Comprender las operaciones al contado
Entendiendo los conceptos clave del cash-and-carry, es importante profundizar en cómo funciona esta estrategia y qué la hace efectiva en los mercados financieros.
El cash-and-carry se basa en explotar las ineficiencias de precios entre un activo en el mercado al contado y su correspondiente contrato de futuros.
El proceso comienza con la identificación de una discrepancia de precios donde el contrato de futuros se negocia a un precio más alto que el activo subyacente en el mercado spot.
El inversor compra el activo en el mercado al contado y simultáneamente vende el contrato de futuros. Luego, mantiene («carry») el activo hasta que el contrato de futuros venza, momento en el que el activo se entrega para cumplir con el contrato vendido.
Este enfoque busca capturar la diferencia de precios como ganancia. Sin embargo, la estrategia solo es rentable si los costos asociados con mantener el activo (como almacenamiento y financiación) son menores que la prima obtenida al vender el contrato de futuros.
Este tipo de arbitraje es común en mercados con alta eficiencia y es utilizado por traders que buscan aprovechar las pequeñas diferencias de precios para obtener beneficios, todo mientras minimizan el riesgo de exposición al mercado
Ahora vamos con el siguiente: Steps in a Cash-and-Carry Trade. Transiciona de los puntos anteriores y desarrolla (Te lo pongo en ingles pero desarrolla el titulo y el texto en español)
Pasos en un trade utilizando cash-and-carry
Después de entender cómo funciona un cash-and-carry, es esencial conocer los pasos específicos que se deben seguir para ejecutar esta estrategia de manera efectiva.
- Identificación de la oportunidad de arbitraje: El primer paso es detectar una discrepancia de precios entre el activo subyacente en el mercado al contado y su contrato de futuros. Esta oportunidad surge cuando el precio del contrato de futuros es mayor que la suma del precio al contado y los costos de mantenimiento del activo.
- Compra del activo subyacente: El siguiente paso consiste en adquirir el activo en el mercado al contado. Este activo será mantenido hasta la fecha de vencimiento del contrato de futuros.
- Venta del contrato de futuros: Simultáneamente con la compra del activo, el inversor debe vender un contrato de futuros sobre el mismo activo. Esta venta asegura el precio de venta futura y bloquea la ganancia del arbitraje.
- Mantenimiento del activo («carry»): Durante el periodo hasta el vencimiento del contrato de futuros, el activo se mantiene en posesión del inversor. Es crucial que durante este tiempo los costos de mantenimiento (financiamiento, almacenamiento, etc.) sean monitoreados para garantizar que no superen la ganancia esperada.
- Liquidación del contrato de futuros: Finalmente, al llegar la fecha de vencimiento, el activo subyacente se entrega para cumplir con la obligación del contrato de futuros vendido. El inversor asegura su ganancia, que proviene de la diferencia entre el precio de venta en el contrato de futuros y el costo total de adquirir y mantener el activo.
Estos pasos, si se ejecutan con precisión, permiten al inversor capturar una ganancia prácticamente sin riesgo, aprovechando las ineficiencias del mercado.
Operaciones al contado en el mercado de derivados de crédito
Después de comprender los pasos esenciales para ejecutar un cash-and-carry en los mercados tradicionales, es interesante explorar cómo esta estrategia se adapta a mercados más complejos como el de los derivados crediticios.
En el mercado de derivados crediticios, la estrategia de cash-and-carry se utiliza principalmente en lo que se conoce como «negative basis trades». Esta variante del cash-and-carry aprovecha las discrepancias entre el spread de los credit default swaps (CDS) y el spread de los bonos del mismo emisor.
El objetivo es capitalizar la diferencia de precios entre estos dos instrumentos, lo que permite al inversor generar beneficios con un riesgo relativamente bajo.
