Diferencias clave entre TPV y Datáfono
Cuando planteas instalar un sistema de cobro en tu negocio, es fundamental entender en qué se diferencian estos dos elementos. Aquí te lo explico de forma clara y directa:
🧩 1. Funcionalidad
- TPV (Terminal Punto de Venta): es un sistema integral que gestiona ventas, inventario, facturación, informes, promociones y, a menudo, programa de fidelización. Es el cerebro administrativo del negocio.
- Datáfono: su único propósito es procesar pagos con tarjeta (chip, banda magnética o contactless/NFC). No lleva control de stock, ni genera informes fiscales.
⚙️ 2. Componentes
- El TPV incluye hardware + software, como pantalla táctil, caja registradora, lector de productos, impresora de tiques, y el programa de gestión.
- El datáfono es un dispositivo autónomo con lector de tarjetas y, en algunos casos, impresora y conectividad propia vía GSM, Wi‑Fi o Bluetooth.
💰 3. Coste e inversión
- El TPV supone una inversión inicial elevada, debido a múltiples componentes y licencias de software. Puede costar hasta 10 veces más que un datáfono.
- El datáfono tiene un coste más bajo, suele adquirirse o alquilarse por unas decenas de euros, aunque trae aparejadas comisiones por transacción.
🔄 4. Alcance del uso
- El TPV es ideal si tu negocio necesita gestión integral y control de toda la operativa (del mostrador al almacén).
- El datáfono es suficiente si tu objetivo es aceptar pagos electrónicos de forma sencilla y puntual, especialmente en establecimientos sin necesidad de control interno.
📊 5. Registro y seguimiento de ventas
- El TPV permite generar informes detallados (ventas, productos, horas punta…), gestionar inventario y emitir facturas electrónicas o tickets con desglose completo.
- El datáfono solo registra datos simples de cada pago (importe, fecha, tarjeta), sin vinculación con inventario o facturación interna.
¿Cuál necesitas tú? Casos de uso
Tras ver en detalle las diferencias entre un TPV y un datáfono, ahora toca aterrizarlo en la práctica. ¿Cuál de los dos te conviene más según tu negocio? Aquí tienes los casos de uso más comunes para que tomes una decisión con criterio.
🏪 Movilidad y ventas en ruta
Si trabajas en servicios a domicilio, ferias, mercados o reparto, un datáfono portátil o un TPV móvil es ideal. Son compactos, se conectan por wifi o SIM y están diseñados para aceptar pagos donde estés. Tienen comisiones por transacción, pero su coste inicial es muy bajo y son fáciles de usar. No necesitas nada más si solo quieres cobrar con tarjeta.
🍽️ Restaurantes, bares y cafeterías
En hostelería, lo más recomendable es un TPV con sistema de comandero. Te permite tomar pedidos en mesa, enviarlos a cocina y cobrar desde el mismo dispositivo o con un datáfono integrado. Así gestionas pedidos, cobros, facturas y arqueo de caja sin errores ni duplicidades.
🛍️ Tiendas minoristas y supermercados
Si tienes una tienda física, como ropa, electrónica, alimentación o similares, un TPV es clave. Te permite controlar el inventario, emitir tickets, gestionar precios y promociones, e incluso generar informes de ventas. Si además haces ventas fuera del local, puedes sumar un TPV portátil o virtual.
💻 Venta online o mixta (online + tienda física)
Si combinas tienda física y online, necesitas un TPV virtual que permita procesar pagos desde tu web. En la parte presencial, puedes usar un datáfono sencillo para cobros rápidos o un TPV físico si además quieres gestionar stock, facturas y seguimiento de clientes.
💶 Autónomos y negocios pequeños
Para profesionales con bajo volumen de ventas y sin necesidad de mucha gestión interna —como taxistas, fisioterapeutas, terapeutas o comercio esporádico— un datáfono con app móvil es más que suficiente. Algunos modelos incluso no tienen cuotas fijas, solo comisiones por cada cobro.