecidos por el corredor) de su capital disponible gracias al apalancamiento que ofrece el margen.
Los Riesgos del Margin Trading
El principal riesgo del margin trading radica en su capacidad para amplificar tanto las ganancias como las pérdidas. Si el valor de las acciones compradas aumenta, los inversores pueden obtener un retorno significativamente mayor en comparación con lo que habrían ganado con una inversión solo con su capital. Sin embargo, si el valor de las acciones disminuye, las pérdidas no solo afectarán el capital propio del inversor, sino que también deberán cubrir el préstamo del corredor, incluidos los intereses.
Es crucial entender que los corredores tienen el derecho de emitir una «llamada de margen» si el valor de la cuenta cae por debajo de un cierto nivel, conocido como el «margen de mantenimiento». En tal caso, el inversor debe depositar más fondos o vender parte de sus activos para cubrir la diferencia. Si no se cumple con la llamada de margen, el corredor puede liquidar los activos de la cuenta para cubrir el préstamo, a menudo a precios desfavorables para el inversor.
Estrategias y Consideraciones Prudentes
Para navegar con éxito en el margin trading, es esencial adoptar estrategias y prácticas prudentes. Una gestión de riesgos efectiva incluye establecer límites claros para el apalancamiento, diversificar las inversiones para mitigar posibles pérdidas, y mantener un colchón de efectivo o activos fácilmente liquidables para responder a llamadas de margen sin necesidad de liquidar posiciones precipitadamente.
Los inversores también deben estar atentos a las tasas de interés aplicadas a los fondos prestados, ya que estos pueden erosionar las ganancias o aumentar las pérdidas. Es vital realizar un seguimiento continuo de la cuenta para asegurarse de que el nivel de margen se mantiene dentro de límites seguros y ajustar las posiciones según sea necesario.
Conclusión
Aunque el margin trading ofrece la posibilidad de amplificar las ganancias, viene acompañado de un nivel de riesgo significativamente mayor. Los inversores deben proceder con cautela, armarse con un conocimiento profundo de cómo funciona el trading con margen y adoptar una gestión de riesgos sólida. Como siempre, la educación y la prudencia son claves en el mundo de las inversiones.