Si tienes una actividad acogida a módulos y, al mismo tiempo, otra que tributa en estimación directa, la ley permite aplicar ambos regímenes de forma simultánea, pero solo durante el primer año en el que se inicia la nueva actividad. Es decir, puedes seguir con módulos en la actividad original y tributar por estimación directa en la nueva, siempre que lo comuniques correctamente a Hacienda. A partir del segundo año fiscal, deberás aplicar la estimación directa en todas tus actividades, lo que implica renunciar al régimen de módulos.
Durante ese primer ejercicio con regímenes mixtos, es imprescindible llevar una gestión completamente separada para cada actividad. La actividad en estimación directa requiere registrar todos los ingresos y gastos reales, conservar facturas y presentar modelos trimestrales como el 130. Mientras tanto, la actividad en módulos sigue funcionando con su sistema basado en indicadores objetivos (personal empleado, superficie, consumo eléctrico…), sin necesidad de llevar una contabilidad tan detallada. Es fundamental no mezclar gastos entre ambas actividades para evitar errores en la declaración.
Una vez que pasas todas tus actividades a estimación directa, tendrás que adaptar tu contabilidad a este sistema. Esto te permitirá deducir todos los gastos relacionados con la actividad: desde suministros y alquileres hasta seguros, cuotas de autónomo o amortizaciones. En la estimación directa simplificada, además, puedes aplicar un 5 % adicional en concepto de gastos de difícil justificación, con un tope de 2.000 € anuales. Este cambio implica más trabajo administrativo, pero también te da mayor control sobre lo que pagas de impuestos.
Por eso es tan importante analizar tu situación y valorar si te interesa seguir en módulos el primer año o si ya te compensa pasar todo a estimación directa. Dependerá de factores como tu nivel de ingresos, el tipo de clientes que tengas (particulares o empresas) o la cantidad de gastos deducibles que generes. Si necesitas herramientas que te ayuden a separar bien los gastos de cada actividad y automatizar tu contabilidad, contar con una cuenta bancaria profesional bien estructurada te puede ahorrar muchos dolores de cabeza.
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