¿Qué es la fecha de vencimiento de un bono?
Cuando hablamos de bonos, uno de los conceptos más importantes que tienes que tener claro es la fecha de vencimiento. Es, básicamente, el día en que el emisor del bono (puede ser un gobierno, una empresa o cualquier entidad) se compromete a devolverte el dinero que prestaste, es decir, el capital invertido.
En otras palabras, es la “fecha límite” del préstamo que tú haces al comprar ese bono. Hasta ese día, el emisor te pagará intereses de forma periódica (lo que se conoce como cupones), y al llegar esa fecha, recuperas el importe total que invertiste inicialmente.
¿Por qué es clave entender esta fecha?
Porque determina cuánto tiempo tendrás tu dinero “trabajando” en ese bono y, por tanto, cuánto riesgo estás asumiendo. Cuanto más lejana sea la fecha de vencimiento, más tiempo puede pasar en el que cambien las condiciones del mercado (por ejemplo, las tasas de interés), lo que afecta directamente al valor del bono en el mercado secundario.
Tipos de vencimientos que puedes encontrar
- Corto plazo: Bonos que vencen en menos de 3 años.
- Medio plazo: Entre 3 y 10 años.
- Largo plazo: Más de 10 años.
Esta clasificación es clave, porque cada tipo de bono tiene un comportamiento diferente. Un bono a 2 años no reacciona igual a los cambios económicos que uno a 30 años, y por eso, tu elección debe ir de la mano de tus objetivos financieros.
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Tipos de fechas de vencimiento en los bonos
Ahora que ya sabes qué es la fecha de vencimiento de un bono y por qué es tan importante, es momento de profundizar en los distintos tipos de vencimiento que puedes encontrarte al invertir. No todos los bonos están estructurados de la misma manera, y entender estas diferencias te ayudará a tomar decisiones más estratégicas según tus objetivos financieros.
Para que lo veas claro, te he preparado la mejor tabla comparativa que vas a encontrar en internet, explicando cada tipo de vencimiento con ejemplos y consideraciones clave. Así, tendrás una visión práctica y sencilla de cada opción:
Tipo de vencimiento | Descripción | Ejemplo típico | ¿Qué tener en cuenta? |
---|---|---|---|
Vencimiento fijo | El bono tiene una fecha exacta en la que se devolverá el capital. | Bono del Tesoro a 5 años. | Predecible, ideal si quieres planificar a futuro. |
Bono rescatable (callable) | El emisor puede decidir devolver el capital antes de la fecha de vencimiento. | Bonos corporativos con cláusula de rescate. | Mayor riesgo para el inversor si se rescata cuando bajan los tipos de interés. |
Bono con opción de venta (puttable) | El inversor puede exigir la devolución del capital antes de la fecha acordada. | Bonos municipales con opción de venta. | Da flexibilidad al inversor, útil en entornos de subida de tipos. |
Bono perpetuo | No tiene fecha de vencimiento. El emisor paga cupones indefinidamente, salvo que decida redimirlo. | Algunos bonos bancarios o híbridos. | Alta rentabilidad potencial, pero sin garantía de recuperar el capital. |
Vencimiento en serie | El capital se devuelve en partes, en varias fechas preestablecidas. | Bonos de infraestructura o educativos. | Aumenta la liquidez progresiva, ideal para planificar flujos de caja. |
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Importancia de la fecha de vencimiento en la inversión
Después de conocer los distintos tipos de vencimiento, es fundamental que entiendas por qué esta fecha es clave en cualquier decisión de inversión en bonos. No es solo un dato más: es uno de los elementos que más impacto tiene en el rendimiento, el riesgo y la estrategia de tu cartera.
Afecta directamente a la rentabilidad
La fecha de vencimiento está íntimamente ligada a cuánto puedes ganar con un bono. Normalmente, cuanto más largo sea el plazo hasta el vencimiento, mayor suele ser la rentabilidad prometida. Esto se debe a que el inversor asume un riesgo más alto al comprometer su dinero durante más tiempo.
Pero cuidado: más rentabilidad también significa más exposición al riesgo, especialmente a cambios en las tasas de interés y en la inflación.
Influye en la sensibilidad al mercado
Los bonos con vencimientos lejanos son más sensibles a las variaciones de las tasas de interés. Esto quiere decir que si los tipos suben, su precio en el mercado secundario caerá más que el de un bono a corto plazo. A este efecto se le llama riesgo de duración, y es algo que debes considerar si no piensas mantener el bono hasta el final.
Marca tu horizonte temporal
La fecha de vencimiento también define tu horizonte de inversión. Si sabes que necesitarás el dinero en 3 años, un bono a 10 años podría no ser la mejor opción, a menos que estés dispuesto a venderlo antes y asumir el posible impacto en su precio.
Por eso, la fecha de vencimiento tiene que estar alineada con tus objetivos financieros personales. No todos los bonos sirven para todos los perfiles ni para todas las etapas de tu vida.
Factor clave en la planificación de flujos de caja
Invertir en bonos con diferentes fechas de vencimiento te permite organizar tus entradas de dinero a futuro. Esta estrategia, conocida como “escalera de bonos”, es especialmente útil si quieres ingresos periódicos sin comprometer toda tu liquidez.
Como ves, elegir un bono no es solo fijarse en su rentabilidad. La fecha de vencimiento te dice cuándo recuperarás tu dinero, cuánto riesgo asumes y cómo encaja esa inversión en tu planificación financiera.
Cómo afecta la fecha de vencimiento al precio del bono
Ya que hemos visto la importancia de la fecha de vencimiento en tu estrategia como inversor, ahora toca abordar un aspecto muy práctico: cómo influye esa fecha en el precio del bono en el mercado secundario. Y créeme, entender esto puede marcar la diferencia entre comprar barato o caro… y vender en el mejor momento.
La regla de oro: el precio y los tipos de interés
El precio de un bono se mueve en dirección contraria a las tasas de interés. Si los tipos suben, el precio de los bonos existentes baja. Y si los tipos bajan, los precios suben.
Ahora bien, cuanto más lejano esté el vencimiento, más se moverá el precio del bono frente a estos cambios. Esto se debe a que el inversor tendrá que esperar más tiempo para recuperar su capital, en un entorno menos favorable.
Bonos de corto vs largo plazo: diferencias clave
- Bonos de corto plazo (1 a 3 años): el precio apenas varía con los tipos. Son más estables.
- Bonos de largo plazo (10, 20 o 30 años): muy sensibles a cualquier cambio de política monetaria.
Este comportamiento se explica por el concepto de “duración”: un bono con vencimiento lejano tiene más duración, por lo tanto, más riesgo de precio.
Ejemplo claro para que lo entiendas mejor
Imagina que compras un bono a 30 años con una rentabilidad del 4 %. Si mañana los tipos suben al 6 %, tu bono pierde atractivo porque hay nuevos en el mercado que pagan más. ¿Resultado? Su precio en el mercado baja, incluso aunque el emisor siga siendo sólido.
Por el contrario, si los tipos bajan al 2 %, tu bono se vuelve muy atractivo… y su precio sube si lo quieres vender.
¿Qué significa esto para ti como inversor?
Que no basta con mirar la rentabilidad inicial. Si planeas vender el bono antes del vencimiento, debes tener en cuenta este efecto sobre el precio. Incluso si tu idea es mantenerlo, este factor puede influir en el valor de tu cartera.