Guía definitiva para autónomos: todo lo que necesitas saber para empezar, crecer y optimizar tu actividad
¿Eres autónomo o estás pensando en serlo? En esta guía completa de Finantres te explicamos paso a paso cómo darte de alta, gestionar tus impuestos, elegir el mejor TPV y hacer crecer tu negocio sin agobios. Todo, con ejemplos reales y lenguaje claro.
Guía de autonomos en España
¿Qué es ser autónomo y qué tipos existen?
Ser autónomo en España significa trabajar por cuenta propia, es decir, desarrollar una actividad económica de manera independiente, sin estar vinculado a una empresa mediante un contrato laboral tradicional. Es una forma de emprender tu propio negocio, prestar servicios o comercializar productos por tu cuenta, asumiendo tanto los beneficios como los riesgos.
La figura del autónomo está regulada por la Seguridad Social y Hacienda, y está sujeta a obligaciones fiscales, contables y laborales específicas. Pero lo más importante es que ser autónomo no es una profesión en sí misma, sino una forma legal de ejercer una actividad económica. Puede ser un fontanero, un diseñador gráfico, una profesora de yoga o un consultor financiero. Todos ellos son autónomos si trabajan por su cuenta.
🔎 ¿Qué requisitos se necesitan?
Para ser autónomo necesitas cumplir con algunos requisitos básicos:
Ser mayor de edad (o menor emancipado).
Tener capacidad legal para trabajar.
No estar incapacitado legalmente.
Darse de alta en Hacienda (modelo 036 o 037).
Inscribirse en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social.
Ahora bien, no todos los autónomos son iguales. En función de la actividad que realices o cómo la desarrolles, existen distintos tipos de autónomos.
Tipos de autónomos en España
Conocer los tipos de autónomos es clave para saber qué obligaciones tienes, qué bonificaciones puedes pedir o cómo facturar correctamente. Estos son los principales:
1. 🧑🔧 Autónomo profesional o freelance
Es el más común. Son personas que ejercen una profesión liberal o creativa, como diseñadores, abogados, arquitectos, periodistas, fotógrafos, etc. Suelen trabajar con varios clientes y facturan por servicios. Pueden estar colegiados o no, según la profesión.
Ejemplo: un desarrollador web que trabaja desde casa y factura a distintas agencias.
2. 🏪 Autónomo empresario o individual
Este tipo de autónomo crea un pequeño negocio por su cuenta, como una tienda, un bar o un taller. Suele tener un local físico y puede contratar empleados.
Ejemplo: una persona que abre una tienda de ropa en su barrio.
3. 🏗 Autónomo societario
Es un autónomo que, además de trabajar por cuenta propia, es socio o administrador de una sociedad mercantil (normalmente una S.L.). Este tipo de autónomo tiene una cotización distinta en la Seguridad Social, más alta que la general.
Ejemplo: el socio administrador de una pequeña empresa de reformas.
4. 👩🌾 Autónomo agrario
Incluido dentro del Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Propia Agrarios (SETA), este autónomo trabaja en actividades relacionadas con la agricultura, ganadería o pesca. Tiene un tratamiento específico dentro del RETA.
Ejemplo: un agricultor que cultiva sus propios productos y los vende en mercados locales.
5. 👨👩👧 Autónomo colaborador
Es un familiar directo (cónyuge, hijo, padre…) de un autónomo titular que trabaja con él de forma habitual. No factura, pero cotiza a la Seguridad Social con bonificaciones especiales.
Ejemplo: la esposa de un autónomo que le ayuda a gestionar su negocio de hostelería.
6. 👩🔬 Autónomo económicamente dependiente (TRADE)
Es un autónomo que factura más del 75% de sus ingresos a un solo cliente. Tiene derechos y obligaciones específicas, como firmar un contrato con ese cliente y la posibilidad de cobrar indemnización si se rompe la relación laboral injustificadamente.
Ejemplo: un redactor que trabaja en exclusiva para un medio digital aunque facture como autónomo.
💡 ¿Y por qué es importante saber esto?
Porque según el tipo de autónomo que seas, variarán tus obligaciones fiscales, la forma en que cotizas, los modelos que tienes que presentar e incluso las ayudas que puedes solicitar. Por ejemplo, los TRADE tienen más protección legal, los autónomos societarios pagan más cuota y los colaboradores tienen bonificaciones.
