Conducción eficiente: hábitos que marcan la diferencia
¿Sabías que una forma sencilla de ahorrar gasolina sin dejar de usar tu coche es mejorar tu forma de conducir? No hace falta que renuncies a moverte en coche, basta con que apliques ciertos hábitos al volante que pueden marcar una gran diferencia en el consumo de combustible. Aquí te explico cómo hacerlo de forma práctica:
Evitar aceleraciones y frenadas bruscas
Cada vez que pisas el acelerador con fuerza o frenas de golpe, el motor trabaja más de lo necesario, lo que se traduce en un mayor consumo de gasolina. Lo ideal es acelerar de forma progresiva y frenar con antelación, dejando que el coche se desacelere poco a poco. Esto no solo te ayudará a ahorrar, sino que también alargará la vida útil del vehículo.
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Mantener una velocidad constante y moderada
Conducir a una velocidad constante, sin picos ni caídas bruscas, es clave para el ahorro. Utiliza el control de crucero si tu coche lo tiene, sobre todo en carretera. Circular entre 90 y 110 km/h es el punto óptimo para muchos vehículos, donde el motor rinde mejor y consume menos gasolina.
Utilizar marchas largas y adecuadas
Cuanto más alta sea la marcha, menor será el número de revoluciones del motor y, por tanto, menor el gasto de combustible. Cambia a marchas largas lo antes posible sin forzar el motor. Por ejemplo, si puedes circular en cuarta o quinta sin que el coche sufra, estarás reduciendo el consumo de forma efectiva.
Anticiparse al tráfico para reducir el consumo
Estar atento al tráfico y anticiparte a las situaciones te permite evitar frenazos y acelerones innecesarios. Mantén una distancia prudente con el coche de delante y observa lo que ocurre más adelante para adaptar tu conducción con tiempo. Esta previsión no solo es segura, también te ahorra gasolina.
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Mantenimiento del vehículo: clave para un menor consumo
Ya sabes que una conducción eficiente ayuda mucho a ahorrar gasolina, pero hay otro factor igual de importante: el estado de tu coche. Un vehículo en buen estado consume menos, rinde mejor y, además, es más seguro. Aquí te cuento qué aspectos del mantenimiento son esenciales para reducir el gasto de combustible sin complicarte la vida:
Revisión periódica del motor y cambio de aceite
El motor es el corazón del coche, y si no está bien cuidado, trabaja de más y consume más gasolina. Hacer revisiones periódicas es fundamental para detectar pequeños fallos que pueden volverse costosos.
Además, cambiar el aceite en los plazos recomendados mejora la lubricación del motor, reduce la fricción interna y permite un funcionamiento más eficiente. No uses cualquier aceite: busca el tipo y la viscosidad que recomiende el fabricante.
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Comprobación y mantenimiento de los filtros de aire y combustible
Un filtro de aire sucio hace que el motor reciba menos oxígeno del necesario, lo que se traduce en un mayor consumo. Lo mismo pasa si el filtro de combustible está obstruido: el motor fuerza más para rendir igual, gastando más.
La solución es sencilla: revisarlos y cambiarlos cuando sea necesario. Son elementos económicos y su mantenimiento tiene un impacto directo en lo que gastas al llenar el depósito.
Alineación y balanceo de las ruedas
Si las ruedas no están bien alineadas, el coche ofrece mayor resistencia al avance, algo que incrementa notablemente el consumo de gasolina. También provoca desgaste irregular de los neumáticos, lo que a la larga te cuesta más dinero.
Por eso, es recomendable hacer una revisión de la alineación y el balanceo cada 10.000 km o si notas que el coche “tira” hacia un lado o vibra en carretera.
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Uso inteligente del aire acondicionado y otros sistemas
Después de cuidar tu conducción y mantener tu coche a punto, hay un tercer aspecto que a menudo se pasa por alto pero puede influir mucho en el gasto de gasolina: el uso de los sistemas eléctricos del vehículo, especialmente el aire acondicionado. Aquí te dejo cómo sacarles el máximo provecho sin que disparen tu consumo.
Moderar el uso del aire acondicionado
El aire acondicionado es cómodo, sí, pero también consume energía que proviene directamente del motor. Usarlo constantemente o a máxima potencia puede aumentar el gasto de combustible entre un 5 % y un 10 %.
Lo recomendable es encenderlo solo cuando sea realmente necesario y mantener una temperatura moderada, entre 22 °C y 24 °C. Además, es preferible no utilizar la función “Auto” todo el tiempo, ya que suele mantener el sistema funcionando de forma continua.
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Aprovechar la ventilación natural cuando sea posible
En trayectos cortos o en momentos del día donde la temperatura lo permite, bajar las ventanillas ligeramente puede ser más que suficiente para refrescar el habitáculo. Así, evitas el consumo extra que supone encender el aire acondicionado.
Eso sí, si vas a circular a más de 80 km/h, cerrar las ventanillas mejora la aerodinámica, lo que también ayuda a ahorrar gasolina. Se trata de encontrar el equilibrio según el momento.
Desactivar sistemas eléctricos innecesarios
Todo lo que funcione con electricidad dentro del coche consume energía que proviene del combustible: calefacción de asientos, luneta térmica, luces interiores, cargadores, pantallas…
Revisa qué estás usando realmente y apaga todo lo que no sea imprescindible durante el trayecto. Cada pequeño gesto suma y puede hacer que el depósito te dure más.
Repostaje eficiente: cuándo y dónde hacerlo
Ahora que ya sabes cómo reducir el consumo al conducir y cómo mantener tu coche en condiciones óptimas, toca hablar de otro punto clave: el momento y el lugar en el que echas gasolina. Puede parecer un detalle menor, pero elegir bien dónde y cuándo repostar puede suponerte un ahorro considerable a final de mes. Vamos con los mejores consejos:
Elegir estaciones de servicio con precios competitivos
No todas las gasolineras tienen los mismos precios, y las diferencias pueden superar los 10 céntimos por litro, lo que representa un ahorro de más de 5 € por depósito completo. Por eso, es fundamental comparar precios antes de repostar.
Hoy en día tienes apps y webs que te muestran en tiempo real los precios de las estaciones cercanas. Aprovecha esas herramientas y prioriza las gasolineras independientes o automáticas, que suelen tener precios más bajos al tener menos costes operativos.
Y si quieres optimizar aún más tus finanzas, puedes usar una cuenta como bunq, que te ayuda a controlar tu gasto en combustible y a organizar tu presupuesto con categorías automáticas.
Repostar en horarios donde el precio del combustible sea más bajo
Aunque no lo parezca, el precio del combustible puede variar incluso a lo largo del mismo día. En muchas zonas, los precios tienden a subir los fines de semana o justo antes de días festivos.
La mejor opción suele ser repostar entre semana, preferiblemente los lunes o martes por la mañana, cuando los precios tienden a ser más bajos. También es útil llenar el depósito cuando veas una bajada, en lugar de esperar a que se vacíe por completo.