Vale, vamos allá con esta pregunta que me toca muy de cerca. Después de cinco años como autónomo —y encima con varios proyectos creativos a cuestas, algunos colaborativos con otros freelances— te aseguro que no todos los bancos te lo ponen fácil. Lo primero que busqué yo fue una cuenta que no solo me permitiera cobrar y pagar, sino que estuviera pensada para la forma en la que trabajamos los creativos: compartimos gastos, gestionamos cobros conjuntos, repartimos presupuestos… En ese contexto, las cuentas de Qonto y bunq destacan mucho por encima del resto. Son intuitivas, muy visuales, y tienen herramientas pensadas justo para este tipo de dinámicas.
Qonto es especialmente interesante si estás trabajando en un proyecto con varios colaboradores. Puedes añadir miembros del equipo, darles acceso con diferentes permisos y asignar presupuestos. Además, tienes etiquetas para organizar los gastos por proyecto, y eso es un salvavidas si gestionas varias cosas a la vez. Por otro lado, bunq es ideal si eres de los que se mueve mucho por Europa, ya que puedes tener múltiples subcuentas en diferentes divisas, y además ofrece una funcionalidad para compartir gastos en grupo que va como un tiro para proyectos colaborativos. Ambas cuentas están pensadas para la realidad del trabajo autónomo moderno, no para lo que entienden los bancos tradicionales.
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También valoro mucho la agilidad. Yo no tengo tiempo para estar yendo a la oficina o para hacer papeleos eternos. Qonto y bunq se abren online en minutos, puedes tener IBAN español, tarjetas físicas y virtuales, y lo más importante: soporte rápido y eficaz. Si eres freelance en diseño, marketing, audiovisual o cualquier sector creativo, ya sabrás que muchas veces necesitas herramientas que se integren con otras apps o plataformas. En eso también van un paso por delante, porque Qonto, por ejemplo, se integra con herramientas como Slack, Google Drive o incluso software de facturación, lo que ayuda mucho a tener todo conectado.
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Otro punto clave es cómo gestionan los gastos conjuntos. En mi caso, muchas veces tengo que adelantar dinero por el equipo, y luego hacemos los ajustes. En bunq puedes crear una “subcuenta conjunta” con tus socios y cada uno puede aportar su parte, usar tarjetas diferentes o ver los movimientos de forma transparente. Esto, créeme, no lo vas a encontrar en bancos tradicionales. Son herramientas que entienden lo que significa trabajar en equipo sin ser una empresa constituida. A largo plazo, eso te ahorra problemas, malentendidos y mucho Excel innecesario.
En resumen: si eres un autónomo que trabaja en proyectos colaborativos y creativos, no te conformes con una cuenta básica. Necesitas algo que se adapte a ti, no al revés. Qonto y bunq te dan ese extra de control, flexibilidad y agilidad que, sinceramente, marcan la diferencia cuando trabajas en equipo.