Sí, como autónomo sí puedes abrir una cuenta de empresa, y de hecho, en muchos casos, es muy recomendable. Aunque no es obligatorio por ley tener una cuenta específica para tu actividad profesional (puedes operar con una cuenta personal), lo cierto es que separar tus finanzas personales de las profesionales te va a facilitar muchísimo la vida: desde llevar una contabilidad más clara hasta evitar problemas en caso de inspección de Hacienda.
👉 Descubre aquí cuáles son las mejores cuentas para autónomos
Ahora bien, no todas las cuentas de empresa son iguales ni ofrecen lo que necesitamos los autónomos. Hay bancos tradicionales que te van a exigir muchos trámites, comisiones ocultas o condiciones que no se adaptan a nosotros. Por eso, yo suelo recomendar Qonto o bunq, porque están pensadas justo para perfiles como el nuestro: autónomos, freelances o pequeños negocios. Tienen todo digital, buena atención al cliente y lo más importante: una plataforma simple para gestionar facturas, pagos y movimientos de forma clara y sin líos.
👉 Conoce más sobre la cuenta de empresa de Qonto
Además, abrir una cuenta de empresa siendo autónomo no implica constituir una sociedad. Esto es algo que mucha gente confunde. Puedes seguir siendo persona física y darte de alta con tu DNI, pero aprovechar las ventajas de una cuenta pensada para negocios. Algunas de estas ventajas son la posibilidad de emitir tarjetas para gastos profesionales, tener IBANs separados, generar informes automáticos o incluso conectar tu cuenta bancaria con herramientas de facturación y gestión contable.
Si te decides, revisa bien las condiciones antes de abrirla. Algunas entidades te exigen ingresos mínimos mensuales o permanencia, otras no. En mi caso, elegí Qonto porque no tiene letra pequeña y pude abrir mi cuenta 100 % online en menos de 10 minutos. Además, tiene integración directa con herramientas que ya usaba para mis facturas.
👉 Y si buscas algo más flexible, bunq puede ser una buena alternativa