¿Por qué no basta con “o”? El ahorro y las deudas en equilibrio
Cuando te enfrentas a la decisión de ahorrar o pagar deudas, lo más común es pensar que solo puedes hacer una de las dos cosas. Pero esta forma de ver las finanzas personales como un “todo o nada” puede jugarte en contra. La realidad es que ahorrar y pagar deudas pueden, y muchas veces deben, ir de la mano.
No es una decisión binaria
No siempre se trata de elegir entre blanco o negro. Cada situación financiera es única y lo que funciona para una persona puede no ser lo ideal para otra. Hay momentos en los que ahorrar te da seguridad y libertad. Y otros donde pagar deudas te quita un gran peso de encima. La clave está en encontrar el equilibrio que mejor se adapte a tu realidad.
Ahorrar mientras pagas deudas no solo es posible, sino que puede ser la estrategia más inteligente para tu salud financiera a largo plazo. Te permite mantener un colchón para imprevistos sin descuidar tus compromisos.
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La regla de oro: interés vs. rendimiento
Aquí es donde entra en juego una regla esencial en finanzas personales: compara siempre el interés que pagas por tus deudas con el rendimiento que puedes obtener al ahorrar o invertir.
- Si tus deudas tienen intereses muy altos (por ejemplo, tarjetas con un 20 % TAE), pagar esas deudas cuanto antes suele ser la mejor opción. Difícilmente conseguirás un ahorro o inversión con ese nivel de rentabilidad sin mucho riesgo.
- Si, en cambio, tienes una deuda con un interés bajo (por debajo del 5 %) y puedes acceder a formas de ahorro o inversión más rentables o que te den tranquilidad, vale la pena mantener ambas estrategias al mismo tiempo.
Por ejemplo, plataformas como bunq te permiten automatizar el ahorro y separarlo por objetivos, algo ideal si estás pagando deudas pero no quieres dejar de construir tu colchón financiero.
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Factores clave para decidir
Ahora que ya sabes que no es cuestión de elegir entre ahorrar o pagar deudas, sino de encontrar el equilibrio, toca entrar en materia: ¿cómo decides qué priorizar según tu caso personal? Para ayudarte, vamos a repasar los factores más importantes que debes tener en cuenta antes de tomar cualquier decisión.
1. Tasa de interés de tus deudas
Este es el punto más crítico. No todas las deudas son iguales. Si estás pagando una tarjeta revolving con un interés del 20 % o más, es como si cada mes estuvieras tirando tu dinero. En esos casos, priorizar el pago de la deuda es urgente.
Por otro lado, si tienes un préstamo personal con condiciones más suaves (por ejemplo, un 4 % o 5 % TAE), es más viable combinarlo con el ahorro, siempre que no pongas en riesgo tu estabilidad.
2. Fondo de emergencia
Antes de lanzarte a saldar todas tus deudas, asegúrate de tener un colchón mínimo de seguridad. El Banco de España recomienda ahorrar entre 3 y 6 meses de tus gastos mensuales básicos, para cubrir imprevistos como desempleo, reparaciones urgentes o gastos médicos.
Sin este fondo, puedes verte obligado a endeudarte más si surge un problema. Por eso, incluso con deudas, empezar a construir un fondo de emergencia pequeño debería ser una prioridad.
» Nuestro artículo sobre un Fondo de emergencia en un Fondo Monetario
3. Tipos de deuda: interés fijo vs variable
No solo importa cuánto pagas, sino cómo está estructurada tu deuda. Las deudas a interés fijo son más predecibles: sabes cuánto pagarás hasta el final del préstamo. Las de interés variable, sin embargo, pueden aumentar de forma inesperada si suben los tipos del mercado.
Además, hay que tener cuidado con productos que esconden condiciones abusivas o comisiones elevadas. Las tarjetas revolving o los microcréditos suelen parecer accesibles, pero pueden convertirse en una trampa si no los vigilas bien.
4. Capacidad de ahorro mensual y perfil personal
Por último, está tu situación personal: ¿cuánto puedes ahorrar al mes después de pagar tus gastos fijos? Si tu margen es muy ajustado, puede que te convenga enfocarte primero en reducir tus deudas y liberar parte de tu ingreso.
También influye tu forma de pensar sobre el dinero. Algunas personas necesitan ver avances rápidos para mantenerse motivadas (ideal para el método “bola de nieve”), mientras que otras prefieren ahorrar poco a poco mientras reducen deuda a largo plazo.
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Escenarios típicos y recomendaciones
Una vez que entiendes los factores clave, lo siguiente es aplicar esa lógica a situaciones concretas. Aquí te comparto los escenarios más comunes que viven muchas personas como tú, con recomendaciones claras para que sepas qué camino tomar según tu situación.
