¿Es posible ahorrar con ingresos bajos?
Sí, es totalmente posible ahorrar aunque tengas ingresos bajos, y lo más importante: es necesario. Muchas personas piensan que el ahorro es solo para quienes ganan mucho dinero, pero esa creencia es un gran obstáculo. La clave no está en cuánto ganas, sino en cómo gestionas ese dinero.
Ahorrar no significa guardar grandes cantidades, sino tener el hábito de reservar una pequeña parte de tus ingresos de forma constante. Incluso con tan solo 10 € al mes, estás sembrando el hábito que, con el tiempo, marcará la diferencia.
Por ejemplo, una persona que gana 1.000 € al mes y logra ahorrar un 5 % (50 €), está desarrollando una disciplina financiera más sólida que alguien que gana 3.000 € y no ahorra nada. El hábito es más importante que la cantidad.
Además, vivir con ingresos bajos suele agudizar la creatividad y el control del gasto. Muchas veces, quienes ganan menos están más acostumbrados a priorizar y tomar decisiones conscientes, lo cual juega a favor a la hora de ahorrar.
También es importante entender que no se trata solo de recortar, sino de planificar, organizar y hacer pequeños cambios que tengan impacto. Desde evitar los gastos hormiga hasta renegociar servicios o aprovechar apps que te ayuden a controlar tu dinero, hay muchas herramientas accesibles.
Así que sí, tú puedes ahorrar aunque tus ingresos sean bajos. Es un proceso que requiere constancia, enfoque y sobre todo, confianza en que cada paso cuenta. Y estás en el lugar correcto para aprender cómo lograrlo.
🔥 Ahorrar es importante… pero hacerlo con un buen banco lo cambia todo
No basta con apartar dinero cada mes. Para que tu esfuerzo realmente valga la pena, necesitas una cuenta que te ayude a crecer.
Ahí es donde entra bunq: una cuenta 100 % digital, sin comisiones, que te paga intereses por tu saldo y te permite organizar tu dinero con subcuentas, reglas automáticas y control total desde el móvil.
Elabora un presupuesto realista y detallado
Una vez comprendes que sí puedes ahorrar aunque ganes poco, el siguiente paso lógico es saber exactamente a dónde va tu dinero. Y para eso, necesitas elaborar un presupuesto que sea realista, simple y sobre todo, adaptado a tu situación.
El presupuesto es la herramienta clave para tomar el control de tus finanzas. No importa cuánto ingreses, si no sabes cuánto gastas y en qué, será muy difícil ahorrar. Un buen presupuesto no es solo una lista de números: es un mapa claro que te muestra cómo usar mejor cada euro.
Empieza por anotar tus ingresos mensuales. Hazlo con precisión: cuenta solo lo que recibes con seguridad, sin inflar cifras. Luego, anota todos tus gastos, tanto los fijos (como el alquiler, la luz o el transporte), como los variables (comida, ocio, compras espontáneas).
Aquí es donde muchas veces descubrimos “fugas de dinero” que antes pasaban desapercibidas. Una suscripción que no usas, gastos duplicados o comidas fuera de casa que podrías sustituir por preparaciones caseras.
Una técnica útil es la regla 50/30/20, pero adaptada: puedes comenzar con un enfoque más flexible, como un 60/30/10, donde el 60 % se destine a necesidades, el 30 % a deseos y el 10 % al ahorro. Lo importante es que haya una categoría específica para ahorrar, por pequeña que sea.
También puedes utilizar herramientas digitales gratuitas o apps de finanzas que te permitan organizar todo en un solo lugar. Y si prefieres algo más visual, el método del sobre físico sigue siendo una gran opción para evitar pasarte en cada categoría.
Lo esencial es que tu presupuesto sea tuyo, honesto y funcional. No hace falta que sea perfecto, solo que te ayude a decidir mejor cada mes. Conocer tus números te dará tranquilidad y te mostrará que, incluso con poco, puedes empezar a construir un colchón financiero.
Aplica métodos de ahorro efectivos para ingresos bajos
Ya con un presupuesto claro y adaptado a tu realidad, llega el momento de poner en práctica métodos de ahorro que realmente funcionen con ingresos ajustados. No se trata de fórmulas mágicas, sino de estrategias sencillas y comprobadas que te ayudan a priorizar, planificar y, sobre todo, a mantener el hábito del ahorro.
El truco está en adaptar cada método a tu situación, y no al revés. Aquí te presento tres de los más recomendados, explicados para que puedas aplicarlos sin complicaciones:
Método | ¿En qué consiste? | ¿Cómo adaptarlo a ingresos bajos? |
---|---|---|
50/30/20 | Divide tus ingresos: 50 % a necesidades, 30 % a deseos, 20 % a ahorro. | Si ahorrar el 20 % es mucho, empieza con un 5 % o 10 %. Lo importante es empezar. |
Método del sobre | Asigna un sobre con una cantidad fija para cada categoría de gasto. | Usa sobres físicos o apps para evitar gastar de más. Ideal para controlar gastos variables. |
Kakeibo | Método japonés que se basa en escribir tus gastos y reflexionar sobre ellos. | Solo necesitas una libreta. Te ayuda a ser consciente y emocionalmente responsable con tu dinero. |
Cada uno de estos métodos tiene un objetivo común: ayudarte a gastar con intención y ahorrar sin estrés.
Lo bueno es que no necesitas aplicar todos a la vez. Puedes probar uno, ver cómo te funciona y luego incorporar otro. Por ejemplo, muchos comienzan con el método del sobre para tener control físico del dinero, y luego pasan al Kakeibo para profundizar en su relación emocional con el gasto.