Si un autónomo factura sin estar dado de alta en Hacienda ni en la Seguridad Social, se expone a una serie de sanciones bastante serias. Aunque muchos piensan que si sólo hacen una factura esporádica no pasa nada, la realidad es muy distinta: desde el momento en que emites una factura, estás reconociendo que estás realizando una actividad económica, y por tanto deberías haberte dado de alta previamente en el modelo 036 o 037. Si Hacienda lo detecta, puede exigirte la declaración de ese ingreso, aplicar recargos por no haber presentado los impuestos correspondientes y sancionarte con multas que pueden ir desde los 300 € hasta superar los 3.000 €.
Además, si emites una factura sin estar dado de alta en la Seguridad Social como autónomo, la cosa se complica aún más. La Tesorería puede considerar que tu actividad es habitual, aunque hayas facturado una sola vez, y entonces puede darte de alta de oficio en el RETA. Eso significa que no solo tendrás que pagar las cuotas desde el momento en que consideran que empezaste la actividad, sino también hacer frente a recargos del 10 % al 35 % e intereses por demora. Y todo esto puede suceder aunque tú no hubieras llegado a cobrar aún esa factura.
Existe una excepción muy limitada, y es cuando la actividad no es habitual y los ingresos anuales no superan el Salario Mínimo Interprofesional. Pero esta excepción no está regulada por ninguna norma escrita, sino que depende del criterio de la Inspección. Es decir, podrías cumplir todos esos requisitos y aún así encontrarte con una sanción. Por eso, aunque hay quien se arriesga, la realidad es que no hay garantía legal de que Hacienda o la Seguridad Social lo vayan a pasar por alto.
La consecuencia más grave de facturar sin estar dado de alta no es solo la multa: es que podrías perder la posibilidad de acceder a bonificaciones como la tarifa plana o incluso a prestaciones futuras. Si te das de alta correctamente, aunque sea por un único trabajo puntual, te ahorras todos estos problemas. Hoy en día hay cuentas bancarias para autónomos que permiten gestionar cobros, pagos e impuestos de forma muy sencilla, lo que hace mucho más fácil cumplir con las obligaciones sin complicarte la vida.
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