Si tributas por el régimen de estimación objetiva, lo que comúnmente se conoce como módulos, tus obligaciones fiscales están bastante marcadas y se basan en cálculos fijos según tu actividad, no en lo que realmente facturas o gastas. La principal obligación es presentar trimestralmente el Modelo 131, que es el pago fraccionado del IRPF. Este modelo se basa en unos parámetros establecidos por Hacienda como los metros del local, el consumo eléctrico o el número de empleados. Solo puedes acogerte a este régimen si tu actividad está incluida en la orden ministerial correspondiente, como por ejemplo transporte, comercio minorista u hostelería.
Además, si estás en módulos, también puedes estar en el régimen simplificado de IVA, lo que implica presentar el Modelo 303 cada trimestre, aunque en este caso el IVA también se calcula de forma objetiva. A final de año, tendrás que presentar el resumen anual con el Modelo 390. En caso de que pagues alquileres o sueldos con retenciones, también te tocará presentar modelos como el 115 o el 111. No es obligatorio llevar una contabilidad como tal, pero sí conservar las facturas emitidas y recibidas, así como llevar libros registros del IVA si corresponde.
Para seguir en módulos en 2025, tus ingresos no pueden haber superado ciertos límites en 2024. Se mantienen los umbrales de 250.000 euros anuales si vendes a particulares y 125.000 si facturas a empresas. También hay un tope de 150.000 euros en compras de bienes y servicios. En muchos casos, se aplica una reducción general del 5 % al rendimiento neto de módulos, y en determinadas situaciones excepcionales (como zonas afectadas por la DANA), esta reducción puede llegar al 25 %. Si te sales de estos límites o renuncias voluntariamente, pasarías al régimen de estimación directa.
En caso de querer renunciar a módulos, puedes hacerlo de forma expresa presentando el modelo 036 o 037 antes de que acabe el año, o de forma tácita si en el primer trimestre presentas ya modelos en estimación directa. Esto es especialmente útil si tus gastos son elevados o tus ingresos han bajado, porque en módulos pagarás lo mismo factures lo que factures. Eso sí, antes de cambiar de régimen conviene comparar bien qué tipo de cuenta bancaria se adapta mejor a la operativa que vas a tener como autónomo.
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