Sí, es posible deducir los gastos de transporte público como autónomo, pero con condiciones muy concretas. Hacienda solo permite esta deducción si puedes demostrar que esos desplazamientos están directamente relacionados con tu actividad profesional: por ejemplo, reuniones con clientes, visitas a proveedores, asistencia a formaciones o eventos laborales. Además, es imprescindible conservar los justificantes, como billetes o facturas nominativas. Si no puedes demostrar esa vinculación directa o no tienes la documentación adecuada, Hacienda lo considerará un gasto personal y no permitirá la deducción.
Para que un gasto sea deducible, tiene que cumplir tres requisitos clave: estar afecto a la actividad económica, estar justificado con un documento válido (preferiblemente factura con tus datos fiscales) y estar registrado en tu contabilidad. Aunque el transporte público puede parecer un gasto lógico, Hacienda suele ser bastante estricta. Por ejemplo, un abono mensual de metro o bus se considera de uso mixto (laboral y personal), por lo que normalmente no se acepta como gasto deducible, salvo que puedas justificar claramente su uso exclusivo para la actividad.
👉 Si quieres evitar errores y mantener tus finanzas bien separadas, te recomiendo revisar esta selección de mejores bancos y cuentas para emprendedores
Otro punto importante es que, si no cuentas con una factura completa, no podrás deducirte el IVA de ese gasto, aunque sí podrías incluirlo en el IRPF como gasto profesional. Esto es especialmente relevante en trayectos en tren, autobús o avión cuando puedes solicitar una factura con tus datos fiscales. Por eso, siempre que viajes por motivos de trabajo, es recomendable pedir facturas nominativas y guardar los justificantes, ya que te pueden ayudar a rebajar la carga fiscal al final del ejercicio.
👉 Para facilitar tu día a día y automatizar la gestión de cobros y pagos, puedes ver estas opciones de mejores bancos y cuentas para emitir recibos
En resumen, sí puedes deducir el transporte público, pero debes hilar muy fino: justificar el uso profesional, conservar la documentación y asegurarte de que no haya mezcla con desplazamientos personales. En mi caso, para evitar problemas y tener todo más claro, opté por abrir una cuenta bancaria solo para la actividad, que me permite separar bien cada gasto y evitar sustos con Hacienda.
👉 Aquí puedes conocer en detalle cómo funciona Qonto para autónomos, una cuenta pensada para profesionales que buscan simplicidad y control.