¿Es realmente posible rentabilizar tus ahorros sin asumir riesgos?
La respuesta rápida es: sí, es posible obtener una rentabilidad con bajo riesgo, pero es importante que tengamos claro que el riesgo cero no existe en el mundo financiero. Incluso guardar el dinero bajo el colchón tiene un riesgo: perder poder adquisitivo con el tiempo debido a la inflación.
¿Por qué el riesgo cero es un mito?
En cualquier producto financiero —por muy seguro que sea— existe un nivel de riesgo, aunque sea mínimo. Ya sea por cambios en los tipos de interés, por decisiones de política económica o por simples comisiones bancarias, siempre hay una pequeña variable que puede afectar tus ahorros.
Por ejemplo, los depósitos a plazo o las cuentas remuneradas están respaldadas por los Fondos de Garantía de Depósitos, lo que reduce el riesgo considerablemente, pero no lo elimina por completo.
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La inflación: el enemigo silencioso de tus ahorros
Si dejas tu dinero inmóvil en una cuenta sin rentabilidad, con el tiempo ese dinero pierde valor real. Esto se debe a la inflación, que mide cuánto suben los precios año tras año.
Si la inflación anual es del 3 % y tu dinero no crece, cada año puedes comprar un 3 % menos con la misma cantidad. Es decir, tener 10.000 € dentro de un año será como tener 9.700 € hoy.
Por eso, aunque no quieras asumir riesgos, sí necesitas que tu dinero trabaje. Al menos lo suficiente como para compensar la subida de precios y mantener tu capacidad de compra.
¿Entonces qué opciones tengo?
La clave está en elegir productos financieros seguros y estables, que aunque no prometan grandes beneficios, sí te permiten rentabilizar de forma constante y con muy bajo riesgo. En el resto del artículo veremos estos productos uno por uno, para que puedas elegir el que mejor se adapta a ti.
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Objetivos y perfil del ahorrador conservador
Ya que hemos visto que rentabilizar el dinero sin asumir grandes riesgos es posible, el siguiente paso es entender si este tipo de estrategias encajan contigo. Y aquí entra en juego tu perfil como ahorrador.
¿Qué es un ahorrador conservador?
Un ahorrador conservador es aquel que prioriza la seguridad de su dinero por encima de obtener grandes beneficios. Este perfil valora más dormir tranquilo sabiendo que sus ahorros están protegidos, aunque eso implique recibir una rentabilidad más moderada.
Este tipo de ahorrador se beneficia especialmente de productos financieros seguros, predecibles y con bajo riesgo de pérdida. Algunos ejemplos típicos son personas próximas a la jubilación, quienes están ahorrando para un objetivo a corto o medio plazo (como una compra importante), o simplemente quienes no quieren complicarse con productos más volátiles como la bolsa.
Liquidez: ¿vas a necesitar ese dinero pronto?
Antes de elegir dónde poner tus ahorros, tienes que responder una pregunta clave:
¿Cuándo vas a necesitar ese dinero?
- Si es dentro de menos de un año, necesitarás productos con alta liquidez, es decir, que te permitan retirar el dinero en cualquier momento sin penalización.
- Si el objetivo está a medio plazo (1 a 5 años), puedes permitirte productos un poco más rentables aunque tengan alguna limitación en el acceso.
- Y si puedes dejar ese dinero más de 5 años sin tocar, puedes considerar opciones que ofrecen rentabilidades más interesantes con riesgos muy controlados.
La importancia de diversificar
Uno de los errores más comunes entre ahorradores conservadores es poner todos los huevos en la misma cesta. Aunque busques seguridad, es importante diversificar:
combinar productos con distintas características (plazos, liquidez, rentabilidad) te ayuda a tener un ahorro más equilibrado y adaptado a imprevistos.
Por ejemplo, podrías tener una parte en una cuenta remunerada (acceso inmediato), otra en un depósito a plazo fijo (rentabilidad estable) y otra en letras del Tesoro (ligero crecimiento sin sobresaltos).
