¿Por qué es esencial en México?
En México, tener un fondo de emergencia no es solo una recomendación financiera… es una necesidad urgente. La realidad económica del país muestra una vulnerabilidad que afecta directamente al bolsillo de millones de personas.
Más del 60% de los mexicanos no tiene ningún tipo de ahorro formal, lo que significa que, ante una emergencia médica, una pérdida de empleo o una reparación urgente del hogar, muchas familias se ven obligadas a endeudarse o recurrir a préstamos informales con intereses altísimos.
Esta falta de ahorro no es solo por descuido. Se debe a varios factores:
- Bajos niveles de ingreso promedio, que dificultan apartar dinero mensualmente.
- Alta informalidad laboral, que deja a millones sin acceso a prestaciones o seguridad social.
- Escasa educación financiera, lo que lleva a no entender la importancia de anticiparse a imprevistos.
Además, la inflación y la devaluación del peso impactan directamente el poder adquisitivo, haciendo que lo que antes costaba 100 pesos, hoy cueste mucho más. Y en ese contexto, no tener un colchón financiero se convierte en un riesgo constante.
Tener un fondo de emergencia te permite enfrentar imprevistos sin desestabilizar tus finanzas, sin recurrir a la tarjeta de crédito o préstamos que solo generan más presión. En un país donde el sistema de salud pública puede tener demoras, y donde muchas veces se depende de un solo ingreso por familia, este fondo actúa como un salvavidas real.
Por eso, empezar a construirlo cuanto antes, aunque sea con poco, es una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar. En el siguiente punto veremos cuánto deberías tener ahorrado y cómo calcularlo fácilmente.
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¿Cuánto debe tener tu fondo de emergencia en México?
Ahora que ya sabes por qué es tan importante tener un fondo de emergencia en México, vamos a lo práctico: ¿cuánto dinero necesitas realmente?
La recomendación más común y efectiva es que tu fondo cubra entre 3 y 6 meses de tus gastos básicos. Esto te da un margen de tiempo suficiente para reorganizarte si pierdes el trabajo, tienes una urgencia médica o surge un gasto inesperado que no puedes ignorar.
Pero ojo, este cálculo no es igual para todos. Depende directamente de tu estilo de vida, tus ingresos y tus responsabilidades. Por eso es tan importante que el cálculo sea personalizado y realista.
Para darte una idea:
- Si tus gastos fijos mensuales (renta, comida, transporte, servicios, salud) son de 12,000 pesos…
- Entonces tu fondo mínimo debería ser de 36,000 pesos (3 meses).
- Y si quieres más tranquilidad, lo ideal sería contar con hasta 72,000 pesos (6 meses).
Este rango es ideal para la mayoría de las familias mexicanas, especialmente si no cuentan con un ingreso constante o tienen dependientes económicos.
Y si ahora mismo piensas “ni de broma puedo ahorrar eso”, tranquilo: la clave está en empezar, aunque sea con poco. El fondo no se construye de golpe, se construye con constancia. En los siguientes puntos te enseñaré cómo calcularlo paso a paso y dónde guardar ese dinero para que esté seguro y disponible cuando más lo necesites.
¿Dónde guardar tu fondo de emergencia en México?
Ya sabes cuánto deberías ahorrar, pero ahora viene una decisión igual de importante: ¿dónde guardas ese dinero para que esté seguro y disponible cuando lo necesites?
Tu fondo de emergencia no debe estar en una inversión riesgosa ni en algo que no puedas tocar fácilmente. Necesitas seguridad, liquidez y, si es posible, algo de rendimiento. Aquí te dejo las mejores opciones para México:
1. Cuentas de ahorro de alto rendimiento
Son ideales porque tu dinero está disponible en cualquier momento y muchas ofrecen rendimientos por encima del promedio bancario tradicional. Busca cuentas en bancos digitales o fintechs que ofrezcan rendimientos del 8% al 10% anual y que no te cobren comisiones por manejo.
2. CETES (Certificados de la Tesorería)
Una opción muy popular en México. Puedes invertir en CETES a través de CETESdirecto, sin intermediarios ni comisiones. Son inversiones seguras y respaldadas por el gobierno. Aunque no son tan líquidos como una cuenta de ahorro, puedes elegir plazos cortos (28 días, por ejemplo) para mantener acceso frecuente al dinero.
3. Fondos de inversión de bajo riesgo
Si ya tienes algo más de fondo acumulado, puedes considerar fondos de deuda o instrumentos gubernamentales que ofrecen un poco más de rendimiento que una cuenta de ahorro, pero sin asumir grandes riesgos. Asegúrate de que el fondo permita retiros rápidos y sin penalizaciones.
4. Apps y fintechs mexicanas confiables
Plataformas como Fintual, Hey Banco o Nu México están ofreciendo productos que combinan rendimiento, liquidez y accesibilidad. Muchas de estas apps están reguladas por la CNBV y te permiten tener control total desde el celular, sin papeleos y con montos mínimos desde 100 pesos.
¿Qué evitar?
Evita guardar tu fondo de emergencia en efectivo en casa o en cuentas que te cobren por retirar tu propio dinero. Tampoco lo pongas en inversiones con riesgo alto como criptomonedas o acciones.
Pasos para comenzar a construir tu fondo en México
Ya sabes cuánto necesitas y dónde guardarlo, pero puede que te estés preguntando: ¿cómo empiezo si apenas me alcanza cada quincena? La buena noticia es que no necesitas grandes cantidades para comenzar. Lo importante es la constancia y la estrategia.
Aquí te comparto los pasos clave para empezar tu fondo de emergencia de forma práctica y realista en México:
1. Abre una cuenta separada
No mezcles este dinero con tu cuenta de gastos diarios. Abre una cuenta exclusiva para tu fondo de emergencia, preferiblemente en una fintech o banco digital que no te cobre comisiones y que te permita ver crecer tu dinero con intereses. Esto evita tentaciones y te da claridad.
2. Automatiza transferencias mensuales
Haz que el ahorro sea automático. Programa una transferencia fija cada vez que recibas tu sueldo. Aunque solo puedas apartar 200 o 500 pesos, lo importante es que se vuelva un hábito. Al automatizarlo, ya no dependes de tu fuerza de voluntad.
3. Recorta gastos “hormiga”
Esos pequeños gastos diarios como cafés, snacks, apps de transporte o compras impulsivas, pueden sumar miles de pesos al mes. Identifícalos y canaliza ese dinero directo a tu fondo. Reducirlos no duele, pero su impacto es enorme.
4. Aprovecha ingresos extra o bonificaciones
Si recibes aguinaldo, utilidades, devolución de impuestos o algún ingreso inesperado, destina una parte directamente a tu fondo. Es dinero que no esperabas, así que no afectará tu presupuesto y te ayudará a avanzar mucho más rápido.