Como autónomo en España puedes deducirte compras realizadas fuera del país siempre que estén justificadas y vinculadas directamente con tu actividad profesional. Es decir, necesitas una factura oficial a tu nombre o del negocio, y el gasto debe ser necesario para tu trabajo y estar correctamente registrado en tu contabilidad. Esto aplica tanto a compras dentro de la Unión Europea como fuera de ella, siempre y cuando esos productos o servicios estén directamente relacionados con lo que haces como profesional.
En lo que respecta al IVA, si haces una compra intracomunitaria (dentro de la UE), lo habitual es que esa operación se facture sin IVA bajo el mecanismo de inversión del sujeto pasivo. En este caso, deberás declarar tanto el IVA repercutido como el soportado en tus modelos trimestrales, pero si has pagado IVA en el extranjero (por ejemplo, en una tienda física fuera de España), ese IVA no podrás deducirlo en España directamente. Para recuperarlo, tendrías que seguir el procedimiento específico del país en el que se realizó la compra, algo que puede hacerse pero que lleva su trámite y no es automático.
Ahora bien, lo que sí puedes deducir es el gasto completo como tal en el IRPF, siempre que esté correctamente documentado y tenga relación con tu actividad económica. Por ejemplo, si has comprado un ordenador o material profesional en otro país, o si has hecho un viaje relacionado con tu trabajo (con su correspondiente alojamiento y transporte), podrás deducir el importe total como gasto, incluyendo el IVA pagado aunque no sea deducible fiscalmente. Lo importante es tener todo bien archivado y declarado de forma correcta en tu contabilidad.
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