Tabla comparativa rápida: Bonos vs Acciones
Característica | Bonos | Acciones |
---|---|---|
Tipo de inversión | Renta fija | Renta variable |
Nivel de riesgo | Bajo a medio | Medio a alto |
Rentabilidad esperada | Moderada y predecible (entre 2 % y 6 % anual) | Alta pero volátil (puede superar el 10 % anual) |
Pago de beneficios | Intereses periódicos (cupones) | Dividendos (si los hay) + apreciación del capital |
Prioridad en caso de quiebra | Alta (cobran antes que los accionistas) | Baja (últimos en cobrar) |
Liquidez | Media (depende del mercado secundario) | Alta (acciones cotizan en bolsa diariamente) |
Horizonte temporal | Corto, medio o largo plazo (según vencimiento) | Largo plazo (pensado para crecer con el tiempo) |
Participación en la empresa | No. Solo prestas dinero | Sí. Eres propietario parcial |
Volatilidad | Baja (sensibles a tipos de interés y calificación) | Alta (afectadas por resultados, noticias, economía) |
Accesibilidad para pequeños inversores | Muy accesible desde 100 € o menos, especialmente vía plataformas como Freedom24 | También accesible, pero con más fluctuación de valor |
Ideal para… | Inversores conservadores que buscan ingresos estables | Inversores con perfil dinámico que buscan crecimiento |
¿Qué son los bonos y cómo funcionan?
Los bonos son instrumentos de deuda que emiten gobiernos, empresas u otras entidades para financiarse. Cuando compras un bono, estás prestando tu dinero a cambio de recibir pagos periódicos de intereses, y al final del plazo, recuperar el capital inicial (conocido como valor nominal o principal).
Funcionan así: tú compras el bono, recibes intereses (llamados cupones) cada cierto tiempo —puede ser mensual, trimestral o anual—, y cuando llega la fecha de vencimiento, te devuelven el dinero que invertiste.
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Tipos de bonos
Conocer los tipos de bonos es clave para elegir el que mejor se ajusta a tu perfil de inversión:
- Bonos del Estado: Emitidos por gobiernos nacionales. Son considerados de bajo riesgo. Ej.: bonos del Tesoro español o alemán.
- Bonos corporativos: Emitidos por empresas. Pueden ofrecer más rentabilidad, pero también implican más riesgo.
- Bonos municipales: Emitidos por gobiernos locales o regionales. A menudo están exentos de impuestos en ciertos países.
- Bonos de alta rentabilidad (High Yield): Emitidos por entidades con baja calificación crediticia. Mayor riesgo, pero también más potencial de ganancia.
- Bonos ligados a la inflación: Ajustan sus pagos según la inflación, protegiendo el poder adquisitivo del inversor.
Además, hoy en día puedes acceder fácilmente a muchos de estos bonos desde plataformas especializadas como Freedom24, incluso desde importes bajos.
Ventajas y desventajas
Ventajas de invertir en bonos:
- Ingresos predecibles: Recibes pagos regulares de intereses.
- Menor volatilidad: No suelen tener los altibajos extremos del mercado de acciones.
- Diversificación: Complementan bien una cartera enfocada en renta variable.
- Alta prioridad en caso de quiebra: Si la entidad emisora entra en problemas, los bonistas cobran antes que los accionistas.
Desventajas de los bonos:
- Rentabilidad limitada: A cambio de menor riesgo, los rendimientos suelen ser más bajos que en acciones.
- Sensibles a tipos de interés: Si los tipos suben, el valor de los bonos en el mercado puede bajar.
- Riesgo de crédito: Si la entidad emisora no puede pagar, puedes perder tu inversión.
- Liquidez variable: No todos los bonos se pueden vender fácilmente antes de vencimiento.
En resumen, los bonos son una excelente opción si buscas estabilidad, ingresos constantes y menor exposición al riesgo, pero siempre es importante entender sus características y limitaciones antes de invertir.
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¿Qué son las acciones y cómo funcionan?
Después de ver cómo funcionan los bonos como instrumentos de deuda, es momento de hablar de su contraparte: las acciones, que son instrumentos de propiedad. A diferencia de los bonos, donde prestas tu dinero, con las acciones estás comprando una parte de una empresa. Sí, aunque sea pequeña, te conviertes en accionista.
Cuando compras acciones, te beneficias del crecimiento de la empresa, ya sea por el aumento en el precio de las acciones o por el reparto de dividendos (una parte de los beneficios que la compañía distribuye entre sus accionistas).
Las acciones se compran y venden en bolsas de valores, y su precio varía constantemente según la oferta y la demanda, los resultados de la empresa, noticias económicas y muchos otros factores.
