Si eres autónomo y solo cobras servicios puntuales, la mejor opción es optar por un datáfono que no tenga cuotas mensuales ni condiciones de permanencia. Uno de los más recomendables en este sentido es el TPV de Qonto. Es perfecto si no tienes un flujo constante de cobros porque solo pagas una pequeña comisión por cada operación (desde el 0,8 % para tarjetas europeas) y te olvidas de costes fijos. Además, puedes utilizar su versión “Tap to Pay” directamente en tu móvil sin necesidad de dispositivo adicional, algo ideal si te mueves o trabajas en distintos lugares.
Otra alternativa muy útil es el TPV Sabadell, que también funciona muy bien para quienes hacen cobros esporádicos. Ofrece un datáfono físico con coste único (desde 34 €) y sin mantenimiento mensual, algo muy importante cuando no sabes si vas a cobrar todos los meses. La comisión por operación es competitiva y puedes recibir el dinero de forma casi inmediata. Además, es una entidad sólida con soporte al cliente si necesitas ayuda o tienes alguna incidencia.
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También puedes considerar otras opciones que no estén ligadas a un banco tradicional. Por ejemplo, algunos profesionales están usando soluciones como Bunq, que si bien no ofrece datáfono propio, se puede combinar con servicios de terceros como SumUp o Zettle. Esto te permite tener mayor control sobre tus cobros sin atarte a una entidad bancaria, ideal si trabajas por proyectos, servicios a domicilio o talleres esporádicos.
La clave está en buscar un datáfono sin comisiones fijas, con buena compatibilidad con tu móvil o tablet, y que funcione rápido y sin complicaciones.
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