¿Por qué es tan difícil ahorrar dinero del sueldo?
Ahorrar cada mes parece una misión imposible para muchas personas, y no es por falta de intención. La mayoría realmente quiere guardar una parte de su sueldo, pero se encuentra con barreras que lo complican más de lo que parece. Aquí te explico las más importantes para que puedas identificarlas y enfrentarlas desde ya.
1. La inflación que se come tus ingresos
Uno de los mayores enemigos del ahorro hoy es la inflación. Aunque tu sueldo siga siendo el mismo, los precios suben constantemente, lo que significa que con el mismo dinero compras menos. Desde la cesta del supermercado hasta el recibo de la luz, todo cuesta más, y eso reduce el margen disponible para ahorrar.
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2. Gastos fijos que no dan tregua
Alquiler o hipoteca, luz, agua, transporte, suscripciones… La mayoría de los sueldos se van en estos compromisos mensuales. El problema es que estos gastos fijos no se pueden eliminar fácilmente y, muchas veces, representan más del 70 % del ingreso mensual.
3. Un estilo de vida poco sostenible
Muchas veces, sin darnos cuenta, vivimos por encima de nuestras posibilidades. Pequeños gastos diarios como cafés, pedidos a domicilio o compras impulsivas terminan sumando mucho. Esto suele pasar por la presión social, el deseo de “vivir bien” o simplemente por no tener un plan claro de gastos.
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4. Falta de educación financiera
Este es uno de los puntos más críticos. No nos enseñan a manejar el dinero, ni en la escuela ni en la universidad. Muchos no saben cómo hacer un presupuesto, cómo identificar gastos innecesarios o cómo organizar sus ahorros. Por eso, al final del mes, el ahorro queda relegado a lo que “sobra”… y muchas veces no sobra nada.
5. La mentalidad del “ya veré”
Muchos no tienen una estrategia clara y confían en que en algún momento podrán empezar a ahorrar. Pero si no lo planificas, no va a pasar solo. Postergar el ahorro mes tras mes es una trampa común que impide generar un hábito real.
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No basta con apartar dinero cada mes. Para que tu esfuerzo realmente valga la pena, necesitas una cuenta que te ayude a crecer.
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Crea un presupuesto realista y flexible
Una vez que comprendes por qué ahorrar es tan complicado, el siguiente paso lógico es crear un plan que te permita tomar el control de tu dinero. Y ahí es donde entra el presupuesto. No se trata de limitarte, sino de darte claridad y estructura para que puedas ahorrar sin sentir que estás sacrificándolo todo.
1. El método 50/30/20: simple y eficaz
Este es uno de los sistemas más recomendados para organizar tus finanzas. Divide tu sueldo neto en tres grandes bloques:
- 50 % para necesidades: alquiler, alimentación, transporte, suministros básicos…
- 30 % para deseos: ocio, entretenimiento, salidas, compras personales.
- 20 % para ahorro o pago de deudas: aquí es donde se construye tu colchón financiero.
Es un método muy útil porque te da una guía clara, pero también es lo suficientemente flexible para adaptarse a diferentes niveles de ingreso.
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2. Presupuesto base cero: cada euro tiene una función
Con este enfoque, cada euro que entra en tu cuenta debe tener un destino asignado. A diferencia del método anterior, no dejas nada “al aire”. Si cobras 1.500 €, esos 1.500 € deben estar repartidos entre tus categorías: gastos, ahorro, inversión, imprevistos…
Este sistema te obliga a revisar cada gasto con atención, lo que ayuda a eliminar fugas de dinero que suelen pasar desapercibidas.
3. Adapta tu presupuesto a tu realidad
No todos los sueldos permiten aplicar las mismas proporciones. Si tu renta es baja, quizás no puedas ahorrar un 20 % desde el principio, y está bien. Lo importante es que empieces, aunque sea con un 5 % o 10 %. La clave está en mantener la constancia y revisar tu presupuesto cada mes para ajustarlo según tus circunstancias.
4. Usa herramientas para facilitar el proceso
Hay apps y bancos digitales, como bunq, que te permiten crear espacios de ahorro automáticos, clasificar tus gastos y visualizar a dónde va tu dinero. Estas herramientas te ayudan a mantener el control sin tener que estar con una libreta y calculadora todos los días.
Automatiza tu ahorro mensual
Ya tienes claro cómo organizar tu presupuesto, pero hay un truco que multiplica tus posibilidades de éxito: automatizar el ahorro. Porque, seamos honestos, si lo dejamos para el final del mes, lo más probable es que ese dinero ya se haya ido. La automatización convierte el ahorro en una prioridad, no en una opción.
1. Ahorra el día que cobras, no cuando “sobre”
El mayor error es esperar a fin de mes para ver si queda algo que puedas ahorrar. En cambio, el secreto está en separar el dinero destinado al ahorro justo en el momento en que recibes tu sueldo. Así, te aseguras de que el ahorro no se pierda entre gastos innecesarios.
Es como pagarte a ti mismo primero. Tú trabajas duro por ese dinero, y una parte debe ir directamente a construir tu seguridad financiera.
» Puedes aplicar el método de ahorro quincenal
2. Elimina la tentación de gastar
Al automatizar el ahorro, evitas tener que tomar decisiones cada mes, lo que reduce el riesgo de caer en impulsos o excusas. El dinero simplemente desaparece de tu cuenta principal y va directo a una cuenta de ahorro o a diferentes objetivos que te hayas marcado.
3. Usa bunq para hacerlo fácil y visual
Una de las plataformas más útiles para automatizar tu ahorro es bunq. Con ella puedes:
- Crear varios espacios de ahorro con nombres específicos como “vacaciones”, “fondo de emergencia” o “nuevo portátil”.
- Programar transferencias automáticas el día que recibes tu sueldo.
- Seguir tu progreso visualmente, lo que te motiva a seguir.
Todo esto te permite tener una visión clara de tus metas y un sistema que trabaja por ti en segundo plano.
4. Pequeñas cantidades, grandes resultados
No necesitas empezar con 200 € al mes. Incluso 10 €, 25 € o 50 € mensuales automatizados pueden marcar una gran diferencia con el tiempo. Lo importante es construir el hábito.