Ser autónomo no impide pedir una hipoteca, pero sí supone ciertos obstáculos adicionales respecto a un asalariado. Los bancos valoran mucho la estabilidad económica, y en nuestro caso esto se traduce en demostrar una trayectoria sólida, ingresos constantes y una actividad profesional bien documentada. La mayoría de entidades piden entre uno y tres años de antigüedad como autónomo y, sobre todo, que los ingresos hayan sido regulares durante ese tiempo. Además, estudian con lupa tu historial crediticio para comprobar que no hay impagos, especialmente si también manejas cuentas de negocio y personales en la misma entidad.
La documentación que nos exigen es más amplia que la de cualquier trabajador por cuenta ajena. Hay que presentar las dos últimas declaraciones de la renta, los modelos trimestrales de IVA e IRPF, los resúmenes anuales, los movimientos bancarios de los últimos meses y, en muchos casos, informes que demuestren la viabilidad de tu negocio. Cuanto más clara y profesional sea la presentación de estos datos, más confianza generas al banco. En este punto, tener una cuenta específica para autónomos puede ayudarte mucho a separar lo personal de lo profesional y a demostrar una gestión ordenada.
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Por lo general, el banco suele conceder entre el 70 % y el 80 % del valor de tasación de la vivienda, por lo que necesitas tener ahorrado al menos un 20 % para la entrada y un 10 % adicional para los gastos asociados a la compra. Cuanto mayor sea tu aportación inicial, mejores condiciones puedes negociar. Algunos bancos, de hecho, valoran positivamente que el autónomo tenga liquidez, ingresos recurrentes y que no esté muy endeudado. También puedes mejorar tus opciones si compras junto a otra persona con ingresos fijos o si presentas avales sólidos.
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Además, conviene planificar bien el momento en el que vas a solicitar la hipoteca. Justo después de presentar la declaración de la renta, si has tenido buenos beneficios, puede ser una excelente ocasión. Evita también inflar los gastos deducibles en exceso, porque aunque te beneficien fiscalmente, reducen los ingresos netos que el banco tiene en cuenta. Por último, utiliza herramientas de comparación para encontrar la hipoteca que mejor se adapta a tu perfil como autónomo, ya que no todos los bancos aplican los mismos criterios ni ofrecen las mismas facilidades.
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