El proceso comienza cuando el inversor detecta que el spread del CDS es inferior al spread de un bono similar. En este caso, el inversor compra el bono y simultáneamente vende un CDS sobre el mismo emisor. A medida que los precios de mercado se alinean, la estrategia permite obtener una ganancia a partir de la diferencia en los spreads. Esta operación requiere una evaluación precisa del mercado, ya que cualquier cambio en los spreads o en los costos asociados puede impactar la rentabilidad esperada.
Esta estrategia es particularmente útil en mercados donde las ineficiencias de precios son más comunes debido a la complejidad y los riesgos inherentes de los derivados crediticios. Aunque teóricamente puede parecer una operación sin riesgo, es esencial considerar factores como el riesgo de contraparte y las fluctuaciones en las tasas de interés, que pueden afectar los rendimientos finales.
Operaciones al contado en el mercado de opciones
Tras explorar cómo se aplica el cash-and-carry en el mercado de derivados crediticios, es crucial analizar su uso en otro ámbito especializado: el mercado de opciones.
En el mercado de opciones, el cash-and-carry se materializa a través de estrategias como los box spreads. Un box spread consiste en combinar varias opciones de compra y venta (calls y puts) en un mismo activo subyacente con diferentes precios de ejercicio para crear una posición similar a un préstamo sintético. En este caso, la estrategia se utiliza para aprovechar la diferencia entre el costo actual del spread y su valor en el vencimiento.
Por ejemplo, si un inversor ejecuta un box spread en el índice S&P 500, comprando opciones con diferentes precios de ejercicio, podría generar una tasa de interés implícita a través de la diferencia en el costo inicial del spread y su valor en el futuro. Este método permite obtener financiación a tasas potencialmente más bajas que las ofrecidas por intermediarios tradicionales, como bancos o firmas de corretaje.
El éxito de esta estrategia depende de una evaluación precisa de los costos de carry, es decir, los costos asociados con mantener la posición hasta el vencimiento. A pesar de que el cash-and-carry en opciones puede parecer una operación segura, es vital considerar variables como las tasas de interés implícitas y el riesgo de cambios en la volatilidad del mercado, que pueden afectar significativamente los resultados esperados.
Ejemplo de un trade Cash-and-Carry
Después de entender cómo funciona el cash-and-carry en diferentes mercados, es útil ilustrar esta estrategia con un ejemplo práctico que muestre cómo se aplica en la realidad.
Imagina que un inversor observa que el precio al contado de un activo, como el crudo, es de $50 por barril, mientras que el contrato de futuros para el mismo crudo, con vencimiento en un mes, se cotiza a $55 por barril. Este escenario presenta una oportunidad clásica para un cash-and-carry.
El inversor comenzaría comprando 1,000 barriles de crudo en el mercado al contado a $50 cada uno, invirtiendo un total de $50,000. Simultáneamente, vende un contrato de futuros por la misma cantidad de crudo a $55 por barril, garantizando una venta futura por $55,000. Durante el mes que sigue, el inversor almacena el crudo, incurriendo en costos de almacenamiento y financiación. Al vencimiento del contrato de futuros, el inversor entrega el crudo y recibe los $55,000 pactados.
Si los costos de carry (almacenamiento y financiación) totalizan $3,000, el inversor obtiene una ganancia neta de $2,000 ($55,000 – $50,000 – $3,000). Este ejemplo muestra cómo el cash-and-carry puede generar beneficios al aprovechar las diferencias de precios entre el mercado al contado y el mercado de futuros, siempre y cuando los costos asociados no superen las ganancias obtenidas.
Conclusión
El cash-and-carry se presenta como una estrategia valiosa para inversores que buscan aprovechar las ineficiencias de precios entre mercados al contado y de futuros, generando ganancias con un riesgo controlado. Al entender sus aplicaciones en diferentes mercados, desde materias primas hasta derivados crediticios y opciones, los inversores pueden diversificar su portafolio y mejorar sus rendimientos. Sin embargo, es fundamental evaluar cuidadosamente los costos de carry y los riesgos asociados, ya que estos pueden impactar significativamente la rentabilidad. En resumen, el cash-and-carry es una herramienta poderosa cuando se emplea con conocimiento y precisión.