Cuando un banco lanza una bonificación por domiciliar la cuota de autónomos, lo habitual es que revisen tu historial antes de darte el “premio”. No siempre lo dicen claramente, pero la mayoría de entidades analizan tu perfil financiero para asegurarse de que eres un cliente solvente y rentable. Esto incluye comprobar si estás al día en tus pagos, si apareces en listas de morosos o si tienes movimientos sospechosos en tu cuenta. No es una revisión tan estricta como para concederte un préstamo, pero sí hacen un análisis previo que puede dejarte fuera si no cumples ciertos criterios.
Además, muchos bancos ponen condiciones más allá de domiciliar la cuota. A veces piden que mantengas esa domiciliación durante varios meses, o que además tengas ingresos mínimos mensuales, uses la tarjeta un número determinado de veces o incluso tengas otros productos contratados. Todo esto suele estar en la letra pequeña, y es ahí donde muchos se dan cuenta, tarde, de que no cumplirán los requisitos y por tanto no recibirán la bonificación prometida. Por eso es clave leer bien todo antes de aceptar.
Hoy en día, hay alternativas mucho más claras y enfocadas en el día a día de los autónomos. Bancos como Qonto ofrecen cuentas profesionales sin complicaciones, sin letra pequeña y con condiciones transparentes. Lo mismo pasa con bunq, que además permite gestionar los cobros y pagos de forma muy flexible, algo que viene genial si trabajas con varios clientes o proyectos a la vez. Estos bancos no suelen hacer análisis tan exigentes y lo que ves, es lo que hay.
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