Cómo darse de alta como autónomo paso a paso
Ahora que ya sabes qué significa ser autónomo y qué tipos existen, es momento de pasar a la parte práctica: cómo darte de alta como autónomo en España. Y tranquilo, porque aunque el papeleo pueda parecer complicado al principio, si sigues estos pasos bien explicados, podrás hacerlo sin agobios.
Darse de alta como autónomo no es solo rellenar un formulario; es entender bien qué estás declarando, a qué régimen fiscal te acoges y qué obligaciones adquieres. Desde Finantres te lo vamos a poner fácil, explicándote cada fase con claridad, para que no te pierdas entre modelos, plazos y plataformas digitales.
Aquí tienes una guía real, actualizada y sin tecnicismos innecesarios para que empieces con el pie derecho. Vamos paso por paso.
🧾 Paso 1: Alta en Hacienda (Modelo 036)
Desde el 3 de febrero de 2025, la Agencia Tributaria ha eliminado el Modelo 037, por lo que todos los autónomos deben utilizar el Modelo 036 para darse de alta, modificar o darse de baja en el censo de empresarios, profesionales y retenedores.
¿Qué necesitas para completar el Modelo 036?
Identificación: DNI o NIE y, si realizas el trámite online, un certificado digital o Cl@ve PIN.
Epígrafe del IAE: Determina la actividad económica que vas a desarrollar.
Régimen fiscal: Debes indicar el régimen de IVA e IRPF al que te acoges.
Datos del negocio: Dirección del local o domicilio desde donde operarás.
¿Cómo presentarlo?
Puedes presentar el Modelo 036 de forma telemática a través de la Sede Electrónica de la Agencia Tributaria o de manera presencial en una oficina de Hacienda.
🏥 Paso 2: Alta en la Seguridad Social (RETA)
Una vez completado el alta en Hacienda, debes darte de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social.
¿Cómo hacerlo?
Formulario TA.0521: Este es el documento que debes presentar para darte de alta en el RETA.
Plazo: Debes realizar este trámite en un plazo máximo de 60 días antes del inicio de tu actividad.
Base de cotización: Debes elegir una base de cotización en función de tus ingresos previstos.
Mutua colaboradora: Selecciona una mutua para la cobertura de contingencias profesionales.
¿Dónde presentarlo?
Puedes realizar este trámite de forma online a través del portal Import@ss de la Seguridad Social o presencialmente en una oficina de la Tesorería General de la Seguridad Social.
💡 Consejos útiles
Planificación: Realiza ambos trámites (Hacienda y Seguridad Social) antes de iniciar tu actividad para evitar sanciones.
Asesoramiento: Si tienes dudas, considera la posibilidad de acudir a una gestoría o asesoría especializada.
Bonificaciones: Infórmate sobre posibles bonificaciones, como la tarifa plana para nuevos autónomos.
Obligaciones fiscales y tributarias
Una vez ya estás dado de alta como autónomo, comienza una de las partes más importantes de tu actividad: cumplir con tus obligaciones fiscales y tributarias. Y sí, esto suena complejo, pero si lo organizas bien desde el principio, puedes llevarlo con tranquilidad (y evitar sanciones). Estas obligaciones dependen principalmente de tu régimen de IVA e IRPF, pero hay modelos que todo autónomo tiene que conocer.