Ejemplos reales
Para que lo veas más claro, aquí van algunos ejemplos reales y recientes:
- Si hubieras invertido en acciones de Apple hace 10 años, tu rentabilidad acumulada habría superado el 1.000 %, gracias al crecimiento de la empresa y al aumento del precio de sus acciones.
- Otro caso es Inditex (dueña de Zara), que reparte dividendos atractivos cada año y ha sido una acción muy demandada por los inversores españoles que buscan ingresos pasivos constantes.
Estos ejemplos muestran cómo invertir en acciones puede generar beneficios significativos a largo plazo, pero también conlleva una mayor exposición al riesgo.
Ventajas y desventajas
Ventajas de invertir en acciones:
- Alta rentabilidad a largo plazo: Históricamente, las acciones han ofrecido mejores rendimientos que otros activos.
- Propiedad y derechos: Tienes derecho a votar en juntas y a recibir dividendos si se reparten.
- Alta liquidez: Puedes comprar y vender tus acciones en cualquier momento durante el horario bursátil.
- Acceso global: Puedes invertir en empresas de todo el mundo desde una misma plataforma.
Desventajas de las acciones:
- Alta volatilidad: El valor de las acciones puede subir o bajar rápidamente, incluso por factores externos.
- Mayor riesgo: Si la empresa va mal, puedes perder gran parte (o toda) tu inversión.
- No hay garantía de dividendos: No todas las empresas los pagan, y no están obligadas a hacerlo.
- Requiere más seguimiento: Para invertir con cabeza, necesitas estar al tanto del mercado, noticias y resultados.
En definitiva, las acciones son ideales para quienes buscan crecimiento y están dispuestos a asumir más riesgo a cambio de mayores ganancias potenciales. Combinadas con bonos, pueden formar una cartera equilibrada.
Diferencias clave entre bonos y acciones
Después de entender cómo funcionan los bonos y las acciones por separado, ahora toca ver cara a cara sus diferencias más importantes. Esta sección es clave si estás decidiendo dónde poner tu dinero según tu perfil, tus objetivos y el momento en el que te encuentres como inversor.
Rentabilidad esperada
Las acciones suelen ofrecer una rentabilidad potencial mucho más alta que los bonos. Históricamente, los mercados bursátiles han generado entre un 7 % y un 10 % anual promedio, aunque con subidas y bajadas.
En cambio, los bonos ofrecen una rentabilidad más modesta pero constante, con tasas que pueden ir del 2 % al 6 % anual, dependiendo del tipo de bono y del emisor.
Si buscas crecimiento, las acciones son tu terreno. Si prefieres estabilidad, los bonos te ofrecen previsibilidad.
Riesgo y volatilidad
Aquí está una de las diferencias más marcadas. Las acciones tienen mayor riesgo y son más volátiles, lo que significa que su precio puede subir o bajar con rapidez según el contexto económico o las noticias del mercado.
En cambio, los bonos son mucho más estables. Su precio también puede variar, pero lo hace de forma más suave, y además te garantizan pagos periódicos y devolución del capital (si no hay impagos).
Para perfiles conservadores o en etapas de menor tolerancia al riesgo, los bonos tienen ventaja.
Horizonte temporal
Los bonos tienen un horizonte definido: sabes cuándo vencerán y cuándo te devolverán el capital. Esto los hace ideales para objetivos con fecha clara, como pagar la entrada de una casa o financiar estudios.
Las acciones, en cambio, funcionan mejor en horizontes largos, donde puedes capear la volatilidad del mercado y aprovechar el crecimiento compuesto. Invertir en acciones pensando en 10, 15 o 20 años puede dar resultados espectaculares.
¿Tu inversión tiene fecha de caducidad o puedes dejarla crecer? Esa es la clave.
Liquidez
Las acciones ganan en liquidez. Se pueden comprar y vender en segundos desde cualquier plataforma bursátil.
Los bonos, especialmente los que no cotizan en mercados secundarios, pueden ser menos líquidos. Aunque hay bonos que sí permiten venta anticipada, el mercado no siempre es tan dinámico.
Eso sí, algunos bonos disponibles en plataformas como Freedom24 ofrecen buena liquidez, lo cual es un plus frente a la inversión tradicional en deuda.
Fiscalidad
En ambos casos tributas por los beneficios, pero con matices.
- En bonos, tributas por los intereses recibidos como rendimiento del capital mobiliario.
- En acciones, tributas por los dividendos y por las plusvalías cuando vendes con ganancia.
En España, los tipos para ambos van del 19 % al 28 % dependiendo del importe, pero hay diferencias según el tipo de activo y duración de la inversión.
Siempre conviene consultar con un asesor para optimizar este aspecto.
### Facilidad para invertir
Invertir en acciones es muy accesible hoy en día, incluso desde el móvil, y con importes muy bajos. Las plataformas lo han simplificado mucho.