Deudas con intereses altos (>12 %) → Prioriza el pago inmediato
Si tienes deudas con intereses superiores al 12 %, como tarjetas de crédito o préstamos al consumo agresivos, lo mejor que puedes hacer es concentrar tus esfuerzos en eliminarlas cuanto antes. Estas deudas se comen tus finanzas poco a poco, y el coste que pagas cada mes es mucho mayor que cualquier beneficio que podrías obtener ahorrando o invirtiendo.
En estos casos, incluso si puedes ahorrar algo, es mejor usarlo para reducir esa deuda lo más rápido posible. Así ganarás libertad financiera y recuperarás tu capacidad de ahorro más adelante.
Sin fondo de emergencia → Construir colchón antes de atacar deuda
Si estás en una situación de inestabilidad o no tienes ningún ahorro para imprevistos, tu primera prioridad debe ser crear un fondo de emergencia básico. Aunque tengas deudas, es fundamental que te protejas ante posibles sustos.
Puedes comenzar con un objetivo modesto, como 1.000 € iniciales, y luego ir ampliando hasta cubrir 3 o 6 meses de gastos. Esto te evitará caer en más deuda si surge un imprevisto, y te dará algo que muchas veces vale más que el dinero: tranquilidad mental.
Deudas a bajo interés (<5 %) y ahorro posible → Ahorrar e invertir mientras se pagan las cuotas
Cuando tus deudas tienen intereses bajos y tus pagos están controlados, tienes más margen de maniobra. Este es el escenario ideal para combinar el pago de la deuda con el ahorro o incluso la inversión, si ya tienes un fondo de emergencia básico.
En este caso, puedes automatizar tus ahorros con herramientas como bunq, y destinar una parte de tu dinero a construir patrimonio a largo plazo. Así no solo mantienes tus obligaciones al día, sino que también avanzas hacia tus metas financieras.
Balanceado → Repartir mensual entre ambas actividades
Hay ocasiones en las que no hay un caso extremo, y puedes permitirte un enfoque más equilibrado. Aquí entra en juego la estrategia de distribución del dinero, como el método 50‑30‑20:
- 50 % a gastos fijos.
- 30 % a estilo de vida.
- 20 % a objetivos financieros (ahorro y pago de deudas).
Dentro de ese 20 %, puedes dividir entre ambas cosas según la urgencia. Este enfoque balanceado te permite avanzar sin sentirte atrapado, y es ideal si prefieres estabilidad a largo plazo sin renunciar a mejorar tu situación presente.
Cómo ahorrar eficientemente mientras pagas deuda
Ya hemos visto que ahorrar y pagar deudas pueden convivir perfectamente si se hace con cabeza. Pero claro, no basta con saber que es posible, también hay que hacerlo bien. Aquí te explico cómo puedes ahorrar de forma efectiva, incluso mientras gestionas tus deudas, sin agobiarte y con resultados reales.
Automatización del ahorro (regla 50‑30‑20)
Una de las formas más sencillas y efectivas de ahorrar es automatizando el proceso. La regla 50‑30‑20 es una guía muy útil para organizar tu dinero:
- 50 % de tus ingresos para necesidades básicas (alquiler, comida, transporte).
- 30 % para deseos o estilo de vida.
- 20 % para objetivos financieros: aquí entra tanto el ahorro como el pago de deudas.
Técnicas de ahorro como Kakeibo
El ahorro no solo depende de cuánto ganas, sino de cómo gestionas lo que tienes. Y aquí entra una técnica japonesa muy eficaz: Kakeibo. Es un método sencillo que te invita a reflexionar antes de gastar, registrando cada gasto y clasificándolo en cuatro categorías: supervivencia, ocio, cultura y extras.
Este sistema te ayuda a ser más consciente de tus hábitos de consumo, identificar fugas de dinero y ajustar tu presupuesto. No necesitas ninguna app especial, con papel y boli ya puedes empezar.
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Reducir gastos innecesarios y generar ingresos extra
Si quieres acelerar tanto el ahorro como el pago de tus deudas, necesitas crear un margen financiero adicional. Esto se consigue por dos caminos:
- Recortar gastos innecesarios: suscripciones que no usas, marcas caras sin valor añadido, o ese café diario que puedes preparar en casa.
- Generar ingresos extra: vender cosas que ya no usas, hacer trabajos freelance, alquilar una habitación… Toda entrada adicional te da más libertad y opciones.
Ahorrar mientras pagas deudas no es cuestión de magia, sino de estrategia. Cada pequeño cambio suma. Y si automatizas, planificas y eliminas lo que no aporta, verás cómo tu economía empieza a darte menos preocupaciones y más opciones.