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Trampa para osos

Escrito por Alejandro Borja y revisado por Xavier Tarrasó.

Alejandro Borja

Encargado de la Educación Financiera en Finantres

En Finantres apostamos por aportarte el mayor valor posible en todos nuestros contenidos, por eso estamos creando las mejores guías sobre economía e inversión.

En este caso, este artículo forma parte de la guía de Mercados Bajistas, que cuenta con 16 artículos. A la derecha de la pantalla o debajo (dependiendo de cuál sea tu dispositivo) tienes todos los artículos para poder ir de uno a otro. Espero que la disfrutes, pero sobre todo que te sea útil.

¿Qué es una trampa para osos?

Una trampa para osos es un patrón que se producre cuando una activo financiero marca de manera incorrecta un cambio de tendencia de bajista a alcista. Un analista técnico podría decir que los operadores institucionales están intentando crear trampas bajistas para atraer a los inversores minoristas a tomar posiciones en el mercado.

Si el operador institucional tiene éxito y el precio sube brevemente, esto da a los operadores institucionales la oportunidad de deshacerse de grandes posiciones en acciones que, de otro modo, harían bajar mucho los precios.

Puntos clave

  • La trampa del oso es un falso indicador técnico de una inversión de un mercado bajista a uno alcista que puede atraer a inversores desprevenidos.
  • Pueden producirse en todo tipo de mercados de activos, como la renta variable, los futuros, los bonos y las divisas.
  • Una trampa para osos suele desencadenarse por un descenso que hace que los participantes en el mercado vendan en corto, que luego pierden valor en un retroceso cuando los participantes tienen que cubrir los cortos.

Cómo funciona una trampa para osos

En algunos mercados, puede haber muchos inversores que quieran comprar acciones, pero pocos vendedores dispuestos a aceptar sus ofertas. En este caso, los compradores pueden aumentar sus ofertas, es decir, el precio que están dispuestos a pagar por las acciones. Es probable que esto atraiga a más vendedores al mercado y que éste suba debido al desequilibrio entre la presión de compra y la de venta.

Sin embargo, la compra de acciones conlleva automáticamente una presión de venta sobre esa acción, ya que los inversores sólo obtienen beneficios cuando venden. Por tanto, si mucha gente compra la acción, la presión de compra disminuirá y la presión de venta potencial aumentará.

Para aumentar la demanda y hacer subir los precios de las acciones, las instituciones pueden hacer bajar los precios para que los mercados miren hacia abajo. Esto obliga a los inversores inexpertos a vender acciones. Una vez que las acciones caen, los inversores vuelven al mercado y los precios de las acciones suben al aumentar la demanda.

Consideraciones especiales

Una «trampa del oso» puede hacer que un participante en el mercado espere un descenso del valor de un instrumento financiero, llevándole a tomar una posición corta en el activo. Sin embargo, en este escenario, el valor del activo se mantiene estable o aumenta y el partícipe se ve obligado a incurrir en pérdidas.

Un operador alcista puede vender un activo a la baja para bloquear sus beneficios, mientras que un operador bajista puede intentar ponerse en corto para volver a comprarlo después de que el precio haya caído hasta un determinado nivel. Si esta tendencia bajista no se produce nunca o se invierte tras un breve periodo de tiempo, la inversión del precio se denomina trampa del oso.

Los participantes en el mercado suelen confiar en los modelos técnicos para analizar las tendencias del mercado y evaluar las estrategias de inversión. Los operadores técnicos tratan de identificar y evitar las trampas bajistas utilizando una serie de herramientas analíticas, como los retrocesos de Fibonacci, los osciladores de fuerza relativa y los indicadores de volumen. Estas herramientas pueden ayudar a los operadores a comprender y predecir si la tendencia actual del precio de una acción es legítima y sostenible.

Trampas para osos vs venta en corto

Una trampa para osos es un inversor o comerciante en los mercados financieros que cree que el precio de una acción está a punto de caer. Los osos también pueden creer que la dirección general de un mercado financiero es bajista. Una estrategia de inversión bajista tiene como objetivo aprovechar la caída del precio de un activo, y para poner en práctica esta estrategia, se suele tomar una posición corta.

Una posición corta es una técnica de negociación en la que se toman prestadas acciones o contratos de un activo de un bróker a través de una cuenta de margen. El inversor vende estos instrumentos prestados y los vuelve a comprar cuando el precio cae, beneficiándose así de la caída del precio. Si un inversor bajista juzga mal una caída de precios, aumenta el riesgo de caer en una trampa bajista.

Los vendedores en corto se ven obligados a cubrir sus posiciones cuando los precios suben para minimizar las pérdidas. Un aumento posterior de la actividad de compra puede desencadenar otra subida, alimentando aún más el impulso de los precios. Después de que los vendedores en corto hayan comprado los instrumentos que necesitan para cubrir sus posiciones cortas, el impulso alcista del activo tiende a debilitarse.

El vendedor en corto se arriesga a maximizar sus pérdidas o a provocar un ajuste de márgenes si el valor de un índice o de una acción sigue subiendo. Un inversor puede minimizar los daños causados por las trampas estableciendo topes de pérdidas al ejecutar órdenes de compra.

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