Aquí te dejamos la mejor tabla para que sepas qué declaraciones debes presentar, con qué frecuencia y qué contiene cada una:
Modelo | ¿Qué declara? | ¿Quién lo presenta? | Periodicidad | Plazos habituales |
---|---|---|---|---|
Modelo 130 | Pago fraccionado del IRPF (rendimientos netos) | Autónomos en estimación directa que no facturan más del 70% con retención | Trimestral | 1-20 abril, julio, octubre, enero |
Modelo 131 | Pago fraccionado del IRPF (módulos) | Autónomos en estimación objetiva | Trimestral | 1-20 abril, julio, octubre, enero |
Modelo 303 | Declaración del IVA repercutido y soportado | Autónomos que aplican IVA | Trimestral / mensual | 1-20 abril, julio, octubre, enero (mensual hasta el 30) |
Modelo 390 | Resumen anual del IVA | Autónomos obligados al modelo 303 | Anual | Hasta el 30 de enero |
Modelo 100 | Declaración de la Renta (IRPF) | Todos los autónomos | Anual | Abril – junio del año siguiente |
Modelo 347 | Operaciones con terceros superiores a 3.005,06 € | Autónomos que facturan a clientes o proveedores por ese importe | Anual | Hasta el 28 de febrero |
Modelo 349 | Operaciones intracomunitarias | Autónomos con actividad en la UE | Mensual, trimestral o anual (según importe) | Último día del mes siguiente al periodo |
Modelo 115 | Retenciones por alquileres | Autónomos que alquilan inmuebles y pagan rentas | Trimestral | 1-20 abril, julio, octubre, enero |
Modelo 111 | Retenciones IRPF a trabajadores y profesionales | Autónomos que tienen empleados o colaboran con otros profesionales | Trimestral | 1-20 abril, julio, octubre, enero |
Cómo pagar menos impuestos siendo autónomo
Ahora que ya tienes claro qué modelos fiscales debes presentar y cuándo, seguramente te estés preguntando algo muy lógico: ¿cómo puedo pagar menos impuestos como autónomo sin tener problemas con Hacienda? Porque sí, aunque cumplir con tus obligaciones es innegociable, también es cierto que la ley ofrece herramientas y estrategias que te permiten optimizar tu tributación.
Y no se trata de hacer magia ni de buscar lagunas legales. Se trata de gestionar bien tu contabilidad, aplicar deducciones correctamente y tomar decisiones financieras inteligentes. Aquí te dejamos las mejores formas, actualizadas y reales, de ahorrar en impuestos siendo autónomo en España.
💼 1. Deduce todos los gastos relacionados con tu actividad
Todo gasto que esté directamente relacionado con tu negocio, siempre que esté justificado, documentado y vinculado a tu actividad, es deducible. Algunos ejemplos:
Alquiler del local o espacio de coworking
Teléfono e internet profesional
Material de oficina, herramientas, software
Vehículo si se usa exclusivamente para la actividad
Formación relacionada con tu trabajo
Publicidad y marketing
Comisiones bancarias y gestoría
Importante: guarda siempre las facturas completas (no valen los tickets) y asegúrate de que estén a tu nombre con tu NIF.
🧾 2. Elige el régimen fiscal adecuado
Muchos autónomos están en el régimen de estimación directa sin saber que podrían beneficiarse más del sistema de módulos (estimación objetiva), si su actividad lo permite. En este régimen, pagas una cuota fija en función de parámetros como metros del local, empleados o consumo eléctrico, sin importar tus ingresos reales.
Consulta el listado de actividades permitidas en módulos y haz números. Si tienes pocos gastos deducibles y un negocio muy estable, puede salirte a cuenta.
🏡 3. Deducción por trabajar desde casa
Si trabajas desde casa, puedes deducir parte de los suministros del hogar (luz, agua, gas, internet) y los gastos proporcionales de la vivienda (como el IBI o la comunidad), siempre que hayas comunicado a Hacienda qué parte de tu casa dedicas a tu actividad (modelo 036).
Por ejemplo, si usas un 10% de tu casa como despacho, podrías deducir un 10% de esos gastos.
🚗 4. Vehículo y transporte
Solo puedes deducir el 100% del IVA y el gasto del vehículo si es de uso exclusivamente profesional. Esto se aplica sobre todo a:
Autónomos del transporte
Agentes comerciales
Profesionales que no tienen otro medio para su actividad (técnicos de mantenimiento, etc.)
Si no es tu caso, puedes deducir un 50% del IVA del combustible, reparaciones o seguros, pero debes justificar su uso profesional.
🧠 5. Formación y asesoría
Los cursos, seminarios o libros que mejoren tu desempeño profesional son deducibles. Igual ocurre con los gastos de gestoría o asesoría fiscal. No solo te ayudan a ahorrar impuestos, sino que te aseguran que lo estás haciendo bien.
