Ser autónomo puede abrirte muchas puertas a la hora de acceder a ayudas públicas, pero también impone ciertos requisitos que debes cumplir si quieres beneficiarte de ellas. Lo primero y más importante es estar dado de alta en el RETA y al corriente de pago tanto con la Seguridad Social como con Hacienda. Cualquier irregularidad, por mínima que sea, puede hacer que te denieguen una subvención. Además, en la mayoría de convocatorias, tanto estatales como autonómicas, te pedirán demostrar la viabilidad de tu actividad, aportar facturas o presupuestos, y justificar que la ayuda será utilizada para crecer o mantener tu negocio.
Una de las ayudas más conocidas es la tarifa plana de autónomos. Esta bonificación permite pagar una cuota reducida de 80 € al mes durante el primer año, y si tus ingresos netos anuales no superan el salario mínimo, puedes prorrogarla por otros doce meses. Algunas comunidades incluso ofrecen la llamada “cuota cero”, que cubre el 100 % de la cuota durante el primer año (y en algunos casos, parte del segundo), siempre que cumplas ciertos requisitos como estar empadronado en la comunidad o no haber sido autónomo recientemente. Esta medida es especialmente útil para quienes están empezando y necesitan reducir costes al máximo.
También existen subvenciones directas que van desde los 2.000 hasta los 10.000 euros para fomentar el autoempleo. Estas ayudas suelen estar destinadas a personas desempleadas que deciden iniciar una actividad por cuenta propia. En algunos casos, también puedes capitalizar el paro, es decir, cobrar en un solo pago el importe pendiente de tu prestación por desempleo para invertirlo en tu proyecto. Estas dos vías de apoyo son perfectamente compatibles siempre que cumplas los criterios establecidos y presentes la documentación adecuada.
Por otro lado, programas como el Kit Digital permiten a los autónomos obtener bonos de hasta 3.000 € para invertir en herramientas tecnológicas, como páginas web, tiendas online o soluciones de ciberseguridad. Además, si decides contratar a alguien, existen bonificaciones en las cotizaciones sociales para fomentar el empleo estable, especialmente si contratas a jóvenes, parados de larga duración o personas con discapacidad. Tener una cuenta bancaria adaptada a las necesidades de autónomo también puede facilitar mucho la gestión de estas ayudas, sobre todo si trabajas con recibos, TPV o integraciones digitales.
👉 Si estás buscando un banco que se adapte a las necesidades específicas de un autónomo, echa un vistazo aquí: mejores bancos y cuentas para emprendedores
👉 Para facilitar la gestión de cobros recurrentes, te puede interesar esta comparativa: mejores bancos y cuentas para emitir recibos
👉 Y si estás dando el paso de digitalizar tu negocio, revisa las opciones disponibles en este artículo: mejores bancos y cuentas para TPV
