Si presentas el modelo 130 fuera de plazo, lo primero que ocurre es que se considera una declaración extemporánea. En estos casos, si el resultado sale a pagar y eres tú quien lo presenta de forma voluntaria, sin que Hacienda te haya enviado aún ningún requerimiento, se te aplica un recargo. Este recargo empieza en un 1 % sobre el importe que tenías que ingresar, y va aumentando un 1 % adicional por cada mes completo de retraso, hasta un máximo del 15 %. Es decir, cuanto más tardes, más te costará, pero si lo haces antes de que te pillen, al menos evitas una sanción más grave.
Ahora bien, si ya ha pasado un tiempo y es Hacienda quien detecta que no has presentado el modelo y te lo requiere, ahí la cosa se complica. Además del importe a ingresar y de los recargos por presentación fuera de plazo, también te pueden imponer una sanción. Esta sanción puede ir desde el 50 % hasta el 150 % del importe no declarado, dependiendo de la gravedad del caso. Si consideran que has actuado con intención de ocultar ingresos o defraudar, te van a apretar mucho más. En cambio, si simplemente ha sido un despiste o una negligencia leve, la sanción será menor, pero sigue siendo dinero que podrías haberte ahorrado.
En los casos en los que el modelo 130 salga negativo, a cero o simplemente sea informativo (por ejemplo, si no has tenido ingresos ese trimestre), también hay consecuencias por presentarlo fuera de plazo. Si lo haces por tu cuenta antes de que Hacienda diga nada, lo habitual es una sanción fija de 100 euros. Pero si es la Agencia Tributaria quien te lo reclama y tú no lo habías presentado, entonces la sanción sube a 200 euros. Además, si el modelo contiene datos informativos, también pueden aplicarte una multa de 10 euros por cada dato incluido, con un mínimo establecido.
Por todo esto, si te has retrasado en la presentación del modelo 130, lo mejor que puedes hacer es solucionarlo cuanto antes. Cuanto más tardes, más caro te saldrá el descuido. Si no puedes pagar en el momento, siempre puedes solicitar un aplazamiento, lo importante es no dejarlo pasar. Además, si te llega una sanción y crees que no se ajusta a tu situación, recuerda que puedes presentar alegaciones. Esto es parte de nuestra vida como autónomos, y cuanto mejor tengamos organizada la parte financiera, más fácil será cumplir con Hacienda.
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