Esta es una de las dudas más comunes y, a la vez, más importantes que nos hacemos al empezar. No, legalmente no estás obligado a tener una cuenta bancaria separada para tu actividad profesional si trabajas como persona física. Pero déjame decirte algo: separar tus finanzas personales de las profesionales no solo te facilita la vida, sino que evita un montón de líos con Hacienda. A efectos prácticos, tener una cuenta dedicada exclusivamente a tu actividad como autónomo te ayuda a llevar un control mucho más claro de tus ingresos, gastos y beneficios, además de ser muy útil para preparar tus declaraciones trimestrales y anuales.
Además, cuando usas una única cuenta para todo, es muy fácil mezclar gastos personales con profesionales y eso puede jugarte una mala pasada en una inspección. Hacienda no quiere ver el pago del gimnasio al lado de una factura a un cliente, por ponerte un ejemplo. Y ni te cuento si tienes que justificar gastos deducibles. Por eso, mi consejo es que sí tengas una cuenta separada, aunque sea por pura organización. Y si vas a dar ese paso, te recomiendo echar un ojo a bancos pensados para autónomos como Qonto o bunq, que ofrecen herramientas específicas para nuestra actividad, como categorización de gastos, creación de subcuentas o integración con softwares de facturación.
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Otra ventaja de tener una cuenta separada es que puedes transmitir mayor profesionalidad a tus clientes. Imagina que le envías una factura a un cliente y le aparece un número de cuenta con tu nombre personal. Puede no parecer importante, pero genera más confianza tener una cuenta a nombre de tu actividad o al menos exclusiva para ello. Además, muchos bancos digitales como Qonto te permiten emitir tarjetas para tus gastos, automatizar recibos y visualizar informes de actividad, algo que te quita muchísimo trabajo a final de trimestre.
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Y ojo, que si trabajas como autónomo societario o si tienes una SL, entonces sí que es obligatorio abrir una cuenta bancaria a nombre de la sociedad. Pero para la mayoría de nosotros, como autónomos personas físicas, no lo es… aunque casi debería serlo por la tranquilidad que da. En resumen, no es obligatorio, pero sí altamente recomendable tener una cuenta separada. Y si puedes, elige un banco digital que esté pensado para autónomos y te dé herramientas útiles para gestionar tu día a día. Créeme, te vas a ahorrar muchos dolores de cabeza.
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