¿Cómo se emiten nuevos bitcoins?
La emisión de nuevos bitcoins se produce a través de un proceso llamado “minería”, donde los mineros validan transacciones y aseguran la red, recibiendo recompensas en forma de nuevos bitcoins. Sin embargo, estas recompensas disminuyen con el tiempo debido a un evento conocido como “halving”. El halving ocurre aproximadamente cada cuatro años y reduce a la mitad la recompensa que los mineros reciben por cada bloque minado. Por ejemplo, en el halving más reciente, en abril de 2024, la recompensa se redujo de 6,25 bitcoins por bloque a 3,125 bitcoins.
Este mecanismo asegura que la creación de nuevos bitcoins se ralentice con el tiempo, prolongando el proceso de minería hasta aproximadamente el año 2140, cuando se minará el último bitcoin.
¿Todos los bitcoins están en circulación activa?
Es importante destacar que, aunque el suministro total está limitado a 21 millones, no todos estos bitcoins están en circulación activa. Se estima que una fracción significativa de los bitcoins ya minados se ha perdido de forma permanente debido a contraseñas olvidadas, dispositivos dañados o pérdidas de claves privadas. Estas monedas inaccesibles reducen efectivamente la cantidad de bitcoins disponibles en el mercado, aumentando su escasez y, potencialmente, su valor.
Para poner esto en perspectiva, imaginemos que Bitcoin es como una mina de oro digital. Al principio, era relativamente fácil extraer grandes cantidades de oro (bitcoins). Con el tiempo, a medida que se extrae más oro, las vetas ricas se agotan y es necesario invertir más esfuerzo y recursos para obtener menores cantidades. Además, si parte de ese oro se pierde irremediablemente, la cantidad disponible para su uso disminuye, incrementando su valor debido a la escasez.
¿Qué impacto tiene la pérdida de bitcoins en la oferta?
Aunque se han minado aproximadamente 19,8 millones de bitcoins hasta la fecha, no todos están accesibles. Se estima que entre 3 y 4 millones de bitcoins se han perdido de forma permanente. Estas pérdidas ocurren por diversas razones, como contraseñas olvidadas, dispositivos dañados o desechados, y fallecimiento de propietarios sin compartir sus claves privadas.
Para ilustrar este fenómeno, consideremos el caso de James Howells, un ingeniero informático británico. En 2013, Howells accidentalmente desechó un disco duro que contenía 8.000 bitcoins. A día de hoy, esos bitcoins tendrían un valor de aproximadamente 744 millones de euros. A pesar de múltiples intentos por recuperar el dispositivo del vertedero donde fue a parar, no ha tenido éxito.
Este ejemplo destaca cómo errores humanos pueden resultar en la pérdida irreversible de grandes sumas de dinero en el ecosistema de Bitcoin.
La pérdida de estos bitcoins tiene un impacto directo en la oferta total disponible en el mercado. Al reducirse la cantidad de bitcoins en circulación, se incrementa su escasez. En términos económicos, cuando la oferta de un bien disminuye y la demanda se mantiene constante o aumenta, el valor de ese bien tiende a subir. Por lo tanto, la pérdida de bitcoins puede contribuir al aumento de su precio, beneficiando a los poseedores de las monedas restantes.
Además, eventos como el colapso de plataformas de intercambio también han resultado en la pérdida de grandes cantidades de bitcoins. Por ejemplo, en 2014, la plataforma Mt. Gox sufrió un hackeo que resultó en la desaparición de aproximadamente 850.000 bitcoins. Aunque posteriormente se recuperaron 200.000 bitcoins, el incidente dejó una cantidad significativa de monedas fuera de circulación, afectando la oferta total disponible.
¿Qué proyecciones hay para la minería de bitcoins restante?
A medida que nos acercamos al límite máximo de 21 millones de bitcoins, la tasa de creación de nuevos bitcoins disminuye debido al proceso conocido como “halving”. Este evento, que ocurre aproximadamente cada cuatro años, reduce a la mitad la recompensa que los mineros reciben por validar transacciones y añadir nuevos bloques a la cadena. El último halving, en abril de 2024, redujo la recompensa de 6,25 BTC a 3,125 BTC por bloque.
Actualmente, con alrededor de 19,8 millones de bitcoins ya minados, se estima que el 95% del suministro total estará en circulación para noviembre de 2025. Sin embargo, alcanzar el 100% llevará más tiempo debido a la naturaleza decreciente de las recompensas mineras; se proyecta que el último bitcoin se minará alrededor del año 2140.
Este descenso en la emisión de nuevos bitcoins tiene implicaciones significativas para los mineros y el mercado en general. Con menos bitcoins disponibles como recompensa, la competencia entre mineros se intensifica, y la eficiencia operativa se vuelve crucial para mantener la rentabilidad. Además, la reducción en la oferta de nuevos bitcoins puede ejercer presión alcista sobre su precio, siempre que la demanda se mantenga constante o aumente.
Para ilustrar, imaginemos que la minería de bitcoins es similar a la extracción de oro en una mina finita. Al principio, es relativamente fácil extraer grandes cantidades, pero a medida que el recurso se agota, se requiere más esfuerzo y recursos para obtener menores cantidades. Este aumento en la dificultad y la reducción en la recompensa hacen que el oro restante sea más valioso debido a su escasez.