¿Qué es un dividendo complementario?
Cuando una empresa obtiene beneficios al cierre del año fiscal, puede decidir repartir parte de esos beneficios entre sus accionistas. Este reparto se hace habitualmente en forma de dividendos, que pueden entregarse en diferentes momentos del año. En este contexto, el dividendo complementario es aquel pago adicional que se aprueba al final del ejercicio, tras el cierre de las cuentas anuales.
A diferencia de otros dividendos, el complementario se aprueba en la Junta General de Accionistas, una vez que se han verificado los resultados definitivos del ejercicio. Su propósito es complementar pagos anteriores (como los dividendos a cuenta) y asegurar que los accionistas reciban una porción justa del beneficio total anual.
Diferencia entre dividendo a cuenta y complementario
El dividendo a cuenta es un anticipo de beneficios que se paga durante el ejercicio fiscal, antes de cerrar el año y sin tener aún las cuentas definitivas auditadas. Se hace con previsiones y requiere ciertas garantías financieras.
En cambio, el dividendo complementario se basa en cifras cerradas y auditadas. Por eso, es más seguro y definitivo, ya que depende de la aprobación oficial de los estados financieros y suele ser parte del reparto final de beneficios del año.
En resumen:
- Dividendo a cuenta: pago anticipado, durante el año.
- Dividendo complementario: pago posterior, tras aprobar las cuentas anuales.
Contextualización en el marco de la inversión en España
En España, muchas de las grandes cotizadas del IBEX 35 reparten dividendos en distintas fases del año. El dividendo complementario es clave para muchos inversores que siguen estrategias basadas en la rentabilidad por dividendo, ya que este tipo de reparto suele tener mayor previsibilidad y estabilidad que los pagos anticipados.
Además, el marco legal español exige que la distribución del dividendo complementario se haga tras su aprobación formal en la Junta General, lo cual ofrece transparencia y protección al accionista minoritario.
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¿Cómo y cuándo se aprueba un dividendo complementario?
Una vez que la empresa ha cerrado sus cuentas del ejercicio y dispone de resultados auditados, llega el momento de decidir cómo se repartirán esos beneficios. Aquí es donde entra en juego el dividendo complementario, que se convierte en una herramienta clave para cerrar el ciclo de retribución al accionista.
Proceso de aprobación por la Junta General de Accionistas
La decisión final sobre el dividendo complementario la toma la Junta General de Accionistas, que suele celebrarse en los primeros meses del año siguiente al cierre del ejercicio (normalmente entre abril y junio en España).
En esta reunión, el Consejo de Administración presenta los resultados financieros y propone un destino para los beneficios: reinversión, reservas o reparto entre accionistas. Si se opta por lo último, se detalla la cuantía del dividendo complementario.
Es importante entender que sin la aprobación de la Junta, el dividendo complementario no puede pagarse, ya que requiere un acuerdo formal.
Momento del ejercicio fiscal en que se suele aprobar
En el calendario habitual de una empresa española, el dividendo complementario se aprueba y paga tras el cierre del ejercicio fiscal, que en la mayoría de los casos corresponde al 31 de diciembre. Esto significa que su aprobación suele darse en el segundo trimestre del año siguiente, cuando ya están disponibles las cuentas auditadas.
Por ejemplo, si una empresa cierra su ejercicio en diciembre de 2024, el dividendo complementario correspondiente a ese ejercicio se aprobaría previsiblemente entre abril y junio de 2025.
Requisitos legales según la Ley de Sociedades de Capital
La Ley de Sociedades de Capital en España establece ciertos requisitos para poder repartir dividendos, entre ellos:
- Existencia de beneficios distribuibles (es decir, después de cubrir pérdidas anteriores y dotar reservas legales).
- Aprobación por la Junta General, tras la propuesta del Consejo.
- Respeto a la proporcionalidad en el reparto, salvo que los estatutos establezcan excepciones.
Además, la empresa debe garantizar que el reparto no compromete su estabilidad financiera, lo que protege tanto a los accionistas como a la propia compañía.
Gracias a este marco legal, el dividendo complementario se convierte en una forma sólida y transparente de retribuir al inversor, alineada con los intereses de la empresa y sus accionistas.
Diferencias entre dividendo complementario, a cuenta y extraordinario
Tras comprender cómo y cuándo se aprueba el dividendo complementario, es fundamental conocer cómo se diferencia respecto a otros tipos de dividendos. En el mundo de la inversión, no todos los dividendos son iguales, y entender estas diferencias puede marcar la diferencia a la hora de tomar decisiones estratégicas.
Aquí tienes una tabla comparativa clara, sencilla y con ejemplos para que no tengas dudas:
Tipo de Dividendo | Cuándo se paga | Requiere aprobación de la Junta | Origen de los fondos | Frecuencia | Ejemplo práctico |
---|---|---|---|---|---|
Dividendo a cuenta | Durante el ejercicio fiscal, antes del cierre | No, basta con acuerdo del Consejo | Beneficios previstos | 1-2 veces al año (variable) | Repsol reparte un dividendo en noviembre anticipando beneficios del ejercicio actual. |
Dividendo complementario | Tras el cierre del ejercicio y aprobación de cuentas | Sí, obligatorio | Beneficios reales (auditados) | 1 vez al año | BBVA paga en abril un dividendo complementario tras la Junta de Accionistas. |
Dividendo extraordinario | En cualquier momento del año | Sí, obligatorio | Excedentes excepcionales o ventas puntuales | Ocasional | Telefónica vende activos y distribuye un dividendo extraordinario a los accionistas. |
Como ves, la clave está en el momento del pago, su base financiera y la necesidad o no de aprobación formal. Esto no solo afecta a cuándo recibirás el dinero, sino también a la seguridad y la estabilidad del dividendo.
