¿Qué es el dividendo prescrito?
Un dividendo prescrito es aquel que, habiendo sido aprobado por la empresa y asignado al accionista, no ha sido reclamado ni cobrado dentro del plazo legal establecido. En otras palabras, si dejas pasar demasiado tiempo sin solicitar el cobro de tus dividendos, podrías perder ese derecho de forma definitiva.
En España, el plazo habitual para reclamar un dividendo es de 5 años. Si no lo haces dentro de ese periodo, se considera prescrito, lo que significa que la empresa ya no tiene la obligación legal de pagártelo.
Esto ocurre por una razón clara: la ley busca establecer límites temporales para evitar que las empresas mantengan indefinidamente pasivos abiertos en sus cuentas. Una vez prescrito, el dinero vuelve a la empresa, y tú como inversor pierdes ese ingreso.
Es importante entender que el dividendo prescrito no depende de que la empresa lo haya pagado o no voluntariamente. Si tú como accionista no lo reclamas en tiempo y forma, simplemente se extingue tu derecho sobre él.
Por eso es clave llevar un buen control de tus inversiones, revisar las fechas de pago y estar atento a las notificaciones de tu broker o banco depositario. Un despiste puede costarte dinero que te pertenece.
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¿Por qué existe la prescripción? (objetivos legales y contables)
Ahora que ya sabes qué es un dividendo prescrito, es importante entender por qué se aplica esta norma y cuál es su razón de ser tanto a nivel legal como contable.
La prescripción existe por motivos de seguridad jurídica. El sistema legal necesita poner límites de tiempo para que los derechos económicos no queden abiertos indefinidamente. De esta forma, se evita que, años después, surjan reclamaciones que ya no tienen sentido administrativo o financiero.
Desde el punto de vista de la empresa, también hay un motivo práctico: limpiar los pasivos pendientes en su contabilidad. Si una compañía tuviera que mantener en sus balances todas las deudas por dividendos no reclamados, esto alteraría su situación financiera y complicaría la gestión de sus recursos.
Por eso, cuando pasa el plazo de prescripción, la empresa ya no tiene que provisionar ese importe como deuda pendiente. Contablemente, ese dinero se reintegra a su patrimonio, lo que puede suponer un beneficio económico.
Además, el sistema se protege de posibles fraudes o errores. Imagina que después de 10 o 15 años alguien intenta reclamar un dividendo sin documentación. La prescripción permite cerrar ese capítulo legalmente, sin dejar cabos sueltos.
¿Cómo evitar que prescriban tus dividendos?
Después de entender qué es un dividendo prescrito y por qué existe esta figura legal, llegamos al punto más importante para ti como inversor: cómo evitar que esto te pase a ti.
La clave está en mantener un control activo sobre tus inversiones. A continuación, te dejo algunas recomendaciones prácticas que te ayudarán a no perder ni un euro por simple despiste:
1. Revisa con frecuencia tus cuentas de valores
Accede regularmente a tu cuenta de broker o entidad bancaria donde tengas tus acciones. Ahí es donde aparecerán los dividendos aprobados y pendientes de pago.
2. Presta atención a las fechas clave
Debes conocer dos fechas importantes:
- La fecha ex‑dividendo, que marca cuándo tienes que tener las acciones en tu poder para tener derecho al cobro.
- La fecha de pago, que es cuando se realiza la transferencia.
Si conoces estas fechas, puedes reclamar rápidamente si no recibes el ingreso esperado.
3. Activa las notificaciones y alertas
La mayoría de brokers te permiten activar alertas por email o SMS. Esto te avisará cuando se acerque el pago de un dividendo. No dependas de tu memoria, automatiza.
4. Mantén actualizados tus datos personales
Una causa común de dividendos no cobrados es que la empresa o el broker no pueden contactarte. Asegúrate de que tu dirección, correo electrónico y datos bancarios estén siempre al día.
5. Verifica regularmente si hay dividendos antiguos pendientes
Algunos brokers permiten consultar los dividendos pasados. Si ves alguno que no has cobrado, contacta de inmediato con tu entidad para resolverlo cuanto antes.
6. Ten claro el procedimiento de reclamación
Cada broker tiene sus propios canales para reclamar un dividendo no cobrado. Familiarízate con el proceso. Cuanto más rápido actúes, más sencillo será solucionarlo.
Conclusión
Como has visto, el concepto de dividendo prescrito no es solo una curiosidad legal, sino una realidad que puede impactar directamente en tus ingresos como inversor. Y lo más importante: es totalmente evitable si conoces bien cómo funciona el sistema y actúas con previsión.
La prescripción tiene su razón de ser, tanto desde el punto de vista jurídico como contable, pero eso no significa que tengas que resignarte a perder lo que te corresponde. Al contrario: con buenos hábitos de control, un seguimiento adecuado y el uso correcto de las herramientas que te ofrece tu broker, puedes asegurarte de cobrar cada euro que te pertenece.
Por tanto, si estás construyendo una cartera de dividendos para el largo plazo, incorpora este aspecto a tu estrategia: no basta con elegir buenas empresas, también hay que saber cobrar en el momento adecuado.
Y recuerda, en Finantres estamos aquí para ayudarte a sacar el máximo rendimiento a tu inversión en dividendos, evitando errores que pueden costarte caro. ¡No dejes que se te escape nada por falta de información o seguimiento!