¿Por qué comparar el ahorro entre un coche eléctrico y uno de gasolina?
Hoy en día, elegir entre un coche eléctrico y uno de gasolina ya no es solo una cuestión de gustos o tecnología. Es una decisión financiera clave que puede impactar directamente en tu economía a largo plazo. Por eso, si estás pensando en cambiar de coche, comparar bien el ahorro que puedes conseguir con cada opción es fundamental.
Contextualización del mercado actual
El mercado del automóvil ha cambiado radicalmente en los últimos años. Los coches eléctricos, que antes parecían una rareza, ahora se han vuelto cada vez más accesibles y presentes en nuestras calles. En 2024, más del 12 % de los coches nuevos vendidos en España fueron eléctricos, y se espera que esta cifra siga creciendo con fuerza.
Detrás de este crecimiento están dos factores muy potentes: el compromiso por reducir emisiones contaminantes y las ayudas económicas que ofrecen los gobiernos, como el Plan MOVES III, que puede suponer hasta 7.000 € de descuento en la compra de un coche eléctrico.
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Tendencias de movilidad y ahorro familiar
Cada vez más familias están buscando opciones para reducir sus gastos mensuales. El coche, al ser uno de los grandes costes del hogar (combustible, mantenimiento, seguros…), se ha convertido en un foco claro para intentar ahorrar. Y aquí es donde entra la pregunta: ¿me conviene más un coche eléctrico o seguir con uno de gasolina?
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El aumento de zonas de bajas emisiones en las ciudades, los peajes urbanos y los incentivos a vehículos sostenibles, también están empujando a muchos conductores a replantearse su elección. Además, con el precio de la gasolina cada vez más inestable, muchos ven en el coche eléctrico una oportunidad de controlar mejor sus gastos.
Comparar ambos tipos de vehículos desde el punto de vista del ahorro te permite tomar una decisión mucho más estratégica y acorde a tus necesidades. No se trata solo de lo que pagas al comprar, sino de lo que gastarás (o ahorrarás) mes a mes, año tras año.
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Coste inicial: ¿cuánto cuesta comprar un coche eléctrico frente a uno de gasolina?
Ahora que ya sabes por qué es tan importante comparar estas dos opciones desde el punto de vista del ahorro, el primer paso lógico es analizar cuánto cuesta realmente hacerse con uno u otro. Y sí, aquí es donde muchas personas se sorprenden.
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Precio medio de compra
A día de hoy, un coche eléctrico sigue teniendo un precio inicial más alto que uno de gasolina. Por ejemplo, mientras que un coche de gasolina compacto puede rondar los 18.000 €, un modelo eléctrico equivalente puede subir fácilmente a los 30.000 € o más.
Este mayor coste se debe, sobre todo, al precio de las baterías y a la tecnología que utilizan. Pero esto no significa que siempre vayas a pagar más, porque entran en juego otros factores clave.
Subvenciones y ayudas (ej. Plan MOVES)
Aquí es donde empieza a equilibrarse la balanza. En España, existen ayudas públicas como el Plan MOVES III, que puede rebajarte el precio de un coche eléctrico hasta en 7.000 € si entregas un coche antiguo para achatarrar. Además, algunas comunidades autónomas ofrecen subvenciones adicionales, y ciertas marcas aplican descuentos extra si financias con ellas.
Esto significa que, aunque el precio de catálogo de un eléctrico sea más alto, con las ayudas adecuadas puedes reducirlo considerablemente y acercarte mucho al precio de un gasolina.
También hay que tener en cuenta que los coches eléctricos están exentos del impuesto de matriculación, mientras que los de gasolina sí lo pagan. Esto puede suponer otros 500 € a 1.000 € de ahorro inicial, dependiendo del modelo.
En resumen, aunque el eléctrico puede parecer más caro de entrada, las ayudas y beneficios fiscales pueden equilibrar o incluso inclinar la balanza a su favor. Pero recuerda, el coste inicial es solo el principio: lo interesante viene cuando analizamos el gasto mes a mes.
