¿Qué son los dividendos en efectivo y en acciones?
Cuando una empresa reparte beneficios entre sus accionistas, puede hacerlo de dos formas principales: pagando dividendos en efectivo o entregando dividendos en acciones. Aunque ambos son formas de remuneración, funcionan de manera muy diferente y tienen implicaciones distintas para ti como inversor. Vamos a verlas con claridad.
Dividendos en efectivo
Este es el tipo de dividendo más habitual. La empresa paga directamente una cantidad de dinero a cada accionista, en función del número de acciones que posea. Por ejemplo, si tienes 1.000 acciones de una empresa que paga un dividendo de 0,30 € por acción, recibirás 300 € en efectivo en tu cuenta de valores.
📌 Ventaja clave: Es una forma inmediata de obtener rentabilidad. Puedes usar ese dinero como quieras: reinvertirlo, gastarlo, o dejarlo en liquidez.
📌 Ten en cuenta: Estos dividendos tributan como rendimientos del capital mobiliario en la declaración de la renta, por lo que Hacienda se lleva una parte.
Dividendos en acciones
En lugar de pagarte en dinero, la empresa te da más acciones de la propia compañía. Se reparten en proporción a las que ya tienes. Por ejemplo, si la empresa reparte 1 acción nueva por cada 20 antiguas, y tú tienes 1.000 acciones, recibirías 50 acciones adicionales.
A esto también se le llama “scrip dividend” o dividendo flexible, muy popular entre las empresas del IBEX 35 como ACS o Repsol.
📌 Ventaja clave: No necesitas pagar impuestos inmediatamente si eliges recibir acciones. Solo tributarás cuando las vendas en el futuro, como si fueran una plusvalía.
📌 Ten en cuenta: Si eliges esta opción, la empresa no pierde liquidez. Pero puede haber dilución: al aumentar el número de acciones en circulación, el valor por acción puede reducirse.
👉 Aquí tienes nuestro ranking actualizado: Mejores brokers de Dividendos
Después de entender qué son los dividendos en efectivo y en acciones, es fundamental que conozcas las ventajas e inconvenientes de cada tipo de dividendo para tomar decisiones acertadas en tu cartera. Te lo resumo de forma clara y visual en la siguiente tabla comparativa, basada en criterios clave y con ejemplos reales del mercado español.
Ventajas e inconvenientes de los dividendos en efectivo y en acciones
| Criterio | Dividendo en efectivo | Dividendo en acciones |
|---|---|---|
| Liquidez inmediata | ✅ Sí. Recibes dinero directamente en tu cuenta. Ideal si necesitas ingresos regulares. | ❌ No. No recibes efectivo, sino más acciones. |
| Fiscalidad | ❌ Tributa como rendimiento del capital mobiliario desde el primer euro. | ✅ Fiscalidad diferida: tributa solo si vendes las nuevas acciones. |
| Impacto contable en la empresa | ❌ Supone una salida directa de caja, reduciendo liquidez y recursos propios. | ✅ No hay salida de caja. Mejora la salud financiera a corto plazo. |
| Dilución del valor por acción | ✅ No hay dilución. Tus acciones mantienen su peso en el capital social. | ❌ Sí. Aumenta el número de acciones en circulación, y diluye la participación. |
| Reinversión automática | ❌ No hay reinversión directa, a menos que tú lo hagas por tu cuenta. | ✅ Sí. Aumenta tu participación sin coste adicional. |
| Control del inversor | ✅ Tú decides qué hacer con el dinero: reinvertir, ahorrar o gastar. | ❌ Menos flexibilidad, ya que recibes acciones automáticamente si no eliges lo contrario. |
| Preferido por… | Inversores que buscan ingresos pasivos constantes o liquidez. | Inversores con visión de largo plazo y acumulación de capital. |
| Ejemplos reales | Enagás, Endesa, Mapfre y Repsol suelen ofrecer dividendos en efectivo. | ACS, Iberdrola y Santander aplican el sistema de scrip dividend con opción en acciones. |
Como ves, ambas modalidades tienen sentido según tu situación personal, fiscal y tus objetivos financieros. Lo importante es entender cómo afecta cada una a tu rentabilidad, a tu planificación fiscal y a la evolución de tu inversión en el tiempo.