Esta comparativa te ayudará a reconocer qué tipo de dividendo estás recibiendo y cómo puede influir en tu estrategia de inversión.
Impacto del dividendo complementario en los accionistas
Después de ver en detalle las diferencias entre los tipos de dividendos, toca centrarnos en lo que realmente te interesa como inversor: cómo te afecta directamente el dividendo complementario. Porque más allá de la teoría, este tipo de reparto tiene implicaciones reales en tu rentabilidad, en tu planificación fiscal y en tu estrategia de inversión.
Beneficios para los inversores
El dividendo complementario representa una fuente estable de ingresos para el accionista. Al basarse en beneficios auditados, ofrece una mayor seguridad que otros tipos de dividendos. Esto lo convierte en un elemento muy atractivo para quienes buscan ingresos recurrentes y predecibles a lo largo del año.
Además, al tratarse del reparto final del ejercicio, suele ser el más generoso o significativo dentro del calendario de dividendos de muchas empresas cotizadas.
Cómo afecta a la rentabilidad de la inversión
Desde el punto de vista de la rentabilidad, el dividendo complementario incrementa el rendimiento total por dividendo que obtiene el accionista. Si sumamos los pagos a cuenta y el complementario, obtenemos el conocido “dividendo anual total”, un dato clave para medir la rentabilidad de una acción.
Este tipo de dividendo también puede influir en el precio de la acción. Por ejemplo, en los días previos al pago, el mercado suele reaccionar positivamente, ya que representa un flujo real de efectivo hacia los inversores.
Consideraciones fiscales y estratégicas
En España, los dividendos tributan como rendimientos del capital mobiliario y están sujetos a retención fiscal desde el primer euro. Es decir, cada dividendo que recibas, incluido el complementario, tributa entre un 19 % y un 28 % según el tramo.
A nivel estratégico, muchos inversores utilizan los dividendos complementarios como herramienta de planificación financiera, reinvirtiendo esos ingresos en otras oportunidades o utilizándolos como fuente de liquidez periódica.
En definitiva, el dividendo complementario no solo mejora la rentabilidad de tu cartera, sino que también te da margen para tomar decisiones más informadas y flexibles como inversor.
Cómo interpretar y aprovechar los dividendos complementarios en tu estrategia de inversión
Entendido el impacto que tienen los dividendos complementarios en tu bolsillo, el siguiente paso es saber cómo puedes incorporarlos de forma inteligente en tu estrategia de inversión. Porque no se trata solo de cobrar dividendos, sino de hacer que trabajen a tu favor.
Consejos para inversores particulares
Si eres un inversor particular, lo primero es identificar aquellas empresas que tienen un historial sólido y predecible de reparto de dividendos complementarios. Empresas del IBEX 35 como Iberdrola o Endesa suelen tener políticas estables que facilitan la planificación.
Además, es recomendable:
- Revisar el calendario de dividendos de cada empresa para anticipar los pagos.
- No comprar acciones justo antes del dividendo solo por obtener ese pago, ya que el precio suele ajustarse al día siguiente.
- Utilizar los dividendos como una herramienta de generación de ingresos pasivos o para reinversión automática (lo que se conoce como “dividend reinvestment”).
Herramientas y recursos para seguir estos dividendos
Existen múltiples recursos para estar al día:
- Plataformas como Investing.com o Bolsamanía publican calendarios actualizados de dividendos.
- Algunos brokers permiten activar alertas para dividendos próximos.
- También puedes consultar los informes financieros trimestrales de las compañías, donde suelen anticipar pagos futuros.
Contar con estas herramientas te permitirá tomar decisiones con antelación y optimizar el rendimiento de tu cartera.
Integración en una cartera de inversión diversificada
El dividendo complementario debe verse como una pata más de tu estrategia general, no como el único pilar. Una buena cartera diversificada combina:
- Acciones con dividendos sólidos (incluyendo complementarios).
- Fondos indexados.
- ETFs.
- Renta fija o liquidez para amortiguar la volatilidad.
El objetivo es que estos dividendos aporten estabilidad y flujo constante, mientras el resto de tus activos trabajan en el crecimiento a largo plazo.
Conclusión
Como has visto, el dividendo complementario es mucho más que un simple pago extra. Es una herramienta clave dentro de cualquier estrategia de inversión basada en ingresos pasivos.
Comprender qué es, cómo se aprueba, cuándo se cobra y cómo te afecta fiscalmente te da ventaja como inversor, sobre todo si quieres construir una cartera sólida que combine crecimiento con rentabilidad.
Y si realmente quieres sacarle partido a este tipo de dividendos, te animo a profundizar en una estrategia de inversión enfocada en dividendos, una de las más consistentes y utilizadas por los inversores más experimentados. Aquí no se trata de adivinar el mercado, sino de dejar que el dinero trabaje para ti, con lógica y planificación