No todos los bancos entienden las necesidades reales de los profesionales autónomos, y mucho menos si trabajas en un sector tan específico como la veterinaria. La mayoría de entidades tradicionales siguen ofreciendo las mismas cuentas generalistas para todos, sin tener en cuenta lo que de verdad necesitas: agilidad, control total de tus finanzas y, sobre todo, que no te compliquen más la vida. Y aquí es donde bancos como Qonto o bunq están marcando la diferencia.
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En el caso de los veterinarios autónomos, que además de llevar su clínica suelen encargarse de la contabilidad, facturación y cobros, lo que más se valora es una cuenta que sea intuitiva y que centralice todo. Qonto, por ejemplo, permite generar tarjetas físicas y virtuales para gastos de la clínica, categorizar movimientos automáticamente y emitir facturas desde su propia plataforma. Además, tiene integración con herramientas de contabilidad, lo cual te ahorra muchas horas de trabajo cada mes. Es perfecto si, como yo, prefieres dedicar más tiempo a tus clientes que a pelearte con un Excel.
Por otro lado, bunq también está ganando muchos puntos entre los autónomos, sobre todo por su sistema de subcuentas inteligentes. Puedes crear diferentes apartados para separar impuestos, proveedores o incluso un fondo de emergencias veterinarias. Lo mejor es que todo lo controlas desde el móvil y sin tener que pedir citas ni perder el tiempo. Además, bunq ofrece la posibilidad de hacer transferencias inmediatas, algo clave cuando tienes que pagar a distribuidores o laboratorios con urgencia.
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Mi consejo: si eres veterinario autónomo y estás harto de bancos que te ponen trabas, dale una oportunidad a Qonto o a bunq. Son sencillos, eficientes y pensados para autónomos de verdad.