Fiscalidad en España: comparativa clara
Después de analizar cómo funciona cada tipo de dividendo y sus implicaciones operativas, es crucial que tengas claro cómo tributan en España. Porque, al final del día, lo que realmente te importa es cuánto te queda limpio en el bolsillo después de impuestos.
Aquí vamos a explicarte de forma sencilla la diferencia fiscal entre los dividendos en efectivo y los dividendos en acciones, para que puedas optimizar tu estrategia y evitar sorpresas con Hacienda.
💶 Dividendos en efectivo: tributación directa
Los dividendos que se reciben en metálico tributan como rendimientos del capital mobiliario en el IRPF. Esto significa que el dinero que recibes en tu cuenta por este concepto se integra directamente en tu base del ahorro.
Los tramos actuales de tributación (2025) son los siguientes:
- Hasta 6.000 €: tributas al 19 %
- De 6.000,01 € a 50.000 €: tributas al 21 %
- De 50.000,01 € a 200.000 €: tributas al 23 %
- Más de 200.000 €: tributas al 27 %
📌 Ejemplo práctico: Si cobras 1.000 € en dividendos de Endesa, pagarás 190 € en impuestos (19 %). Es decir, realmente te quedarán 810 € netos.
Además, los dividendos en efectivo están sujetos a retención automática del 19 % al momento de cobrarlos. Esa cantidad se descuenta directamente, y luego se ajusta en la declaración anual del IRPF.
📈 Dividendos en acciones: diferimiento fiscal
Cuando optas por recibir acciones en lugar de dinero, la cosa cambia.
No tributas nada en el momento de recibir las acciones. La Agencia Tributaria considera que no ha habido ganancia efectiva aún, ya que no has materializado el beneficio.
La tributación se produce más adelante, cuando vendes esas acciones. En ese momento, el beneficio que obtengas tributa como ganancia patrimonial, también dentro de la base del ahorro y con los mismos tramos anteriores.
📌 Ejemplo práctico: Recibes 100 acciones nuevas de ACS sin coste hoy. Si las vendes dentro de dos años por 500 €, ese importe se considerará ganancia patrimonial y se tributará al tipo correspondiente según el tramo que te toque.
¿Qué significa esto para ti?
- Si buscas cobros periódicos y liquidez inmediata, los dividendos en efectivo te pueden interesar, aunque pagues impuestos desde el primer euro.
- Si tu prioridad es hacer crecer tu inversión sin impacto fiscal inmediato, los dividendos en acciones te ofrecen una ventaja clara: el diferimiento fiscal.
¿Para qué tipo de inversor está indicada cada modalidad?
Ya sabes cómo funciona la fiscalidad en España para ambos tipos de dividendos. Ahora bien, ¿cuál de estas opciones encaja mejor contigo como inversor? Aquí entra en juego tu perfil, tus objetivos financieros y tu estrategia de inversión a medio y largo plazo.
Inversor conservador: liquidez y previsibilidad
Si eres un inversor de perfil conservador, seguramente valoras más la estabilidad y el flujo de ingresos regulares que la acumulación de capital.
En este caso, los dividendos en efectivo son tu mejor aliado:
- Te permiten generar ingresos pasivos constantes.
- Puedes complementar tu pensión o cubrir gastos periódicos.
- No dependes de vender acciones para obtener liquidez.
- Tienes control inmediato sobre el dinero recibido.
Este perfil es muy común entre inversores jubilados o próximos a la jubilación, que priorizan la seguridad y la rentabilidad neta inmediata.
Inversor de crecimiento: visión a largo plazo
Por el contrario, si tu enfoque está en acumular capital, reinvertir y hacer crecer tu cartera, los dividendos en acciones pueden darte ventaja.
- No tributas inmediatamente, por lo que difieres la carga fiscal.
- Reinvierte automáticamente sin que tengas que hacer nada.
- Aumentas el número de acciones en propiedad sin coste adicional.
- Aprovechas el interés compuesto a largo plazo.
Este modelo encaja con perfiles jóvenes o con horizonte temporal largo, enfocados en construir riqueza de forma progresiva.