💡 6. Tarifa plana y bonificaciones en la cuota
Si eres nuevo autónomo o cumples ciertos requisitos, puedes acceder a la tarifa plana de 80 euros durante los primeros 12 meses, y luego bonificaciones decrecientes. También hay bonificaciones para autónomos colaboradores, personas con discapacidad, víctimas de violencia de género, etc.
Estas reducciones no afectan directamente a los impuestos, pero sí suponen un ahorro mensual muy considerable.
🗃 7. Lleva una contabilidad impecable
No hay mejor forma de ahorrar impuestos que tener todo en orden. Esto te permitirá:
No olvidar deducciones posibles.
Detectar errores a tiempo.
Evitar sanciones de Hacienda.
Usar un programa de facturación, guardar todos los justificantes y contar con un asesor son prácticas clave.
Cuotas de autónomos: tramos y bonificaciones
Una vez que sabes cómo optimizar tus impuestos, toca hablar de otro gran tema: la cuota de autónomos, es decir, ese pago mensual obligatorio a la Seguridad Social que garantiza tu acceso a prestaciones como la baja médica, jubilación o cese de actividad.
Desde 2023, en España se aplica un nuevo sistema de cotización por ingresos reales, y en 2025 este sistema sigue evolucionando. Esto significa que ya no eliges libremente tu base de cotización (salvo dentro de unos márgenes), sino que declaras tus ingresos netos y pagas en función de ellos. Para ayudarte, hemos preparado la mejor tabla de internet con los tramos actualizados y sus cuotas correspondientes.
Tramo de ingresos netos mensuales | Base mínima (€) | Base máxima (€) | Cuota mensual estimada (€) | Comentario |
---|---|---|---|---|
Hasta 670 € | 753,10 | 816,99 | 230 | Tarifa mínima, bonificada en algunos casos |
671 € – 900 € | 849,67 | 949,84 | 260 | Bonificación parcial posible |
901 € – 1.166,69 € | 898,69 | 1.013,55 | 275 | Tramo habitual para nuevos autónomos |
1.166,70 € – 1.300 € | 950,98 | 1.039,98 | 290 | Cuota media |
1.300,01 € – 1.500 € | 960,78 | 1.045,75 | 294 | Equilibrio entre cotización y prestación |
1.500,01 € – 1.700 € | 960,78 | 1.048,75 | 294 | Sin cambios respecto al tramo anterior |
1.700,01 € – 1.850 € | 1.013,55 | 1.057,55 | 310 | Aumenta ligeramente |
1.850,01 € – 2.030 € | 1.029,41 | 1.062,00 | 315 | Tramo superior |
2.030,01 € – 2.330 € | 1.045,75 | 1.070,98 | 320 | Equilibrio alto |
2.330,01 € – 2.760 € | 1.070,98 | 1.070,98 | 330 | Cuota estabilizada |
2.760,01 € – 3.190 € | 1.152,90 | 1.152,90 | 350 | Cotización alta |
Más de 3.190 € | 1.267,44 | 1.267,44 | 400 – 530 | Cuota máxima estimada |
🎁 Bonificaciones destacadas
Tarifa plana: 80 € al mes durante los 12 primeros meses para nuevos autónomos.
Reducción progresiva: si tus ingresos son bajos, puedes cotizar menos durante los tres primeros años.
Autónomos menores de 30 años (35 si eres mujer): bonificación adicional del 30% durante 12 meses tras la tarifa plana.
Autónomos con discapacidad, víctimas de violencia de género o terrorismo: 24 meses de tarifa plana y bonificaciones posteriores.
Consejo Finantres: es clave actualizar tus ingresos reales en el portal Import@ss cada vez que cambien tus circunstancias. Así evitarás pagar de más… o quedarte corto en prestaciones.
TPVs y datáfonos: guía para cobrar como autónomo
Ahora que ya conoces las cuotas de autónomos y cómo optimizar tus impuestos, es momento de abordar un aspecto clave para cualquier profesional por cuenta propia: los TPVs y datáfonos. Estas herramientas son esenciales para ofrecer a tus clientes opciones de pago cómodas y seguras, especialmente en un entorno donde el uso de tarjetas y pagos móviles es cada vez más común.