Coste del combustible: electricidad vs gasolina
Una vez superado el coste de compra inicial, lo que realmente marca la diferencia en el bolsillo mes a mes es cuánto cuesta mover tu coche. Y aquí es donde el coche eléctrico empieza a destacar claramente frente al de gasolina.
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Gasto mensual promedio en cada tipo de energía
Si usas tu coche para hacer unos 15.000 km al año, el gasto en combustible cambia radicalmente dependiendo del tipo de motor que tengas.
En un coche de gasolina, con un consumo medio de 6 litros cada 100 km y un precio por litro de 1,60 €, el gasto anual ronda los 1.440 €, es decir, unos 120 € al mes.
Por otro lado, un coche eléctrico consume unos 15 kWh cada 100 km. Si cargas en casa y aprovechas una tarifa nocturna (donde el precio puede bajar a 0,15 € por kWh), el coste anual sería de unos 337,50 €, lo que equivale a menos de 30 € al mes.
Esto supone un ahorro mensual de unos 90 €, o más de 1.000 € al año, solo en energía. Y si tienes placas solares o accedes a puntos de carga gratuitos (como en algunas oficinas o centros comerciales), el ahorro puede ser aún mayor.
Eso sí, si recargas en puntos públicos de carga rápida, los precios pueden subir, llegando incluso a superar los 0,40 € por kWh, pero aún así, siguen siendo más bajos que los de la gasolina en la mayoría de los casos.
La clave está en cómo y dónde recargas tu coche eléctrico. Si lo haces bien, el ahorro en combustible es una de sus mayores ventajas frente a los coches de combustión.
Mantenimiento: ¿qué tipo de coche requiere menos gasto a lo largo del tiempo?
Después de analizar el ahorro en combustible, es momento de fijarnos en otro punto clave que muchas veces pasa desapercibido: el coste del mantenimiento. Aquí es donde el coche eléctrico vuelve a sacar ventaja, y de forma bastante clara.
Comparativa de revisiones, averías comunes y cambios de piezas
Un coche de gasolina tiene un motor con más de 1.000 piezas móviles, mientras que el de un coche eléctrico apenas tiene una fracción de eso. ¿Qué significa esto? Que hay menos cosas que se puedan romper. Y menos piezas, menos averías.
En el caso del coche de gasolina, tendrás que hacer revisiones periódicas con cambios de aceite, filtros, correas, bujías y muchas más piezas susceptibles de desgaste. Solo en mantenimiento básico anual, esto puede costarte entre 300 € y 600 €.
Por otro lado, los coches eléctricos no necesitan cambios de aceite, ni tienen embrague, ni caja de cambios tradicional. Su mantenimiento se reduce principalmente a revisar neumáticos, frenos (que duran más por la frenada regenerativa), niveles de refrigerante del sistema de batería y poco más. El coste medio anual puede situarse entre 100 € y 200 €.
Además, los eléctricos tienen menos averías mecánicas complejas, lo que no solo reduce el coste económico, sino también el tiempo sin coche y los dolores de cabeza.
Otro punto interesante es que las ITV (Inspecciones Técnicas de Vehículos) para los eléctricos suelen ser más sencillas y rápidas, ya que hay menos elementos que revisar.
En definitiva, si buscas un vehículo que te dé tranquilidad y no te haga pasar por el taller más de la cuenta, el coche eléctrico es un claro candidato. A largo plazo, el ahorro en mantenimiento puede superar fácilmente los 1.000 € cada cinco años, dependiendo del uso.
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Impuestos y seguros: ventajas fiscales y diferencias en primas
Después de ver cómo el coche eléctrico puede ayudarte a ahorrar en combustible y mantenimiento, otro aspecto donde también marca la diferencia es en los impuestos y el seguro. Aunque muchos lo pasan por alto, este apartado tiene un impacto directo en tus gastos anuales.
