Una de las decisiones más importantes y difíciles que tendrás que tomar como nuevo inversor es si invertir en fondos de inversión o en acciones individuales.
Invertir en un fondo de acciones significa que estás comprando participaciones en una cartera gestionada por un gestor de cartera profesional que se encarga de seleccionar las acciones de la cartera y de tomar decisiones de compra, venta y mantenimiento.
Puntos clave
- Los fondos de renta variable son una buena opción si quieres seguir el rendimiento de una inversión, pero prefieres confiar en los profesionales para la investigación y el análisis.
- Si se te da bien invertir o prefieres construir tu propia cartera, puedes mantener un mayor control sobre tus decisiones de inversión eligiendo acciones individuales.
- Investigar una empresa y leer sus estados financieros son dos buenas formas de evaluar las acciones de una empresa.
- Una cartera diversificada puede estar formada por un puñado o cientos de valores, por lo que debes tenerlo en cuenta al elegir tu cartera.
Fondos de acciones o acciones individuales
Una vez que hayas elegido un buen fondo de inversión, tu trabajo es seguir comprando acciones, reinvirtiendo los dividendos y las plusvalías, y comprobando el informe anual del fondo cada año. Tu objetivo es asegurarte de que la sociedad gestora sigue la filosofía financiera en la que crees y de que estás contento con los valores que posees. En muchos sentidos, es como revisar el rendimiento de un gestor inmobiliario que has contratado para supervisar tus propiedades de alquiler.
En cambio, cuando eliges acciones individuales, es tu responsabilidad construir una cartera, revisar los informes anuales y los registros 10k, tomar decisiones de compra y venta, y mantenerte al día de la evolución de las empresas individuales en las que has invertido. Al fin y al cabo, se trata de tu dinero duramente ganado. Para muchas personas, esto parece una tortura mental.
Aunque sepas investigar las inversiones y elegir las mejores acciones, puede que necesites más diversificación de la que pueden ofrecer las acciones individuales. Considera la posibilidad de añadir a tu cartera ETFs y fondos de inversión que contengan cientos o miles de acciones.
Apunte: Al construir tu propia cartera, debes tener una buena idea de tu tolerancia personal al riesgo, tu presupuesto actual y tus objetivos de inversión a corto y largo plazo.
Aquí tienes algunas formas de saber si debes invertir en fondos de acciones o elegir tus propias acciones comunes.
Leer los estados financieros
¿Puedes leer los estados financieros GAAP, incluidas las cuentas de resultados y los balances? Si tienes esta capacidad, seleccionar tus propias acciones no debería ser más difícil que analizar una oportunidad de negocio privado, como invertir en una sociedad de responsabilidad limitada (SRL).
En una situación así, parece un poco tonto contratar a un gestor de fondos profesional para que investigue empresas en tu nombre todo el día, a menos que prefieras centrarte en tu actividad principal.
Análisis empresarial
Para algunas personas, hay pocas cosas más divertidas que encontrar una gran empresa y aprender sobre su industria, productos, costes de producción, estrategia y posición en el mundo.
¿Te gusta ir a unos grandes almacenes y averiguar los márgenes brutos de la empresa que fabrica una determinada marca de ropa? ¿Te gusta estar delante de un hotel y saber el coste medio por habitación para construirlo? ¿Y qué tal si discutimos el beneficio total antes de impuestos que debería obtener la empresa si está bien gestionada y tiene un éxito razonable? Estudiar la economía (y, por extensión, la acción individual) es una forma de entender el mundo y lo que la gente realmente valora.
Si no te importan estas cosas, no tiene sentido que pierdas el tiempo buscando negocios individuales en los que puedas convertirte en copropietario. Paga la comisión de gestión de un profesional y compra en su lugar fondos de renta variable buenos y bien diversificados.
Consejo: Los fondos de renta variable pueden ser de gestión activa, lo que significa que el gestor de la cartera actúa a su propia discreción. O pueden ser de gestión pasiva, lo que significa que el fondo sigue un índice de mercado. Los fondos de gestión pasiva suelen tener comisiones más bajas que los de gestión activa.
Múltiples posiciones frente a un puñado de fondos
Incluso una cartera de inversión centrada probablemente contenga entre 10 y 20 valores; una cartera ampliamente diversificada puede contener entre 30 y 100 valores. ¿Quieres hacer un seguimiento de todos esos valores? ¿Las fechas y los ingresos por dividendos? ¿La base de coste de cada posición?
Si eso no te molesta y tu cartera es lo suficientemente grande como para justificarlo, las acciones individuales pueden ser para ti. Si quieres tener el historial completo de tu cartera de inversiones en una breve hoja de cálculo, los fondos de renta variable son probablemente la mejor opción.
¿Qué debo elegir? ¿Fondos de inversión o acciones?
Si no eres capaz de pensar como un inversor a largo plazo, deberías cubrir más tus apuestas y elegir fondos de acciones en lugar de acciones individuales. A menos que elijas un fondo cotizado (ETF), los fondos de renta variable ajustan el precio de sus acciones o su valor liquidativo sólo una vez al día. Así que no tienes que estar pegado a la pantalla ni entrar en pánico cuando una acción de primer orden se mueve 50 céntimos, lo que no debería asustarte.