🧾 Tipos de TPV para autónomos
Existen diferentes tipos de TPV adaptados a las necesidades de cada negocio:
TPV fijo: Ideal para establecimientos con un punto de venta físico, como tiendas, restaurantes o peluquerías. Se conecta por cable a la red y es estable y rápido.
TPV móvil: Perfecto para quienes necesitan moverse, como repartidores, feriantes o profesionales que trabajan fuera de un local. Funciona por Bluetooth o con tarjeta SIM.
TPV virtual: Pensado para negocios online, permite aceptar pagos a través de una pasarela de pago integrada en tu página web o mediante enlaces de pago.
💰 Costes asociados
Al elegir un TPV, es importante considerar varios costes que pueden afectar a tu margen:
Precio del dispositivo: Varía según el modelo y proveedor. Los más básicos pueden rondar los 20-30€, mientras que los más avanzados pueden superar los 100€.
Comisión por transacción: Es el porcentaje que te cobra el proveedor por cada venta. Suele estar entre el 0,99% y el 1,50% por operación.
Cuotas mensuales: Algunos proveedores tradicionales cobran una tarifa fija mensual, mientras que los más modernos solo cobran por uso.
Por ejemplo, existen opciones sin cuota fija (como SumUp o Zettle), ideales para autónomos con pocas transacciones, y otras con tarifa plana más rentables si tienes volumen alto.
🛠️ Cómo elegir el mejor TPV
Para elegir el TPV adecuado para tu actividad como autónomo, ten en cuenta:
Tipo de actividad: Si trabajas en la calle o a domicilio, un TPV móvil será lo tuyo. Si tienes un local, mejor uno fijo o incluso con impresora.
Volumen de ventas: Cuanto más factures, más sentido tiene negociar comisiones o pagar tarifa plana.
Métodos de pago aceptados: Asegúrate de que tu TPV acepte tarjetas, contactless, Apple Pay, Google Pay e incluso Bizum.
Facilidad de uso y soporte: La configuración, el servicio técnico y la rapidez en los abonos a tu cuenta son fundamentales.
Contar con un buen TPV o datáfono no solo mejora tu imagen profesional, sino que también aumenta tus ventas, ya que cada vez más clientes prefieren pagar sin efectivo.
Cómo hacer crecer tu negocio como autónomo
Después de establecer tu actividad, organizar tus impuestos y disponer de herramientas de cobro eficaces, llega el momento clave: hacer que tu negocio como autónomo crezca. Porque ser autónomo no es solo “trabajar por tu cuenta”, también es tener mentalidad empresarial, buscar nuevas oportunidades y conseguir que tu esfuerzo tenga cada vez más impacto… y beneficios.
Crecer no significa necesariamente montar una empresa con 10 empleados, sino pasar al siguiente nivel en ingresos, clientes, visibilidad o profesionalización. Aquí tienes una guía realista, clara y 100% práctica para escalar tu negocio siendo autónomo, sin perder la cabeza (ni el control).
📣 1. Mejora tu visibilidad
Si no te conocen, no te compran. Así de simple. Uno de los pilares para crecer como autónomo es ganar visibilidad online y offline. Algunas acciones clave:
Presencia en redes sociales: Elige las que mejor se adapten a tu cliente objetivo. Por ejemplo, Instagram o TikTok si vendes producto visual; LinkedIn si ofreces servicios profesionales.
Web o landing profesional: No necesitas una web carísima, pero sí un sitio claro donde expliques qué haces, cuánto cobras y cómo contactarte.
Google My Business: Si trabajas localmente, es vital estar visible en mapas y búsquedas cercanas.
Colaboraciones y networking: Aparecer en otros perfiles, participar en eventos o hacer alianzas puede abrirte puertas que no imaginabas.
📦 2. Diversifica tus servicios o productos
Uno de los errores más comunes es quedarse estancado en un solo servicio o tipo de cliente. Explora:
Nuevos formatos: Si das clases presenciales, ¿por qué no probar online? Si vendes producto físico, ¿y si ofreces también contenido premium?
Servicios complementarios: Un diseñador web puede ofrecer mantenimiento. Un entrenador personal puede vender ebooks de entrenamiento.
Pack o suscripción: Si puedes paquetizar lo que haces o convertirlo en algo recurrente, ganarás en estabilidad de ingresos.
