Si estás generando ingresos a través de plataformas como Substack o Medium, sabrás que encontrar una cuenta bancaria que se adapte a tus necesidades como autónomo no es tan fácil como parece. No todas las cuentas son igual de eficientes para quienes trabajan con plataformas digitales que pagan en dólares o que requieren una buena gestión de cobros internacionales. Lo que más valoramos en este tipo de modelo de negocio es: facilidad para recibir pagos del extranjero, integración con herramientas digitales y cero comisiones escondidas.
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Una de las opciones que más recomiendo —y que también está siendo cada vez más popular entre creadores de contenido— es Qonto. Esta cuenta está pensada para autónomos y negocios digitales, y te permite gestionar todos tus ingresos y gastos desde una misma plataforma, con una interfaz muy intuitiva. Además, puedes tener varias subcuentas, lo que facilita separar los ingresos de Substack, los pagos de colaboraciones o los gastos en herramientas. Qonto también ofrece IBAN europeo y soporte en español, lo que te viene genial si te pagan desde EE.UU. o Europa, como suele pasar en estas plataformas.
Por otro lado, bunq es una opción muy potente para quienes buscamos flexibilidad y eficiencia. Se puede usar como cuenta secundaria para recibir pagos de plataformas en dólares, porque permite crear cuentas en múltiples divisas y te da notificaciones en tiempo real de cada movimiento. Lo mejor de bunq es que no tiene comisiones por recibir transferencias en divisa extranjera, lo que te evita sorpresas desagradables a final de mes. Además, su integración con herramientas como Zapier o Notion hace que puedas automatizar muchos procesos de gestión sin complicarte.
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También te aconsejo que evites cuentas tradicionales que no están pensadas para este tipo de operativas. Pueden cobrarte por recibir pagos internacionales y no poder emitir facturas directamente desde la app.. En cambio, cuentas como las de Qonto o bunq están pensadas para creadores y profesionales digitales como nosotros, y eso se nota en cada detalle. Al final, la clave está en elegir una cuenta que te haga la vida más fácil y no te frene cuando empiezas a escalar tus ingresos.
