Cuando emites facturas por pagos aplazados o fraccionados, lo primero es tener claro cómo vas a reflejar esos cobros en tu contabilidad. Puedes optar por hacer una única factura que detalle cada uno de los vencimientos con sus importes correspondientes, o generar facturas independientes por cada plazo conforme se vayan realizando los pagos. Lo fundamental es que cada factura esté numerada correctamente, con fechas de vencimiento claras, importe exacto de cada fracción, el IVA correspondiente y, si aplica, la retención de IRPF. Todo esto te va a permitir tener una trazabilidad clara tanto para ti como para tus clientes, y sobre todo, cumplir con los requisitos fiscales que exige Hacienda.
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Además, debes tener en cuenta que el fraccionamiento en la facturación no tiene nada que ver con los pagos fraccionados del IRPF a través del modelo 130. Estos pagos los hacemos todos los autónomos que tributamos por estimación directa y no tenemos el 70 % de nuestros ingresos con retención. Se presentan trimestralmente y el cálculo se basa en el beneficio acumulado desde el inicio del año hasta el final de cada trimestre. Se paga un 20 % de ese rendimiento neto, descontando retenciones y pagos previos. Es clave llevar un buen control de tus ingresos y gastos para no llevarte sustos y evitar errores que puedan acarrear sanciones.
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Cuando acuerdas con tu cliente un pago fraccionado, lo más recomendable es dejarlo por escrito en el presupuesto o contrato, para que no haya malentendidos. A nivel operativo, utilizar una herramienta de facturación electrónica te ahorra muchos quebraderos de cabeza. Puedes automatizar la emisión de facturas parciales, programar recordatorios de pago, y asegurarte de que cada movimiento queda registrado. Esto cobra aún más sentido teniendo en cuenta que la facturación electrónica será obligatoria para autónomos en los próximos años, así que cuanto antes te acostumbres a usarla, mejor preparado estarás.
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Por último, si tienes que pagar IVA o IRPF pero te coincide con un mes de menor liquidez por esos pagos aplazados que aún no has cobrado, puedes solicitar un aplazamiento a Hacienda al presentar el modelo correspondiente. Te permiten fraccionar el pago en varios plazos, aunque ten en cuenta que si te pasas del límite pueden aplicar intereses. Aun así, es una opción válida para no descuadrar tu caja si estás trabajando con cobros diferidos. Controlar tus flujos de caja y anticiparte a esos vencimientos es esencial para mantener la estabilidad de tu actividad como autónomo.