🤝 3. Fideliza a tus clientes actuales
Captar cuesta más que retener. Un cliente satisfecho te recomienda, vuelve a comprar y confía más en ti. ¿Cómo fidelizar?
Atención excelente: Responde rápido, cumple plazos, resuelve dudas con amabilidad.
Bonos o descuentos para reincidencias: Agradece la confianza con ventajas por volver.
Feedback constante: Pregunta qué puedes mejorar. Escuchar es gratis y muy útil.
🧠 4. Fórmate continuamente
El mundo cambia, las herramientas evolucionan y tu sector también. Crecer implica no quedarte atrás. Algunas claves:
Haz cursos actualizados (y dedúcelos en tu IRPF).
Lee blogs, libros, newsletters de tu especialidad.
Rodéate de otros profesionales que te inspiren.
Recuerda: el conocimiento no ocupa lugar, pero sí multiplica tu valor.
📈 5. Sube tus tarifas… con argumentos
Muchos autónomos tienen miedo de cobrar más. Pero si mejoras tu servicio, te formas, inviertes en herramientas o tienes más demanda, tienes derecho (y deber) de ajustar tus precios.
Sube precios progresivamente.
Añade más valor a lo que ofreces.
Comunica con claridad qué ganas ofrece tu servicio.
Tu tiempo vale. Y cuanto más valga, mejor elegirás a tus clientes.
⚙️ 6. Automatiza y delega
A medida que creces, no puedes hacer todo tú. Automatizar tareas repetitivas y delegar lo que no es esencial te da más tiempo para centrarte en lo que de verdad importa:
Usa herramientas de facturación, calendarios, CRM…
Delegar redes, contabilidad o diseño te puede salir más rentable de lo que crees.
7 principales términos que todo autónomo debería conocer
El RETA es el sistema de la Seguridad Social al que se deben inscribir todos los trabajadores por cuenta propia en España. Es decir, si eres autónomo, cotizas a través de este régimen, no del general. Esto te da acceso a derechos como la jubilación, la baja médica, el cese de actividad o la maternidad/paternidad, aunque las coberturas pueden ser distintas a las de un trabajador por cuenta ajena.
Una vez inscrito, debes pagar mensualmente una cuota que varía en función de tus ingresos. Esta cotización también te afecta si algún día necesitas una prestación. Por eso, aunque muchos autónomos optan por la base mínima, es importante saber que cuanto más cotices, más cubierto estarás en caso de baja o jubilación.
La base de cotización es la cantidad sobre la que se calcula cuánto pagas a la Seguridad Social como autónomo. No es lo mismo que lo que ganas, sino un importe que tú declaras (o que se ajusta a tus ingresos reales desde 2023) y que sirve para establecer el importe de tu cuota mensual.
Elegir una base de cotización más alta implica pagar más cuota, pero también recibir más prestación en caso de baja o jubilación. Desde 2023, esta base debe ajustarse a los ingresos reales del autónomo, según unos tramos establecidos, aunque puedes cambiarla varias veces al año. Entender este concepto es fundamental para tomar decisiones estratégicas sobre tus finanzas.
El IVA es un impuesto indirecto que recae sobre el consumo. Cuando emites una factura, debes añadir un porcentaje de IVA (generalmente el 21%), que luego tendrás que declarar y pagar a Hacienda. No es un dinero que ganes tú, sino que actúas como intermediario entre el cliente y la Agencia Tributaria.
Cada trimestre, debes presentar el Modelo 303 para declarar el IVA que has cobrado (repercutido) y el que has pagado en tus gastos (soportado). La diferencia entre ambos es lo que abonas a Hacienda o te devuelven. Es esencial llevar un buen control de facturas y tickets para no pagar de más.
El IRPF es un impuesto directo que grava los ingresos que obtienes como autónomo. A diferencia del IVA, este sí afecta a tus beneficios reales. Cada trimestre deberás pagar un porcentaje (normalmente el 20%) sobre el rendimiento neto de tu actividad, a través del Modelo 130 si tributas en estimación directa.
