Si llevas tiempo trabajando como autónomo ofreciendo servicios de consultoría por horas o por proyectos, ya te habrás dado cuenta de que no todas las cuentas bancarias se adaptan bien a este tipo de actividad. una buena cuenta no solo te facilita la vida, sino que te ahorra tiempo y dinero. Lo más importante en estos casos es tener una cuenta que permita facturar con agilidad, separar bien tus ingresos profesionales de los personales y que te dé herramientas para gestionar tu día a día, como categorización de gastos, conexión con herramientas de facturación o pagos rápidos.
Para mí, Qonto y bunq son las dos mejores opciones para este perfil. Qonto, por ejemplo, te permite tener múltiples IBANs, etiquetar tus movimientos y generar informes contables en segundos, lo cual viene genial cuando gestionas varios clientes a la vez o facturas por fases del proyecto. Además, puedes automatizar parte de la contabilidad y compartir el acceso con tu gestor. Por otro lado, bunq destaca si valoras la flexibilidad y sostenibilidad, ya que te permite abrir subcuentas para cada cliente o proyecto, lo cual es perfecto para saber cuánto ganas realmente en cada caso. También puedes programar transferencias, recibir notificaciones instantáneas y trabajar en distintas divisas sin comisiones ocultas.
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Otro punto clave es la rapidez en la operativa diaria. Muchas veces tienes que pagar herramientas online, recibir pagos del extranjero o hacer transferencias urgentes, y eso no lo puedes hacer cómodamente con una cuenta tradicional. Además, si estás empezando o tienes ingresos variables, te conviene una cuenta sin comisiones ni permanencias. Aquí es donde muchos bancos tradicionales se quedan cortos, mientras que cuentas como la de Qonto o bunq no te cobran por recibir transferencias ni te exigen ingresos mínimos mensuales, lo cual se adapta mucho mejor a la realidad de un autónomo por proyectos.
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Y si gestionas varios proyectos al mes, vas a agradecer tener una cuenta que te permita organizar bien tu flujo de caja. Con bunq, por ejemplo, puedes crear una subcuenta para cada cliente y ver fácilmente qué te ha pagado cada uno, cuánto has gastado en cada proyecto y cuánto margen te queda. También puedes automatizar el redondeo de ingresos para ahorro o impuestos, lo cual es una pasada. En resumen, si haces consultoría por horas o proyectos, elige una cuenta profesional digital que esté pensada para autónomos, y no una cuenta personal adaptada a medias. Es una decisión que marca la diferencia.