Cuando emites una factura a una administración pública en España, hay ciertos requisitos fiscales que debes cumplir de forma estricta. Lo primero es incluir tu nombre completo o razón social, tu NIF, así como los datos fiscales completos del organismo público al que va dirigida la factura. También debe figurar un número de factura único y correlativo, la fecha de emisión, una descripción clara del servicio o producto prestado, la base imponible, el tipo impositivo de IVA aplicado y su importe, junto con el total de la factura. Esta estructura es obligatoria para cualquier factura, pero en el caso de las administraciones, se vuelve aún más rigurosa por temas de trazabilidad y control presupuestario.
Desde 2015, es obligatorio que esta factura se emita en formato electrónico mediante el sistema Facturae, salvo que el importe no supere los 5.000 euros y la administración no exija la factura electrónica en ese caso concreto. Esta factura debe ir firmada digitalmente con un certificado reconocido y presentarse a través del portal FACe (Punto General de Entrada de Facturas Electrónicas), o a través de otras plataformas oficiales si se trata de administraciones autonómicas o locales. Además, es imprescindible incluir los códigos DIR3, que identifican a la oficina contable, la unidad tramitadora y el órgano gestor de la administración correspondiente.
Otro aspecto que no se puede pasar por alto es el plazo de presentación: tienes un máximo de 30 días naturales desde la prestación del servicio o entrega del producto para registrar la factura. Esta regla es esencial para evitar retrasos en el cobro, ya que muchas administraciones no aceptan facturas fuera de ese plazo. Además, si no se presentan correctamente a través del canal oficial, la factura puede considerarse no recibida. Por tanto, cumplir con todos los campos fiscales y operativos no es solo una obligación, sino una garantía para que cobres en tiempo y forma.
Si trabajas habitualmente con organismos públicos, lo ideal es tener una cuenta bancaria que te permita organizar bien estos cobros y recibir transferencias SEPA sin comisiones excesivas. Muchas cuentas profesionales están adaptadas para este tipo de gestión.
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