Al final del año, cuando haces la Declaración de la Renta (Modelo 100), se ajusta lo que ya has pagado con lo que te corresponde según tus ingresos totales. Si has pagado de más, te devuelven; si has pagado de menos, te toca poner. Entender cómo se calcula y aplicar bien las deducciones puede marcar una gran diferencia en lo que terminas pagando.
Es el método de cálculo más común entre autónomos para determinar cuánto debes pagar en IRPF. En la estimación directa se tienen en cuenta tus ingresos reales menos los gastos deducibles, y sobre ese beneficio neto se aplica el porcentaje del impuesto. Es obligatorio si facturas más de cierto límite o si tu actividad no entra en el sistema de módulos.
Existen dos variantes: la normal y la simplificada. La mayoría de autónomos están en la simplificada, que requiere menos requisitos contables. Esta modalidad te obliga a llevar libros de ingresos, gastos y bienes de inversión, pero también te permite desgravar muchos conceptos relacionados con tu negocio.
La factura simplificada es un tipo de factura más corta, pensada para operaciones con consumidores finales donde no se requiere identificar al comprador (como un ticket de compra). No es válida si tu cliente es una empresa o autónomo que necesita deducir el IVA.
Debe contener al menos: la fecha, el importe total (con IVA incluido), el tipo de IVA aplicado y los datos del emisor. Aunque es más fácil de emitir, no permite desgravaciones ni sirve como justificante fiscal completo, así que conviene saber cuándo puedes usarla y cuándo necesitas una factura completa.
Las deducciones fiscales son gastos que puedes restar de tus ingresos a la hora de calcular cuánto pagas en impuestos. Solo son deducibles aquellos que estén directamente relacionados con tu actividad profesional, estén justificados con factura y estén correctamente registrados en tus libros contables.
Pueden aplicarse tanto al IVA como al IRPF, y van desde el alquiler de un local, suministros si trabajas desde casa, herramientas, gestoría o formación. Saber qué puedes desgravar (y hacerlo bien) es clave para reducir tu carga fiscal de forma legal y eficiente. Una buena estrategia de deducción puede ahorrarte miles de euros al año.
Preguntas frecuentes
1. ¿Puedo ser autónomo y trabajar por cuenta ajena al mismo tiempo?
Sí, es totalmente legal ser autónomo y asalariado al mismo tiempo, y se conoce como “pluriactividad”. Esto sucede cuando estás dado de alta en la Seguridad Social como trabajador por cuenta ajena (régimen general) y a la vez en el RETA como autónomo. Esta situación tiene beneficios importantes, como la posibilidad de solicitar una devolución parcial de las cotizaciones o acceder a bonificaciones en la cuota de autónomo si es tu primer alta.
Eso sí, debes tener en cuenta que seguirás teniendo las mismas obligaciones fiscales que cualquier autónomo, y que deberás presentar tus modelos y gestionar tu actividad correctamente, aunque trabajes en una empresa por cuenta ajena.
2. ¿Qué pasa si no facturo nada como autónomo?
Aunque no factures durante un periodo, seguirás teniendo que pagar la cuota de autónomo y cumplir con tus obligaciones fiscales, como presentar los modelos correspondientes (aunque sea en blanco). La Seguridad Social no contempla el “paro técnico”, y estar dado de alta implica mantener tus compromisos.
La única forma de no pagar mientras no generas ingresos es darte de baja temporalmente en Hacienda y en el RETA, aunque eso puede hacer que pierdas bonificaciones como la tarifa plana si estás dentro del primer año. Por tanto, hay que valorar si te compensa mantenerte de alta o no según tu situación.
3. ¿Cuánto tengo que ganar para que me compense ser autónomo?
Esta es una pregunta muy común, especialmente para quienes se están planteando emprender. En general, se considera que deberías ingresar como mínimo entre 800 y 1.000 € mensuales para que empiece a compensarte, ya que tendrás que cubrir tu cuota mensual, impuestos, gastos fijos y variables.
No obstante, si te acoges a la tarifa plana o a una base baja de cotización, puedes iniciar con ingresos más modestos mientras validas tu actividad. Lo más importante es hacer una estimación de costes antes de empezar y ajustar tus expectativas a corto plazo. La rentabilidad como autónomo depende tanto de lo que factures como de cómo gestiones tus gastos.
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