Diferencias en el Impuesto de Matriculación y Circulación
En España, los coches eléctricos están exentos del Impuesto de Matriculación, mientras que los coches de gasolina deben pagarlo en función de sus emisiones de CO₂. Esto puede suponer un coste adicional de entre 500 € y 1.200 €, dependiendo del modelo de combustión que elijas.
Además, el Impuesto de Circulación (IVTM) también suele ser más bajo para los eléctricos. Muchos ayuntamientos aplican bonificaciones de hasta el 75 % en este impuesto anual. Por ejemplo, en ciudades como Madrid o Barcelona, el ahorro puede rondar los 100 € al año, solo por este concepto.
Estas ventajas fiscales no son puntuales, se mantienen año tras año, lo que convierte al coche eléctrico en una opción mucho más atractiva desde el punto de vista impositivo.
Bonificaciones y penalizaciones
Los eléctricos disfrutan de más beneficios que van más allá de los impuestos directos. Algunos ejemplos:
- Exención de peajes o tarifas reducidas en ciertas autopistas o túneles.
- Aparcamiento gratuito o más barato en zonas reguladas (SER).
- Acceso sin restricciones a zonas de bajas emisiones, mientras que los de gasolina pueden enfrentarse a multas o prohibiciones en determinadas ciudades.
En cuanto a los seguros, los coches eléctricos pueden tener primas algo más altas al principio, sobre todo por el valor de la batería o la tecnología incorporada. Pero también es cierto que muchas aseguradoras ya ofrecen pólizas específicas para eléctricos, con coberturas a medida y precios cada vez más competitivos. En general, la diferencia puede rondar entre 50 € y 100 € al año, aunque esto depende del modelo y del perfil del conductor.
En resumen, los beneficios fiscales y las bonificaciones asociadas al coche eléctrico pueden representar un ahorro acumulado muy interesante si piensas en el largo plazo. Y eso, si tu objetivo es ahorrar, marca mucho la diferencia.
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¿Cuánto puedes ahorrar en total en 5, 10 y 15 años?
Después de desglosar todos los costes asociados —desde la compra, el combustible, el mantenimiento, hasta los impuestos y el seguro—, llega el momento de sumar todo y ver realmente cuál opción es más rentable a largo plazo. Aquí es donde muchos se sorprenden al ver la magnitud del ahorro que puede ofrecer un coche eléctrico.
Tabla comparativa con ejemplos concretos
Para ayudarte a visualizarlo mejor, vamos a usar un ejemplo realista. Compararemos un coche eléctrico y uno de gasolina equivalentes, con un uso medio de 15.000 km al año.
Gasto estimado | 5 años (Gasolina) | 5 años (Eléctrico) | 10 años (Gasolina) | 10 años (Eléctrico) | 15 años (Gasolina) | 15 años (Eléctrico) |
---|---|---|---|---|---|---|
Combustible | 7.200 € | 1.500 € | 14.400 € | 3.000 € | 21.600 € | 4.500 € |
Mantenimiento | 2.000 € | 800 € | 4.000 € | 1.600 € | 6.000 € | 2.400 € |
Impuestos y circulación | 1.000 € | 250 € | 2.000 € | 500 € | 3.000 € | 750 € |
Seguro | 2.000 € | 2.250 € | 4.000 € | 4.500 € | 6.000 € | 6.750 € |
Total estimado | 12.200 € | 4.800 € | 24.400 € | 9.600 € | 36.600 € | 14.400 € |
Escenarios conservador, medio y optimista
- Escenario conservador: si usas poco el coche y no accedes a ayudas, el ahorro puede rondar los 4.000 € a 6.000 € en 10 años.
- Escenario medio: accediendo a subvenciones y cargando en casa, el ahorro podría estar entre 10.000 € y 15.000 € en 10 años.
- Escenario optimista: si combinas ayuda pública, carga solar, bajo mantenimiento y beneficios fiscales, puedes ahorrar más de 20.000 € en 15 años.