Con los bonos, tradicionalmente se requería más capital y trámites, pero hoy en día plataformas como Freedom24 han democratizado el acceso a bonos corporativos y gubernamentales, desde cantidades tan bajas como 100 €.
En resumen, ambos instrumentos están al alcance de cualquier persona, pero el nivel de complejidad y volatilidad varía.
¿Cuál te conviene más según tu perfil de inversor?
Una vez vistas todas las diferencias clave, llega el momento más importante: elegir qué instrumento encaja contigo. Y aquí no hay una única respuesta correcta. Todo depende de tu perfil, tus objetivos y cómo te sientas respecto al riesgo y la rentabilidad.
Te dejo una guía clara para que tú mismo puedas identificar cuál es tu mejor opción en este momento.
Si buscas seguridad
Si tu prioridad es mantener tu capital protegido y dormir tranquilo por las noches, los bonos son tu mejor aliado.
Al ofrecer pagos fijos y menor volatilidad, los bonos encajan perfectamente con un perfil conservador. Además, si eliges bonos de gobiernos sólidos o grandes empresas con buena calificación, minimizas mucho el riesgo de impago.
Plataformas como Freedom24 te permiten invertir en bonos con respaldo sólido, desde importes muy bajos, sin complicaciones.
Si quieres ingresos periódicos
Tanto bonos como acciones pueden generarte ingresos, pero de forma diferente.
- Los bonos te pagan cupones periódicos, ya establecidos desde el principio.
- Las acciones pueden darte dividendos, pero estos no están garantizados y pueden variar o incluso desaparecer en momentos de crisis.
Si quieres contar con un flujo de caja regular y estable, los bonos son más fiables. Sobre todo si estás pensando en complementar tu pensión, cubrir gastos fijos o simplemente tener ingresos pasivos predecibles.
Si prefieres crecimiento a largo plazo
Aquí no hay discusión: las acciones son las reinas del crecimiento a largo plazo.
Si estás dispuesto a asumir más riesgo a cambio de mayor rentabilidad, y puedes mantener tu inversión durante años sin necesidad de tocarla, las acciones te permiten aprovechar el interés compuesto, la reinversión de dividendos y el crecimiento empresarial.
Es la mejor opción para perfiles jóvenes o con largo horizonte temporal, que buscan maximizar su patrimonio con el paso del tiempo.
Casos prácticos
🧔 Javier, 52 años, quiere proteger su ahorro
Javier ha acumulado unos 40.000 € y no quiere jugárselo en la bolsa. Su idea es tener ingresos estables y conservar su capital, pensando en su jubilación dentro de unos años. Le interesa algo que no lo tenga pegado a las noticias económicas.
→ En este caso, una cartera bien distribuida de bonos gubernamentales y corporativos de alta calidad sería ideal. Y podría gestionarlos fácilmente desde Freedom24, con vencimientos escalonados para mantener liquidez.
👩 Laura, 32 años, busca hacer crecer su dinero
Laura ha empezado a invertir hace poco. Tiene un empleo estable, sin necesidad de tocar su inversión en al menos 10 años. Le interesa sacar el máximo rendimiento posible, aunque tenga que aguantar altibajos.
→ Para ella, una cartera diversificada de acciones de empresas globales es la mejor opción. Puede añadir alguna pequeña parte en bonos para estabilizar, pero su foco debe estar en renta variable y crecimiento.
Opinión de expertos: ¿bonos o acciones en 2025?
En 2025, muchos analistas coinciden en que los bonos han vuelto a posicionarse como una alternativa muy atractiva dentro de las carteras de inversión. Tras varios años de tipos de interés bajos, el entorno actual —con tipos más altos y control gradual de la inflación— ha permitido que los bonos vuelvan a ofrecer rentabilidades cercanas al 4 % o 5 % anual, con un nivel de riesgo relativamente contenido. Especialmente en Europa, los bonos gubernamentales y corporativos de grado de inversión están ganando fuerza, y plataformas como Freedom24 están facilitando enormemente el acceso a ellos para el pequeño inversor.
Por otro lado, las acciones siguen siendo la mejor opción para quienes buscan crecimiento a largo plazo, pero los expertos advierten que 2025 podría ser un año de cierta volatilidad bursátil, marcada por las elecciones en EE.UU., las tensiones geopolíticas y el reajuste de beneficios en muchas grandes compañías. Aun así, una estrategia bien diversificada, con exposición a sectores defensivos y tecnológicos, puede seguir ofreciendo oportunidades muy interesantes. La clave, según los expertos, está en mezclar ambos instrumentos con inteligencia, adaptando la proporción según el perfil y los objetivos personales del inversor.