Muchas empresas del IBEX, como ACS o Santander, ofrecen este tipo de dividendo flexible (también llamado scrip dividend), permitiendo al inversor elegir entre efectivo o acciones. De hecho, en el caso de ACS, más del 40 % de los accionistas suele optar por recibir acciones.
¿Cómo elegir entre efectivo o acciones? Claves prácticas
Si te estás preguntando qué modalidad te conviene más, aquí tienes los factores clave que debes considerar antes de decidir:
- ¿Necesitas liquidez inmediata?
Opta por efectivo si necesitas el dinero para otros fines. - ¿Te conviene diferir impuestos este año?
Si ya estás en un tramo alto del IRPF, quizá prefieras las acciones para posponer el pago de impuestos. - ¿Tienes una cartera pequeña o estás empezando?
El efectivo puede darte más control y flexibilidad en tus decisiones iniciales. - ¿Tu estrategia es de largo plazo?
Entonces el dividendo en acciones puede ayudarte a ampliar tu posición y beneficiarte del crecimiento futuro. - ¿Tienes un broker con comisiones altas por reinversión?
En ese caso, el dividendo en acciones puede ser una forma eficiente de reinvertir sin coste. - ¿Cómo se comporta la empresa que paga el dividendo?
Analiza si el dividendo en acciones genera dilución o si la empresa recompra acciones para compensarla.
Elegir entre dividendo en efectivo o en acciones no es una decisión universal, depende totalmente de tu situación, tu fiscalidad y tus objetivos personales.
Errores comunes y qué evitar
Aquí tienes una tabla con los fallos más habituales que cometemos como inversores al elegir entre dividendo en efectivo o en acciones, y cómo puedes evitarlos:
| Error común | Por qué es un problema | Cómo evitarlo |
|---|---|---|
| Confundir una ampliación liberada con un dividendo real | Puedes pensar que estás recibiendo un beneficio cuando solo estás recibiendo más acciones. | Lee bien las condiciones del scrip dividend y revisa si es opcional o una ampliación real. |
| Pasar por alto las comisiones del broker | Algunas plataformas cobran por operaciones con dividendos, incluso con scrip dividend. | Revisa la política de comisiones de tu broker antes de aceptar dividendos en acciones. |
| No entender el efecto dilución | Recibir más acciones puede parecer positivo, pero si la empresa no compensa esa emisión, tu participación pierde valor. | Evalúa si la empresa realiza recompras o si hay impacto en el valor de cotización. |
| Elegir solo por inercia fiscal | Pensar únicamente en “pagar menos impuestos” puede dejarte sin liquidez cuando la necesitas. | Considera tu situación financiera completa, no solo el efecto fiscal inmediato. |
| No reinvertir el dividendo en efectivo | Si no reinviertes, puedes perder el efecto del interés compuesto. | Si eliges efectivo, diseña una estrategia de reinversión automática o manual. |
| Desconocer los plazos para elegir opción en el scrip dividend | Si no eliges a tiempo, algunas empresas aplican la opción predeterminada (generalmente en acciones). | Marca en tu calendario los periodos para comunicar tu elección al broker. |
Conclusión / Recomendaciones rápidas
Cada inversor es distinto. Por eso, aquí tienes un resumen con consejos claros y directos para que tomes la decisión correcta:
🔹 ¿Buscas ingresos constantes y controlar tu liquidez?
Elige dividendos en efectivo. Son simples, predecibles y te permiten decidir qué hacer con el dinero.
🔹 ¿Tu objetivo es acumular capital a largo plazo sin preocuparte por la fiscalidad inmediata?
Apuesta por dividendos en acciones. Reinvierte sin coste y deja que el interés compuesto haga su trabajo.
🔹 ¿Tienes dudas sobre qué opción elegir en cada empresa?
Revisa su historial de pagos, el tratamiento fiscal y las condiciones que ofrecen en cada scrip dividend. Y si tienes dudas, pregunta a tu broker o asesórate bien antes de tomar decisiones automáticas.
🔹 ¿Utilizas el dividendo como base de tu estrategia?
Entonces, vigila también la sostenibilidad del dividendo, la política de la empresa y su situación financiera.
