¿Cuánto consume un termo eléctrico y por qué es importante reducir su gasto?
Ahorrar luz con el termo eléctrico empieza por entender cuánto consume realmente y por qué este electrodoméstico puede ser uno de los grandes responsables de inflar tu factura.
Consumo promedio de un termo eléctrico
Un termo eléctrico estándar de unos 80 litros, que es uno de los tamaños más comunes en hogares españoles, puede consumir entre 1.500 y 2.000 vatios por hora (1,5 – 2 kWh). Si permanece encendido durante varias horas al día, ese consumo se acumula rápidamente.
Por ejemplo, si el termo funciona unas 3 horas al día a plena potencia, el gasto mensual puede rondar los 90 kWh, lo que equivale a unos 25 € – 30 € al mes, dependiendo de la tarifa eléctrica que tengas contratada.
Si multiplicamos esto por 12 meses, el gasto anual puede superar fácilmente los 300 €, solo por el uso del termo. Esto, sin contar ineficiencias o pérdidas de calor que aumentan aún más el consumo.
Factores que influyen en el consumo del termo
No todos los termos consumen igual. Aquí te dejo los principales factores que influyen en su consumo eléctrico:
- Capacidad del termo: cuanto mayor es el volumen (por ejemplo, 100 litros frente a 50 litros), más electricidad necesita para calentar el agua.
- Frecuencia de uso: en hogares con varias personas o donde se usan muchas duchas largas, el termo se activa con más frecuencia.
- Temperatura seleccionada: cuanto más alta sea la temperatura configurada (por encima de 60°C), más energía necesitará para mantenerla.
- Aislamiento térmico: si el termo no está bien aislado o está en un lugar frío (como un garaje o trastero), pierde calor constantemente, lo que obliga al aparato a calentarse una y otra vez.
- Modelo y antigüedad: los termos antiguos o de gama baja son menos eficientes que los modelos modernos con mejor aislamiento y control electrónico.
¿Por qué es importante reducir su gasto?
El termo eléctrico funciona de forma automática y muchas veces en segundo plano, por lo que no notamos cuánto consume hasta que llega la factura. Reducir su gasto no solo te ayuda a ahorrar dinero mes a mes, sino que también:
- Mejora la eficiencia energética del hogar
- Reduce tu huella de carbono
- Prolonga la vida útil del aparato al evitar sobrecargas o funcionamiento innecesario
Además, si combinas el uso inteligente del termo con una plataforma como bunq, puedes llevar un seguimiento detallado de tus gastos energéticos y establecer metas de ahorro más claras y realistas.
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Consejos prácticos para reducir el consumo del termo eléctrico
Ahora que sabes cuánto puede llegar a consumir tu termo eléctrico, es momento de pasar a la acción. Reducir ese gasto no significa renunciar al confort, sino aplicar una serie de ajustes que pueden marcar una gran diferencia en tu factura de la luz.
Ajusta la temperatura del agua
Uno de los errores más comunes es tener el termo configurado a temperaturas muy altas. Lo ideal es fijarlo entre 45 °C y 55 °C, una franja que garantiza agua caliente suficiente sin un gasto energético excesivo.
Además, a partir de 60 °C, el termo trabaja mucho más para mantener la temperatura y eso repercute directamente en tu consumo. Bajar unos grados puede suponer un ahorro de hasta un 10 % mensual.
Instala un temporizador o enchufe inteligente
El termo no necesita estar encendido todo el día. Con un temporizador o un enchufe inteligente, puedes programar su funcionamiento solo durante las horas necesarias, por ejemplo, una o dos horas antes de ducharte.
De esta forma, evitas que el termo esté funcionando cuando no se necesita, lo que reduce tanto el consumo eléctrico como el desgaste del aparato. Además, si usas una app de gestión como la de bunq, puedes tener un mayor control de tus horarios de uso y tus gastos.
Aprovecha las tarifas con discriminación horaria
Si tienes contratada una tarifa con discriminación horaria, el precio del kWh es más barato por la noche. Puedes programar el termo para que se active en esas horas valle, lo que se traduce en un ahorro significativo.
Activarlo entre las 00:00 y las 08:00, cuando el coste de la electricidad baja considerablemente, puede hacer que pagues mucho menos por calentar el agua.
Elige bien dónde colocas el termo
Poca gente lo tiene en cuenta, pero la ubicación del termo es clave para ahorrar. Si lo instalas en un lugar frío o mal ventilado, como una terraza o trastero sin aislamiento, perderá calor constantemente y necesitará más energía para recuperar la temperatura.
Siempre que sea posible, colócalo en zonas interiores o protegidas del frío. También ayuda que esté cerca de los puntos de uso del agua, para evitar pérdidas por el camino.
Mejora el aislamiento del termo y las tuberías
Muchos termos eléctricos pierden calor a través del depósito o de las tuberías, sobre todo si no están bien aislados. Una solución muy sencilla es envolver el termo con una manta térmica específica o aislar las tuberías con fundas de espuma.
Estas medidas ayudan a mantener la temperatura del agua durante más tiempo, lo que evita que el aparato tenga que encenderse constantemente para recalentar.
Haz un mantenimiento regular
Con el tiempo, los termos acumulan cal en la resistencia y el depósito, lo que reduce su eficiencia y aumenta el consumo eléctrico. Una revisión anual, incluso casera, puede evitar este problema.
Vaciar el termo una vez al año y revisar el ánodo de magnesio puede prevenir averías y mantener su rendimiento óptimo. Si no sabes cómo hacerlo, lo mejor es llamar a un profesional.
Tecnologías y dispositivos que ayudan al ahorro energético
Después de aplicar los consejos prácticos para reducir el consumo del termo eléctrico, puedes ir un paso más allá incorporando tecnologías que multiplican ese ahorro. Hoy en día existen dispositivos muy accesibles que, sin grandes inversiones, te permiten reducir el gasto energético sin perder comodidad.
Instala perlizadores o aireadores en los grifos
Un truco sencillo y barato es colocar perlizadores (también conocidos como aireadores) en los grifos y duchas. Estos pequeños dispositivos mezclan el agua con aire, lo que reduce el caudal sin afectar la presión.
Gracias a ellos, se necesita menos agua caliente por cada uso, y por tanto, el termo trabaja menos. Por menos de 10 €, puedes conseguir un ahorro notable en el consumo de agua y electricidad. Es un gesto simple con un gran retorno.
Considera un termo híbrido o de alta eficiencia energética
Si tu termo actual ya tiene varios años, puede que haya llegado el momento de invertir en un modelo más eficiente. Los termos híbridos, que combinan resistencia eléctrica con bomba de calor, consumen hasta un 60 % menos que los convencionales.
También existen modelos con clasificación energética A o superior, que integran aislamiento avanzado y control inteligente de temperatura. Aunque su precio es más alto, la amortización se produce en pocos años gracias al ahorro mensual. Si estás pensando en cambiar tu equipo, esta es una de las decisiones más inteligentes.
Usa energías renovables: paneles solares para alimentar el termo
Si tienes la posibilidad de instalar paneles solares en tu vivienda, puedes utilizar esa energía para alimentar el termo eléctrico. Incluso sin baterías, el autoconsumo durante el día puede cubrir gran parte de las necesidades de agua caliente.
Esto no solo te permite reducir el consumo de electricidad de la red, sino que también protege tu economía frente a futuras subidas del precio de la luz. Es una inversión a medio plazo que, además de ser ecológica, tiene un impacto directo en tu ahorro anual.