Si estás facturando poco como autónomo, lo primero que necesitas es un datáfono sin cuotas mensuales, que te permita operar sin compromisos ni costes fijos. Lo más importante en estos casos es evitar gastos innecesarios y pagar solo cuando realmente cobras. Una opción muy recomendable es el TPV de Qonto, que se integra perfectamente con tu cuenta bancaria y te permite cobrar con tarjetas físicas y digitales. Su sistema sin permanencia, sin alquiler mensual y con comisiones muy competitivas lo convierten en uno de los más flexibles para quienes están empezando o facturan poco.
Otra opción que está ganando mucho terreno es Square, que además de no tener costes fijos, permite cobrar con tarjeta desde el móvil usando Tap to Pay o comprando un lector económico. En esa misma línea, el TPV de Sabadell es muy potente si prefieres una entidad bancaria tradicional: ofrece terminales móviles y de sobremesa, con promociones sin coste de alta ni mantenimiento durante los primeros meses, y comisiones ajustadas por volumen de ventas. Esto es especialmente útil si no quieres complicarte con la gestión online o buscas un poco más de soporte humano.
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Si vendes productos online o tienes una tienda en internet, considera también un TPV virtual sin comisiones fijas. Este tipo de solución te permite aceptar pagos con tarjeta desde tu web, sin necesidad de hardware físico. Hay muchas opciones económicas y fáciles de integrar con plataformas como WooCommerce o Shopify.
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En resumen, si tu facturación es baja, lo ideal es usar un datáfono sin permanencia, con coste por uso, y con buena atención al cliente. Qonto y Sabadell ofrecen soluciones prácticas, económicas y seguras, tanto para cobros físicos como online. Además, si en el futuro creces y necesitas más opciones, puedes escalar a sistemas más completos sin tener que cambiar de proveedor.
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