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¿Qué es un Strangle?

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Alejandro Borja

Economista e inversor

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Si estás buscando una estrategia que te permita capitalizar grandes movimientos en el precio de un activo, sin importar la dirección, has llegado al lugar correcto. La estrategia de strangle es una herramienta poderosa en el mundo de las opciones, diseñada para aquellos inversores que anticipan alta volatilidad pero no están seguros de hacia dónde se moverá el mercado. En este artículo, exploraremos en detalle qué es un strangle, cómo funciona, las diferencias clave con su pariente cercano, el straddle, y veremos un ejemplo práctico de su aplicación en el mundo real. En Finantres, te guiamos para que tomes decisiones informadas y aproveches al máximo tus inversiones.

¿Qué es un strangle?

Un strangle es una estrategia de opciones en la que un inversor compra simultáneamente una opción de compra (call) y una opción de venta (put) sobre el mismo activo subyacente, pero con diferentes precios de ejercicio (strike prices) y la misma fecha de vencimiento. Esta estrategia se utiliza cuando se anticipa un movimiento significativo en el precio del activo, pero no se tiene certeza sobre la dirección de dicho movimiento. El strangle es rentable si el precio del activo se mueve lo suficiente, ya sea al alza o a la baja, superando los precios de ejercicio de ambas opciones, lo que permite al inversor capitalizar el cambio de precio.

5 puntos clave sobre los strangles

  1. Un strangle combina la compra de opciones call y put con diferentes precios de ejercicio.
  2. Es ideal cuando se espera una gran volatilidad pero sin dirección clara.
  3. La ganancia proviene de un movimiento fuerte del precio del activo subyacente.
  4. Requiere que ambas opciones tengan la misma fecha de vencimiento.
  5. Es menos costoso que un straddle, pero necesita un mayor movimiento del precio para ser rentable.

¿Cómo funciona un Strangle?

Con los puntos clave claros, podemos profundizar en cómo funciona un strangle. Esta estrategia se basa en la compra simultánea de una opción de compra (call) y una opción de venta (put), ambas con diferentes precios de ejercicio pero con la misma fecha de vencimiento. Existen dos versiones principales: el long strangle y el short strangle.

En un long strangle, el inversor compra una call con un precio de ejercicio superior al precio actual del activo y una put con un precio inferior. La rentabilidad se alcanza si el precio del activo subyacente se mueve significativamente, ya sea al alza o a la baja, superando uno de los precios de ejercicio antes de la fecha de vencimiento. Este movimiento permite que una de las opciones gane valor, compensando el costo total de ambas primas.

Por otro lado, en un short strangle, el inversor vende una call y una put, buscando beneficiarse si el precio del activo se mantiene dentro de un rango estrecho entre los dos precios de ejercicio hasta la fecha de vencimiento. Aquí, el beneficio máximo es limitado al valor de las primas recibidas, pero el riesgo es potencialmente ilimitado si el activo se mueve fuera de ese rango.

Strangle vs Straddle

Luego de comprender cómo funciona un strangle, es importante compararlo con otra estrategia similar: el straddle. Aunque ambas estrategias buscan capitalizar grandes movimientos en el precio de un activo subyacente, existen diferencias clave que pueden influir en la elección de una sobre la otra.

El straddle implica la compra de una opción de compra (call) y una opción de venta (put) con el mismo precio de ejercicio y la misma fecha de vencimiento. Esto lo hace una opción más costosa que el strangle, pero con una mayor probabilidad de alcanzar rentabilidad, ya que el precio del activo no necesita moverse tanto para que una de las opciones se vuelva rentable. En contraste, el strangle utiliza precios de ejercicio diferentes, lo que lo hace menos costoso, pero requiere un movimiento de precio más significativo para generar ganancias.

La elección entre un straddle y un strangle depende en gran medida de la expectativa de volatilidad del mercado y del capital disponible. Si esperas una gran volatilidad pero no quieres asumir un alto costo inicial, el strangle puede ser la mejor opción. Sin embargo, si prefieres una mayor probabilidad de éxito, aunque a un costo más alto, el straddle podría ser más adecuado.

CaracterísticaStrangleStraddle
Precios de ejercicioDiferentes (call superior, put inferior)Mismos para ambas opciones
Costo inicialMenor, debido a que ambas opciones están fuera del dinero (OTM)Mayor, ya que las opciones están en el dinero o cercanas (ATM)
Movimiento necesarioSe requiere un movimiento de precio más significativoRequiere un movimiento de precio menos significativo
RiesgoMayor, ya que el precio debe moverse más para generar gananciasMenor riesgo relativo, con mayor probabilidad de éxito
ObjetivoCapitalizar en grandes movimientos de precio con menor costoBeneficiarse de cualquier gran movimiento de precio, con mayor costo inicial

Ejemplo real de un strangle

Entendiendo las diferencias clave entre un strangle y un straddle, podemos ilustrar cómo funciona un strangle con un ejemplo práctico en el mundo real. Este ejemplo ayudará a clarificar cómo se implementa esta estrategia y cuáles son los posibles resultados.

Imaginemos que una empresa, como Starbucks (SBUX), actualmente tiene sus acciones cotizando a $50. Un inversor que espera una gran volatilidad, pero no está seguro de la dirección en la que se moverá el precio, podría decidir establecer un long strangle. Para hacerlo, compraría una opción de compra (call) con un precio de ejercicio de $52 por una prima de $3 y, al mismo tiempo, compraría una opción de venta (put) con un precio de ejercicio de $48 por una prima de $2.

Si el precio de las acciones de Starbucks se mueve significativamente, por ejemplo, subiendo a $60 antes de la fecha de vencimiento, la opción de compra se volvería valiosa. En este caso, la opción de compra generaría una ganancia considerable, mientras que la opción de venta expiraría sin valor. Si el precio bajara, por ejemplo, a $40, la opción de venta proporcionaría una ganancia, compensando la pérdida en la opción de compra.

Sin embargo, si el precio de las acciones de Starbucks permanece entre los $48 y $52, ambas opciones probablemente expirarán sin valor, y el inversor perderá las primas pagadas, es decir, $500 en total. Este ejemplo resalta tanto el potencial de ganancias como el riesgo inherente a la estrategia strangle.

Conclusión

La estrategia de strangle ofrece una forma versátil de beneficiarse de grandes movimientos en el mercado, sin la necesidad de predecir la dirección exacta de esos movimientos. Si bien es menos costosa que otras estrategias como el straddle, requiere un mayor movimiento en el precio del activo subyacente para ser rentable. Su aplicación puede ser particularmente útil en situaciones de alta volatilidad anticipada, aunque implica un riesgo significativo si el mercado no se mueve lo suficiente. En resumen, el strangle es una herramienta valiosa para los inversores que buscan maximizar sus oportunidades en un entorno de mercado incierto.

Preguntas frecuentes

Un strangle es más efectivo cuando se anticipa una gran volatilidad en el precio de un activo, pero no se está seguro de la dirección del movimiento. Esto puede ser antes de eventos importantes, como reportes de ganancias o cambios en políticas económicas que podrían impactar significativamente el precio del activo.
El principal riesgo de un strangle, especialmente en su versión larga, es que el precio del activo subyacente no se mueva lo suficiente para superar las primas pagadas por las opciones. En ese caso, ambas opciones expirarían sin valor, y el inversor perdería el total de las primas.
Un strangle suele ser menos costoso que un straddle porque las opciones compradas están fuera del dinero (OTM), lo que reduce las primas pagadas. Sin embargo, esto también implica que se requiere un movimiento de precio más grande para que la estrategia sea rentable.