Cuando eres autónomo, una de las cosas más importantes (y muchas veces más ignoradas al principio) es la trazabilidad de los movimientos bancarios. Esto significa que puedas justificar de forma clara y sencilla cada ingreso y cada gasto ante Hacienda, especialmente en caso de inspección o requerimiento. En mi experiencia como autónomo, después de varios sustos con conciliaciones bancarias y justificaciones de pagos, aprendí a valorar muchísimo los bancos que te dan un buen desglose de operaciones, etiquetas, exportación de movimientos, y conexión con programas de facturación.
En este sentido, hay dos bancos que recomiendo con los ojos cerrados: Qonto y bunq. Qonto te permite etiquetar cada transacción, añadir justificantes directamente desde la app y vincular tus gastos con tus facturas de forma automatizada. Es una herramienta que se nota que está pensada para autónomos y empresas, no para particulares. Además, la exportación de movimientos es limpia y compatible con herramientas como Holded o Quaderno. Bunq, por otro lado, va un paso más allá con su sistema de subcuentas y notificaciones en tiempo real. Cada gasto puede llevar su nota, su ticket adjunto, y al final del trimestre tienes todo preparado para cuadrar con tu contabilidad.
👉 Descubre más sobre Qonto para Autónomos
Además de estos dos, también vale la pena considerar otras entidades con enfoque digital, como N26 o Revolut Business, aunque personalmente no las veo tan pulidas a nivel de trazabilidad como Qonto o bunq. La clave está en que el banco te permita asociar justificantes fácilmente, ya sea con fotos de tickets, PDFs de facturas o notas descriptivas. Si usas un banco tradicional, como CaixaBank o BBVA, es muy probable que termines dependiendo de Excel o de herramientas externas para organizar toda esta información. Y créeme, cuando Hacienda te pide que expliques una transferencia de hace 8 meses y no tienes ni idea de qué era, lo pasas mal.
👉 Descubre los Datáfonos Yavin
Mi consejo es que optes por una cuenta bancaria que sea moderna, digital y con foco profesional, que te facilite la vida y no te la complique. El banco no es solo un sitio donde se guarda tu dinero, es una herramienta más de tu negocio. No te quedes con el de siempre solo por comodidad. Cambiar de banco es mucho más fácil de lo que parece, y la diferencia se nota en el día a día.