Comparativa de productos financieros
Producto | ¿Qué es y características? | Ejemplos y tipos (TAE) | Pros | Contras |
---|---|---|---|---|
Cuentas de ahorro remuneradas | Cuentas bancarias con intereses, liquidez inmediata. Puedes retirar el dinero en cualquier momento. | – Cuenta Inteligente Digital: 2,96 % TIN ≈ 3 % TAE – Cuenta Vamos (Ibercaja): hasta 5 % TIN (sujetas a nómina) | – Liquidez total – Sin comisiones (en muchos casos) – Intereses automáticos | – Rentabilidad moderada – Puede haber condiciones (nómina, domiciliación) – TIN ≠ TAE en todos los casos |
Depósitos a plazo fijo | Producto bancario: depositas una cantidad fija por un tiempo acordado y obtienes una rentabilidad fija. | – Banca March 6 meses: 2,52 % TAE – Raisin y otros: hasta 3,4 % TIN en algunos plazos (Banca Sistema 10 años) | – Rentabilidad superior a las cuentas – Seguridad total hasta 100 000 € (FGD) – Plazos varios | – Liquidez limitada (penalización por retiro anticipado) – Debes mantener el plazo completo |
Bonos del Estado y Letras del Tesoro | Emisión de deuda pública española. Letras (corto plazo), Bonos (medio/largo plazo). | – Bonos de 3 años: ~2,40 % – Bonos de 5 años: ~2,70 % (subasta 8 mayo 2025) – Bono 10 años: ~3,3 % actualmente | – Seguridad elevada (riesgo soberano bajo) – Rentabilidad atractiva frente a depósitos – Posibilidad de vender en mercado secundario | – Liquidez menor que cuenta o depósito – Posible volatilidad en precio si vendes antes de vencimiento – Impuestos sobre cupón |
Fondos monetarios y fondos garantizados | – Fondos monetarios invierten en activos a corto plazo (letras, depósitos), liquidez diaria y bajo riesgo. – Fondos garantizados prometen devolución del capital y una rentabilidad moderada garantizada. | – Fondos monetarios ofrecen ~3 % anual y liquidez – Fondos garantizados (como Allianz) garantizan el capital + rentabilidad según condiciones | – Liquidez diaria / medio plazo – Riesgo muy bajo – Diversificación automática con activos de calidad | – Rentabilidad limitada (inferior a la renta fija directa) – Pueden incluir comisiones de gestión – Fondos garantizados suelen tener plazos mínimos |
Seguros de ahorro y PIAS | – Seguros de ahorro (ej. Allianz Perspektive): contrato con prima única, capital garantizado y rentabilidad conocida. – PIAS (Planes Individuales de Ahorro Sistemático): seguros de vida-ahorro con aportaciones periódicas, beneficios fiscales si se mantienen 5 años. | – Allianz Perspektive: capital garantizado y renta predefinida – PIAS Allianz: ahorro estructurado, horizonte >5 años | – Seguridad y previsibilidad del capital – Ventajas fiscales para PIAS (si se cumplen requisitos) – Posibilidad de rentas vitalicias o rescate en plazo | – Liquidez limitada (PIAS: mínimo 5 años para ventajas fiscales) – Comisiones asociadas – Rentabilidad moderada |
Cómo elegir la opción adecuada según tu situación
Después de conocer las distintas formas de rentabilizar tus ahorros con bajo riesgo, el siguiente paso lógico es elegir cuál se adapta mejor a ti. Y para eso, hay que hacerse las preguntas adecuadas.
Preguntas clave antes de tomar una decisión
1. ¿Para qué estás ahorrando?
No es lo mismo ahorrar para un imprevisto, que para comprarte una casa en 5 años o para tu jubilación. Tus objetivos determinan qué producto financiero tiene más sentido.
2. ¿Cuándo vas a necesitar ese dinero?
Este es uno de los puntos más importantes.
- Si es a corto plazo, necesitas liquidez.
- Si es a medio o largo plazo, puedes buscar más rentabilidad sin comprometer tu seguridad.
3. ¿Cuánta cantidad vas a invertir?
Conocer el importe te permite distribuir mejor. Por ejemplo, no es igual tener 5.000 € que 50.000 €, ya que en el segundo caso puedes diversificar más y aprovechar diferentes productos.
Un ejemplo práctico: cartera conservadora equilibrada
Imagina que tienes 20.000 € ahorrados y tu objetivo es mantener el valor del dinero y obtener algo de rentabilidad sin correr riesgos. Esta podría ser una estructura conservadora:
- 5.000 € (25 %) en una cuenta de ahorro remunerada: para gastos imprevistos, con acceso inmediato.
- 7.000 € (35 %) en depósitos a 12 meses: con rentabilidad segura y sin volatilidad.
- 5.000 € (25 %) en letras del Tesoro: con una rentabilidad competitiva y bajo riesgo.
- 3.000 € (15 %) en un fondo monetario: mantienes la liquidez y diversificas un poco más.
Esta combinación te permite cubrirte frente a emergencias, ganar algo de rentabilidad y evitar la pérdida de valor del dinero. Y lo mejor, sin comprometer tu tranquilidad.