Si trabajas como electricista, fontanero, carpintero, albañil o cualquier otro oficio, elegir bien tu cuenta bancaria puede ahorrarte tiempo, dinero y dolores de cabeza. No todas las entidades piensan en las necesidades específicas de estos profesionales: pagos constantes a proveedores, cobros rápidos, gestión de facturas o categorización de gastos. Afortunadamente, en los últimos años han surgido bancos digitales enfocados en autónomos y profesionales por cuenta propia que ofrecen soluciones adaptadas, fáciles de usar y, lo mejor, sin comisiones abusivas.
Uno de los más recomendables en este sentido es Qonto, un banco online diseñado exclusivamente para autónomos y pymes. Su cuenta profesional permite emitir y recibir facturas, automatizar la contabilidad, gestionar gastos con tarjetas físicas y virtuales, y trabajar con tu gestor directamente desde la plataforma. Para cualquier profesional de oficio que necesite llevar su contabilidad al día sin complicaciones, Qonto es una opción muy completa, flexible y adaptada al día a día de quienes trabajan por cuenta propia.
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Otra alternativa muy potente es bunq, que también ofrece una cuenta profesional con funcionalidades que facilitan la organización del dinero: subcuentas para proyectos, IBAN español, automatización de pagos e incluso categorización automática de gastos. Además, permite tener acceso multiusuario, lo que puede ser útil si trabajas con socios o empleados. Bunq destaca por su enfoque en la simplicidad y el control financiero, dos claves para cualquier profesional que quiera centrarse en su trabajo sin descuidar su contabilidad.
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También hay bancos tradicionales que ofrecen cuentas para autónomos, como BBVA o Santander, pero en la mayoría de casos no están pensadas específicamente para profesionales de oficios. Muchas veces exigen condiciones para evitar comisiones, no ofrecen herramientas contables integradas y la atención suele ser más lenta. Por eso, optar por una cuenta digital como Qonto o bunq no solo te ahorra costes, sino también tiempo y gestiones innecesarias, algo fundamental cuando tu jornada laboral ya es bastante intensa de por sí.
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